-- Can...Ya déjame aquí. Ya estoy cerca del barrio-- le dijo ella.
-- Esto es el límite, de nuestra felicidad-- dijo él.
-- Sí...Por desgracia.
-- Sanem...No quiero, que te preocupes. Se que tus padres, se quieren, de acuerdo? Tienes mucha suerte, de que tengas muy unida. Te han criado, con mucho amor. Esos peces...me han hecho, que recuerde mucho, a mí familia.
-- Ahora, estás leyendo, mis deseos.
-- Sí...Deje a un lado mis asuntos, para leer, tus deseos.

-- Ay...Estoy muy cansada. Espero que mí coche, esté arreglado.
-- Sí...
-- Iré, a ver.

-- Bueno, yo...me iré...por está calle.
-- Sí...hasta luego.
-- Hasta mañana.

-- Señora. Ya miré, su coche. Todo está bien. No se preocupe. Váyase con suba-- le dijo, Isam.
-- Por favor. Le ruego, que no vuelva ha tocarme, con ésas manos tan sucias.
-- Venga conmigo, señora. Y tomaremos, un café. Y podrá relajarse, un poco. Por aquí. Cómo le gusta, el café? Con azúcar, o sin azúcar? Aayy...fuera de aquí!!-- gritó Aysum.
-- Ay...gritó la mujer,--Qué clase de sitio es éste? A quien, se le ocurrió esto?-- gritó la mujer  al ver al gato, y rompiendole el comedero del gato.
-- Ehy..! Qué está haciendo? Misifuz, Misifuz-- interrumpió Sanem, mientras cogía el gato.
-- Me dijiste, hey?-- preguntó, la mujer.
-- Por qué, le dió una patada, a la comida del gato? -- le preguntó Sanem, a la mujer.
-- Sanem, Déjala-- le dijo, Isam.
-- Sh...
-- No quiero, discutir contigo -- dijo la mujer.
-- En serio? Yo tampoco, quiero discutir, con usted. Pero es mayor que yo, y le voy a hablar, con respeto. Pero deja el plato, como estaba. No se puede ir, hasta que haga, lo que le digo-- le dijo ella.
-- Por favor, apartate de mí camino-- le dijo la mujer, furiosa.
-- Por favor. Le pido disculpas, por parte de todo el barrio. Deme un minuto, para arreglarlo. -- Oye Sanem. Por qué, haces esto? La mujer, ha venido a invertir aquí. Mejorará, nuestra inversión. -- le dijo a Isam.
-- Pues que invierta, como un auténtico ser humano-- No irá a ninguna parte, sin que rellene los platos-- le dijo ella a la mujer.
-- Déjame, quítate-- dijo la mujer, apartando a todos a un lado.
-- Qué..?-- preguntó Isam, con el comedero del gato.
-- Damelo. No cierre, la ventana. Abra la ventana. Le digo, que la abra. Abralo. Pero que pueden esperar de usted. Aquí no hay cssas, que no están en venta  -- le dijo ella, golpeando el coche.
-- Bien, arranca ahora. Vámonos-- le dijo la mujer, al chofer.
-- Eso, largo. Miren a esa mujer. Ays...--No tiene, modales.-- dijo ella, sin saber que era la madre de Can y Embre.
-- Estupendo, muchacha, estupendo. Estarás, orgullosa. -- le dijo Aysum, aplaudiendo.
-- Has echado ha perder, a un pez muy gordo. Gracias, Sanem. -- le dijo Isam.
-- Qué?? Sólo lamentas, no haber podido aprovecharte, de su dinero.
-- Misifuz...
-- Era una oportunidad.
-- Misifuz...
-- Mecachis?? Esta chica, está loca. Completamente loca.
-- Es como si se lavara las manos-- dijo Aysum.
-- Esa es, una bruja-- dijo Isam.

"  Quiero me llames, Embre. Así, estaremos bien-- recordó Embre, lo que le dijo a Leyla, cuando estaban en el coche.
"Está bien. Embre. Es la costumbre. Siempre le he llamado, así.
" Esa costumbre, quedó atrás.
"Es un archivo importante, y no quiero ir  ir tarde, a mí casa.Pero...
" Dame, esa carpeta. Quiero, leerla.
"Estoy, trabajando. Te llamo, en 10 minutos.
-- Tres días. Tres días, y se olvidó, de mí-- dijo Embre, volviendo a la realidad.
-- Cómo se conoce, que eres un hombre, de sangre caliente. Con el frío que hace- aquí-- le dijo él, a su hermano.
-- Quise salir, ha tomar un poco de aire fresco.
-- Ya veo. Me di cuenta. Pero, dime...que es lo que te está quemando, por dentro?
-- No te preocupes, por mí. Qué pasa? Le pediste, matrimonio?
-- No...no pude, hacerlo.
-- Por qué?
-- Porque los padres, aún no se han reconciliado, y eso es por nosotros. Por supuesto. Es por eso,, no pude hacerlo.
-- Supongo, que  padre, la ha perdonado, a ella, pero...sigue enfadado con Mezquive, por eso no es el momento, de pedirle matrimonio.
-- Vaya. Qué mala suerte.
-- Sanem, está muy preocupada, por su familia. Por eso... es porque tuve que postponerlo. No pude, hacer nada, hasta que se presente, el momento oportuno.
-- Estoy de acuerdo. No debes, tener prisa. Cuando llegue el momento, lo sabrás.
-- Muy bien. Veo que nos vamos a quedar fuera. Hace mucho frío.-- dijo él, cortando el tema-- voy ha preparar, algo caliente.
-- He hecho, café. Por si te apetece.
-- Muy bien.

 Soñando Contigo Where stories live. Discover now