Quédate conmigo

Parte 12

Él no se puede controlar más, ella no se quiere resistir más y los dos se aprisionan entre sus brazos, se aprietan fuertemente y así llegando al final del recorrido de lo más alto de sus deseos, a la culminación de sus emociones, el éxtasis.

Abrazados duermen.

El sol aparece declarando que la noche ha partido para regresar después, el cantar de las avecillas son la melodía para despertar a los amantes, que están abrazados.

Él la mira deleitándose, se siente satisfecho, la besa y poco a poco la despierta, ella sobre saltada, se levanta y busca la sabana para cubrir su desnudes, él se la arrebata desea verla sin nada, sus ojos brillan de deseo. Ella corre y busca una bata y sale rápido de la habitación, porque las intenciones de él quedan muy claras y lo peor es que ella feliz se lo permitiría nuevamente.

En la cocina preparaba el desayuno mientras pensaba, porque siempre que él estaba cerca ella se sentía tan emocionada, se sentía tan feliz, tan plena.

Le llevo desayuno a su padre, él comió, Luis lo acompaño mientras tomaba los alimentos.

Se estaba deteriorando cada vez, Luis veía que pronto ella lo iba a necesitar más que nunca, y él estaría para ella, la miraba fascinado.

¿A qué horas llegaste, hijo?__ don Federico con su voz cansada y débil quería saber.

Bastante tarde__ comento mientras lo miraba.

Se quedó dormido, él salió y llego donde ella estaba.

Me debo ir ahora para la ciudad__ la miraba a los ojos__ que Juan no esté cerca de ti___ sonreía cuando le decía, pero su tono de voz sonaba más a advertencia.

Ella sonrió, y solo se limitó a mirarlo. Él la beso apasionadamente __ nos vemos pronto.

En esa semana don Federico se complicó, y ella lo hospitalizo, y a los pocos días murió.

Luis llego apenas ella le aviso, él estuvo para ella, se realizaron las honras fúnebres.

Después de una semana de fallecido, Luis se mostraba preocupado por ella.

Mirian, vámonos a casa__ la veía muy triste y no quería que ella estuviera sola.

No, me quiero quedar unos días más__ le suplico.

¡Solo unos días!__ la miraba, su rostro reflejaba demasiada tristeza, ahora él era toda la familia de ella__ ¡no quiero que estés sola!

Organizo la casa, tapo los muebles con sabanas protegiéndolos del polvo, cerro la casa, y llego a la estación. Ella esperaba el transporte que la llevaría a la ciudad.

La estación para el transporte tenía una enorme sala de espera en la cual había bancas de maderas y los espaldares estaban unidas, mostrando dos frentes, ella se sentó mirando hacia la ventanilla de venta de los boletos.

Dos mujeres se sentaron en la parte de atrás de ella, no las podía ver, pero si las podía escuchar claramente lo que estas conversaran.

Amiguis, entonces te vas a ir vivir con Luis__ comentaba la voz de una mujer.

Si, ya terminó lo que lo ataba a esa estúpida mujer, su padre__ con una risilla confirmo la otra mujer.

Mirian conocía esa voz, y sintió que el corazón era apuñalado para darle muerte instantánea.

¡Ay Nicole! Como te envidio, ese hombre si te ama__ dijo la mujer.

Si, son muchos años de amarnos, y lo voy a tener para siempre, por fin podrá quitarse ese estorbo de mujer, pobrecito lo que ha tenido que hacer para tener tranquilidad__ guardaron silencio.

Llego el transporte, Mirian se levantó y subió, en su mente forjo un pensamiento.

Eugenia la recibió abrazándola la llevo al cuarto, la dejo llorar hasta que quedó dormida.

Mirian ¿qué piensas hacer?__ Eugenia miraba el documento redactado__ ¿estas segura?

La verdad que no estoy segura, pero pienso que es lo mejor __ era un proyecto para trasladarse a otra ciudad a trabajar por los artesanos, Leonardo le dio la oportunidad ella aprendió mucho con él.

¿Le vas a avisar a Luis?__ Eugenia quería saber, porque no veía a Luis aguantándose que su esposa se fuera lejos de él.

¡Claro que no!__ dijo rápido.

¿Por qué estás haciendo esto? ¡La verdad! __ pregunto muy seria.

No seas tonta, para él va ser un alivio, que yo me vaya lejos__ dijo con un dejo de tristeza.

Aprovechado que él estaba en el trabajo, fue a recoger las cosas de ella.

Suena el timbre, ella abre la puerta y al frente se encuentra Nicole con una enorme maleta.

Ella no la deja entrar__ Lo siento pero el dueño de la casa no está__ dijo con repelencia.

Y tu ¿Qué haces aquí? __ la miraba con odio y enojo.

Eso a ti no te importa __ le cerró la puerta en la cara.

Al menos se iba a dar el gusto de mortificarle el rato, al menos hoy. Tomo un taxi y se dirigió al aeropuerto.