— Un amigo.— mintió Sam tapando su computadora.

— Bueno, no se queden dentro de casa. Pueden salir a la piscina hace un buen clima.

— Si, papa.— Daniel salio.— Me tengo que ir, Miguel. Debo estudiar para el examen preparatorio y voy retrasada.— Miguel dijo algo inaudible y Sam corto la llamada.

— Amigo. Muy sutil.— rio Amber, quien estaba agachada en el armario de su hermana para prestarse un bikini.

— Forma parte de Cobra Kai. A papá no le agradaría.

— De todas formas deberías presentarlo. Presentaste a Kyler, Miguel es mucho mejor. ¿Me prestas este bikini? Iré a broncearme un poco.— la castaña no espero respuesta y entró al baño de su hermana para ponérselo

Sam le dio el visto bueno a su hermana y ambas fueron a la piscina.

— ¿Saldrás con papá hoy?

— Si. Iremos al bosque. Al árbol.

— ¿Volviste a entrenar karate?

Amber asintio mientras se echaba en la silla especial para piscina.

— Papa me dio algunos consejos que debo practicar sola. Hoy iré para sacar algunas fotos y acompañarlo. Tiene un estudiante.

Amber dejó de hablar al notar que Sam estudiaba.

— Mama y la abuela irán de compras. ¡juntas! Debo quedarme a estudiar, pero será mejor que vaya, ¿no crees?.— después de unos minutos de silencio Sam hablo.

— Si. Tienes que hacerlo. Oye quieres que te enseñe a dar un giro en el aire para entrar a la piscina.

Sam rio. Nunca había podido hacerlo., así que asintió para ver a su hermana hacerlo.

Amber entusiasmada corrió de puntitas hacia la esquina de la piscina y retrocedió unos pasos para tomar impulso. Corrió hacia la piscina y dio una pequeña pirueta para entrar al agua.

Al salir del agua, Sam reía al ver lo feliz que su hermana estaba por enseñarle su pequeño truco. Amber se apoyo en la esquina de la piscina y miró a su hermana que claramente quería preguntarle algo.

— No me mires así, Sam. Dime lo que tengas que decirme.

— Es solo Que... Nunca te pregunté cómo te sentías sobre lo de Thomas.

Amber chapoteo un poco antes que contestar.

— Conozco a Thomas desde antes de la secundaria. Siempre lo quise, de alguna manera. Todos nos veían como una pareja, pero ambos sabíamos que jamás pasaría algo entre nosotros. Me dolió lo que hizo. No me defendió, Sam. Y si, me dolió. Mucho, por que lo sigo queriendo aún. Y me duele perderlo. Mucho.

— Yo... no sabía eso, Am. Lo siento mucho.

— Bah.— negó la castaña.— De cualquier forma, ya no lo veo mucho. Está faltando a varias clases.

Un ruido se escuchó a lo lejos, detrás de los arbustos y Robby hizo acto de presencia.

— Debes ser Sam.— saludo.— Robby. Robby Keene. Tu padre me entrenará. Hola, Amber.

Amber salio de la piscina rápidamente.

— ¡Diablos, Robby! Me retrasé. Papá va a matarme..

Robby dio una rápida mirada hacia el cuerpo de la joven. Había escuchado una parte de la conversación, pero no entendía muy bien de que iba.

— Iré a cambiarme. ¡Conózcanse! Papá vendrá enseguida, supongo.

Amber corrió hacia su habitación y se cambió en un santiamén. Cogio unos tenis cómodos y obviamente, su cámara fotográfica. Bajo las escaleras de dos en dos y siguió la voz de su padre hacia la el Porsche.

The last punch  || Cobra KaiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora