El rostro de Soobin se congeló en la sonrisa y esta fue desapareciendo gradualmente hasta terminar en un semblante dulce, pero serio.

El pulgar de Soobin acarició su suave mejilla.

——Yo te ayudaré entonces ——sentenció, sin quererlo, mirando sus labios.

Yeonjun tragó saliva de nuevo al sentir esa mirada. Soobin la devolvió a sus ojos, pero era demasiado tarde.

——¿Ayudarme?

——Lo difícil siempre es dar el primer paso, hyung.

——¿Y qué se supone que debo hacer? ——susurró casi por la cercanía.

——Encontrar un motivo ——respondió igual de bajito antes de alejarse por completo.

Una vez lo soltó, Yeonjun soltó todo el aire retenido en sus pulmones, masajeó la zona de su nuca y rostro que había sido tocado por esos dedos.

¿La piel de Soobin estaba muy caliente o por qué quemaba justo donde había tocado?

——Encontrar una razón por la cual querer seguir ——Su voz lo devolvió a la realidad ——. Puede ser una meta, un objeto... Una persona.

Que Yeonjun pensara en él inmediatamente, no significaba nada, ¿verdad? Tan solo era porque era él quien le estaba explicando.

——Cada que lo necesites. Estaré ahí para ti si te cuesta hacerlo. Puedes confiar en mí, hyung.

Soobin volvió a tomar su mano. Yeonjun las vio unidas exasperado.

Ah, ¿realmente era necesario?

——Quiero que pienses en mí cada vez que  no sepas cómo continuar. Quiero que recuerdes que siempre va a haber una persona que confía en ti.

No deberías.

——No- E-Esto es... ——Desvió la mirada una vez más.

——No ——Con la mano que estaba en la del mayor, tomó su barbilla de nuevo, haciendo que unieran miradas ——. Mírame. Hyung, no todo es necesariamente blanco y negro, también existen matices. Sé lo que estás pensando, ¿te da miedo volver a lo de antes?

Soobin tenía el poder de leer de mentes. O quizás simplemente lo conocía demasiado.

Por primera vez, Yeonjun se sintió desnudo. Tan vulnerable y descubierto que se le humedecieron los ojos. El peliazul mordió con fuerza su labio inferior. De pronto tenía ganas de llorar. Negó con la cabeza fogosamente.

——No vas a volver a ello——le aseguró, después abrazándolo ——. Te prometo que no será así, hyung.

Soobin se separó un segundo para verlo con aquel clásico cariño.

——A diferencia del Yeonjun de esa foto, tú ya no estás solo, hyung. Eres más fuerte. Pero recuerda una cosa, ¿sí? Ese chico también es parte de ti, siempre lo va a ser.

El primer sollozo se dejó oír.

Soobin se alarmó, pero Yeonjun no permitió que lo viera, aferrándose más a él en un abrazo.

Me has hecho tocar fondo.

Nunca había llorado en los brazos de alguien desde que lo hizo por última vez, con nueve años en los brazos de su padre. Nunca se había permitido llorar en público desde ese entonces. Nunca había hablado de sentimientos complejos desde entonces, ni de lo que de verdad pasaba por su cabeza.

Quizás Soobin tenía razón. El cambio siempre daba miedo, pero tal vez él no era tan insensible como quiso pensar de sí mismo tanto tiempo.

Quizás solo debía vivir como de verdad debía hacerlo.

MENTES RETORCIDAS [Yeonbin] Where stories live. Discover now