2˦ Eʟ Vɪʟʟᴀɴᴏ ɴᴏ Fᴜɴᴄɪᴏɴᴀ ᴘᴀʀᴀ sᴇʀ Bᴜᴇɴᴏ

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El hombre lo miró extraño.

—¿Tan pronto?

«¿Eh? ¿Cuánto tardaba Ushijima para esto?»

—¿Sí? 

—Bien. Lo espero mañana y te daré la paga.

Yamaguchi se despidió del vecino con una reverencia.

Aprovechando que se daba este encuentro, otro vecino que pasaba cerca los vio y se desvió para hacer otro pedido. 

—¡Hey! Aprendiz de Ushijima. ¿Estás a cargo del trabajo de tu mayor?

Viéndolo adolescente, quiso aprovecharse de su inexperiencia e ingenuidad. Cuando el primer hombre se fue, le dijo a Yamaguchi su petición.

—Sí. ¿El señor quiere que prepare una carta?

—Así es. Quiero jugarle una broma a un amigo, una falsa amenaza.

Pero este Yamaguchi no era tonto. Al escuchar los detalles de la alegada "broma", era evidente que buscaba molestar a alguien con muy mala intención. Por el momento, Yamaguchi hizo caso omiso y aceptó el trabajo para mañana.

En la noche, estuvo inspirado para la carta romántica hacia su amada. Los poemas antiguos eran populares por las rebuscadas metáforas que Yamaguchi traro de imitarlos a la vez que integró su elegante dulzura para expresar esa clase de sentimientos de amor. Tal vez por ser un adolescente, pero su corazón se agitaba por tan simple labor. 

Al terminar de hablar sobre amor, la misma energía le llevó a repensar la carta de amenaza que debía ser. Era una contraparte pesada que rompía la emoción que había logrado sentir.

—Por lo que pidió, sería extraño que el mismo entregara una carta de amenaza arriesgándose a una golpiza al instante. Yo no entregaría esto. 

No le dio tantas vueltas ni sobrepensó las cosas, era solo un trabajo de paga y ya está. No tenía porqué tomarlo personal.

Al día siguiente, luego de terminar los tres pedidos, salió en la tarde para entregar las cartas.

Sí estaba ansioso. El pueblo era muy activo en las tardes por los mercaderes y se sentía las miradas donde sea. Además, aún le preocupaba la situación de la carta amenaza y quiso visitarle primero para salir de la inquietud.

El hombre estaba por ofrecerle un pago mayor a cambio de que Yamaguchi, además de preparar la carta, la llevará a su destinatario y recibiría paga extra.

—Justo en buen tiempo. No fue difícil, ¿verdad? ¿Qué te parece si te encargo otro pequeño favor y así te pago mucho más?

«Genial. Este señor cree que soy estúpido.»

—Disculpa, señor. No me enseñaron a cumplir ese tipo de trabajo y aún me quedan otros pedidos.

Yamaguchi inclinó la cabeza como disculpa y se marchó a prisa para que no le retuviera más.

—Uff. De no tener un cuerpo tan escuincle, no hubiera sido respetuoso. Se ve que de un golpe me lleva a renacer.

Bufó de su propio chiste.

Dar las cartas al joven enamorado fue más cómodo de entregar. El joven no leyó la carta al momento, pero ojeó la letra para la familia y fue gustoso así que le dio su pago.

«No tengo idea de cuanto valor son estas monedas», pensó mientras rebuscaba estas en una pequeña bolso de bolsillo.

Estaba por regresar a la casa, pero se topó con la inquieta sorpresa del pequeño Tsukishima, separándose del pasado cliente, con una carta.

Un Villano Amor | Tsukkiyama (+18)Where stories live. Discover now