Luz Y Estrellas [Camilo x Tu]

Cap 4: El Choque De Dos Mundos

Finalmente había amanecido, el día siguiente se transformó en el hoy y dos familias mágicas se disponían a desayunar, ambas estaban tranquilas compartiendo momento separados sin ser conscientes de la existencia del otro, claro ese sería el caso si no fuese por un pequeño que a sus cinco años estaba cargando con un secreto muy grande.

Los Madrigales iban a desayunar muy alegres, era su primera comida en la nueva casita que ahora parecía brillar con más magia, todos ayudaron a hacer la comida y la mesa, excepto el pequeño quien se quedó en su cuarto repasando como daría la noticia.

~Es más difícil practicar como decirlo cuando no puedes practicar el decirlo~ pensó mientras repasaba todas las palabras que tenía anotadas en un papel a forma de memoria.

Ninguno de los animales había podido dormir bien debido a las constantes pisadas y balbuceos de su amigo humano, lo querían mucho pero esto ya era ridículo así que también hicieron un plan.

Cuando Antonio se despistó un poco, uno de los monos tomó la hoja en que tenía escrito todo lo ocurrido y se la pasó a un Tucan quien salió volando afuera de la habitación.

- ¡NO! - grito apenas se dio cuenta de lo ocurrido, corrió tras el ave mientras llamaba a su jaguar para que le ayude, pero este solo se lamía las patas - ¡Traidor! -

Mientras tanto Camilo se dirigía al cuarto de su hermano menor, aun no había bajado así que su madre lo mando para que lo traiga, grande fue su sorpresa cuando vio un tucan salir de la habitación y estamparse en su cara.

- ¡TU, PAJARO... ARGH! - Del dolor y la sorpresa el adolescente cambió varias veces de apariencia mientras se sobaba la cara.

Grande fue su sorpresa cuando el pajaro apenas se recobro del choque le entregó un trozo de papel.

Camilo pensaba que tal vez era algún dibujo de su hermanito, Sonrió con la idea de molestarlo un poco.

- ¡Oh Toñito, adivina que tengo! - cantureo mientras veía como aparecía corriendo el ya mencionado.

- ¡Devuélvemelo - exclamó el pequeño mientras trataba de arrebatarle el papel pero lamentablemente el chico camaleón era más alto y encima podía cambiar de apariencia.

El mayor siguio jugueteando con su hermano, era divertido ver como daba saltitos para intentar recuperar lo que era suyo.

- Tranquilo enano, ¿Que es lo que tiene el papel que tanto te altera? - finalmente procedió a ver el contenido de la hoja que para su sorpresa no era un dibujo, era un escrito.

¡Hola familia! Se que estamos muy felices por tener a Casita denuevo, pero lamento decir que ¡Hay intrusos en Encanto! Pero afortunadamente...

Ni siquiera leyó el resto del papel, su mente solo se enfocó en las palabras "Intrusos en Encanto".

- Antonio.... - murmuró anonadado mientras dirigía su mirada a su hermano menor, este se veía como un manojo de nervios.

- Anoche durante la fiesta un tucan me dijo que vio gente entrar en Encanto así que lo mande a investigar y si, hay un grupo de personas en el bosque de Encanto, ¡Quería decirlo! Pero tenía miedo de que la familia se ponga triste y discuta denuevo y y... ¿Camilo? - el pequeño soltó toda la información de golpe, era un secreto que le atormentaba y se sentía bien decirlo pero temía a las repercusiones.

Camilo vio como su hermano lo miraba con ojos suplicante de ayuda, inhalo profundo y habló - No dirás nada - dijo mientras doblaba la hoja y la guardaba en su pantalón. - La familia está muy feliz y no hay que arruinar eso, hay que decírselo a la abuela en la tarde, suavemente - tomó al pequeño de los hombros para que lo mire directamente - Hasta entonces será nuestro secreto -