Resiliencia [RING #1]

Capítulo 3

"Guardo dentro de mi cráneo recuerdos que nunca olvido."

 ~Cuervos KhanDobleL~

CAPÍTULO 3

Madison

Respiro hondo mientras escucho al árbitro explicar las reglas, a pesar de que solo sea una, siempre se deja clara antes de empezar.

—Ya sabéis las reglas. Todo es válido, aquí pedimos espectáculo y da igual lo que hagáis para conseguirlo, tened cuidado. O no, como queráis.

Ambos asentimos sin apartar la mirada, la cuenta atrás termina y nos colocamos en posición. Sé jugar mis cartas, me gusta primero que mi rival se confíe, que piense que puede conmigo y cuando tenga esa esperanza y confianza, arrebatársela, porque aquí lo importante no es como empieza, es como acaba, y yo soy una experta en terminar las cosas.

—Por fin vuelves a aparecer por aquí, pensaba que ya solo te dabas a peleas legales.

—Me gusta patear cabezas de vez en cuando, además, no quería que olvidases como se siente ser derrotado por mi.

—Eso solo pasó dos veces Bak, supéralo.—Bufa molesto.

—Fueron cuatro, y la verdad que no entiendo porque tendría que superar eso si son triunfos personales. Aunque los fracasados como tú no creo que sepan lo que es, quizá deberías de superar tú ese miedo irracional que me tienes e intentar golpearme, en vez de atacarme psicológicamente, que, por cierto, se te da bastante mal. —Replico haciendo que enfurezca. Diamond tiene una especie de punto débil con su ego, le patea interiormente saber que existe alguien que puede ganarle, y sé que, por mucho que lo intente, no va a poder derrotarme nunca.

—Como sea. —Rechista con molestia.

—¿Quieres apostar algo?—Propongo sabiendo que eso hará la pelea más interesante.

—¿El qué? ¿una noche de sexo? Aceptaría, no te voy a mentir.

—No follo con perdedores, pero tengo una propuesta mejor. Si ganas te quedas con mi cupo para la liga Venom.

—¿Y si ganas tú? No has dicho nada de ello.

—Me conformo con ver cómo pierdes, es más gratificante sentir tu humillación, aunque ya estoy acostumbrada a verla.—Le provoco, sé que no tengo nada que perder, en caso de que gane, le daría mi cupo, soy una mujer de palabra, pero también confío en mis habilidades y sé que no podrá conmigo.

Retrocedo esperando el golpe que cae directo a mi mejilla, no traigo nada de protección, pero no siento como tal un gran impacto, es un golpe que provoca un dolor soportable.

Tras ese siento una punzada en el estómago que me hace retroceder, duele, pero no tanto como estoy fingiendo que lo hace. Cuando intenta darme otro puñetazo freno su puño retorciéndolo y con mi mano libre doy un golpe directo en su pómulo derecho.

Qué empiece la fiesta.

No hay descansos, todo es a un solo round, si aguantas tienes suerte, si no lo haces tienes una humillación que te será recordada de por vida.

A pesar de que Diamond tiene seis años más, yo poseo una ventaja que él no tiene; saber analizar al rival. Diamond creció en una familia desestructurada, vivió en la calle desde que tenía diez años y eso lo llevó a ser demasiado inestable. No sabe controlar sus impulsos, cree que todo debe de ser como él lo piense en ese momento, a veces se convierte preso de su propia ira, volviéndose completamente irascible.