Mi esposo que me odiaba perdió la memoria.

22

No tenía nada de qué preocuparme. No quería que le agradara más, y ni siquiera lo miré por eso. Todavía me daba miedo ser lastimada por él, pero ahora hay otros sentimientos más grandes que eso. Este sentimiento comenzó a hervir desde el momento en que perdió la memoria y comenzó a actuar con cariño.

Existió desde el principio, pero contenía la respiración. Como un volcán que nunca sabe cuándo explotará.

─No quiero mejorar mi relación con el duque.

─….

─Todavía me siento incómoda contigo...

Al ver su rostro distorsionado, surgió una extraña euforia.

Mi corazón latía con fuerza en anticipación a lo que era esto.  Quería ver más de su rostro así. Una expresión desconsolada, una expresión herida y ojos suaves y temblorosos. El color de las emociones que hierven dentro de mí se vuelve más claro.

Ahora sentía que podía nombrar ese sentimiento. Lilian 'Everett' se atreve a sentirse así hacia él, sintiéndose siempre culpable.

Resentimiento.

Pensé que ni siquiera tenía ningún resentimiento contra mí.

Pensé que simplemente se marchitaría, se vaciaría y moriría.

¿Qué sigue siendo fuerte? Había pasado mucho tiempo desde que incluso su deseo de venganza fue reprimido porque no podía atravesar los demonios de Everett ni siquiera con una espada.

Pero en este momento, el sentimiento de resentimiento estaba hirviendo intensamente dentro de mí.

Me atreví a resentirme con Theodore Valentin. Tú, que nunca me escuchaste.

Incluso se olvidó de todo.

Lo recuerdo todo.

Como si llorara o riera, una expresión extraña se extendió por su rostro. Abrí la boca y dije.

─No quiero esperar nada de ti.

Justo como me hiciste en el pasado.

─¿Cómo puedo confiar en ti…?

Los párpados de Theodore temblaron, su boca se crispó. Mi boca seguía moviéndose como si hubiera perdido el control.

─Tu…. Te apartaste de mí en busca de ayuda y observaste desde lejos cómo Owen y Lennon Chester me atormentaban.

Eso fue en el banquete del palacio real hace un año.

Parece que Owen ya estaba pensando en divorciarme de Theodore.

Él me llamó a la esquina. Yo no quería ir. 

Era obvio lo que iba a hacer cuando me llamara. Porque quiere asegurarse de que todavía estoy en su poder y completamente bajo su control.

Así que me aferré a Theodore. Porque pensé que podría ayudarme si sabía que le tenía miedo a Owen.

Fue una ilusión.

A los ojos de Theodore Valentin, ya estaba bajo custodia con Owen y otros demonios de Everett, así que no tenía ninguna protección.

"Theo, ah, no, Duque, por favor ayúdame. Solo necesito que te quedes a mi lado hasta que termine este banquete, por favor…"

"...¿Qué clase de truco es este de nuevo? Suelta esta mano. Creo que tu hermano está llamando, así que ve y echa un vistazo."

Entonces no puedo olvidar sus ojos fríos. Su voz áspera, la forma en que se apartó de mi mano, incluso me dejó a las hienas y salió primero del salón de banquetes.

Ese día, tuve que ser mordida por los ojos de las bestias que estaban tratando de volver a casarse conmigo.

¿Entonces tal vez no tengo derecho a quejarme?

Soy Everett, y cualquier malentendido entre nosotros, él me lastima, así que ¿puedo lastimarlo yo también?

Al recordar ese momento, mis manos temblaron de repente.  Apreté con fuerza mis manos temblorosas. Theodore me miraba sin comprender con una expresión de asombro en su rostro.

─Yo era así...

─…

─¿Cómo mejoramos lo que se ha hecho añicos…?

Lo que se rompe en pedazos, no se puede pegar.

Lo culpo, pero él no puede recordar por qué. 

¿Hay tal broma?

La amnesia no es culpa suya, pero el problema es su cambio de actitud. Te dije que no te me acercaras.

─¿Qué puedes hacer conmigo destrozada?

Tan pronto como dije esas palabras, las lágrimas cayeron de mis ojos. Las lágrimas y las emociones no siempre salen como queremos. Me levanté del sofá, me alejé de él y agité las manos.

─Vete.

─Lilian...

─Fuera… Si no quieres continuar...

Me tambaleé hacia la puerta. La abrí, me di la vuelta y hablé.

─Vete.

Theodore se levantó de su asiento, vaciló un poco y luego se acercó a mí. En el momento en que extendió la mano como para agarrarme, rápidamente retrocedí y di un paso atrás.

─Lilian.

Él me llamó.

Era una voz que sonaba como el corazón dolorido de un niño.  No quise escucharlo. Parecía como si el mundo me hubiera regalado la peor mentira.

Me tapé los oídos con ambas manos y comencé a correr hacia atrás. Pasillos largos, sin saber a dónde ir.

Jadeé por respirar. No tenía idea de lo lejos que había corrido ni de dónde estaba. La fuerza en mis piernas se liberó y alguien sostuvo mi cuerpo cuando estaba a punto de caer. El abrazo le resultó familiar. Cuando levanté la cabeza, el rostro que vi no era el esperado. 

Desafortunadamente.

─Lilian.

─…..

Me abrazó gentilmente, solo estaba sollozando porque no tenía fuerzas para resistir. Escuché el sonido del agua en mi oído.  Entonces vi una fuente cercana.

Había estado corriendo como loca y llegué al medio del jardín.