Un Invierno Sin Fin ©

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Maratón 2/2

⁓Look at the stars 

Look how they shine for you

 And everything you do

CAPITULO 24 

15 de Enero 

Keira 

Los días transcurrían y transcurrían, cada uno más aburrido que el otro ¿Irónico eh? 

Centre mi atención a mis notas y solicitudes para la universidad. Ayer envié cartas a dos universidad, hoy enviare cartas a otras dos. Si es que no me aceptan en alguna, ya tengo más opciones. 

Cierro la carta, le pongo una pegatina, el destino y se la llevo a mi papá para que la envié por correo, está de camino a su trabajo, así que supongo que no hay problema. 

- ¿Estás segura que están bien? - pregunta papá mirando las cartas por todos lados - ¿Las revisaste bien? ¿Las firmaste? 

- Si papá, ya esta todo corroborado. La revise más de cinco veces para cerciorarme que no tenga alguna equivocación.

- Está bien, te mandaré un mensaje cuando las envié - dice despidiéndose y saliendo corriendo de casa como lo hace siempre.

- Otra vez nos quedamos solos, eh chiquitín - le digo al perro levantándolo en brazos y subiendo al segundo piso. Al instante, entra una llamada al teléfono - ¿Hola?

- Hey ¿Cómo estás? - pregunta Azael al otro lado.

- Bien bien ¿Y tú?

- Igual ¿Estás en tu casa ahora? - pregunta y escucho como camina hacia algún lado }

- Si ¿Por qué? 

- Quiero darte algo, llegó en un rato ¿está bien? 

- Si claro, aquí te espero - digo y el suelta un "vaaaaale" muy largo antes de colgar.  

(***)

El timbre de casa suena 15 minutos después sobresaltándome. Bajo las escaleras a paso perezoso y al abrir la puerta, Azael espera parado en frente.

- El flow que te cargas con esa ropa es envidiable - dice y yo miro mi ropa. Llevo unos pantalones de Hello Kitty junto con una camiseta blanca y calcetines de distintos colores. 

- Uhh si - digo y este ríe. Entra a la casa dándome dos palmaditas sobre la cabeza para recordarme que soy muy bajita - Y ¿Qué me cuentas? ¿Qué hiciste estos días? 

- Mm trabaje y envié algunas solicitudes a universidades - dice haciendo un movimiento con la mano. Ahí es donde me percato que trae una pequeña caja circular entre sus manos.

- ¿Qué traes ahí? - pregunto señalando la cajita, él hace una "o" con su boca y me la tiende.

- Es para ti - revela y coloca la cajita sobre mis manos - Pensaba dártelo por tu cumpleaños pero... - hace una pausa y se rasca la nuca - no importa, solo ábrelo. 

- Aún faltan seis meses para mi cumpleaños - le recuerdo y el asiente. Abro la cajita con delicadeza para que no se estropee, quito una pequeña tela color rojo que cubre una pequeña cadena de oro - Oh Dios mío

- ¿Te gusta? - pregunta él expectante, mientras se balancea sobre sus pies como un niño pequeño. Saco la cadena detallándola, o mejor dicho, las cadenas. Es un corazón que se parte a la mitad.