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Somos lo que queremos



En la vida, tienes que sobrellevar las cosas, las personas, todo. Somos momentos buenos y malos, personas, seres humanos que comenten errores, poesías sin finales felices, almas sin familiaridad, que se van con una lágrima, con la luz de las estrellas cuando desaparecen con el amanecer.

Ha veces nos sentimos culpables de cosas que pasan, y queremos creer, que todo pasa por algo, la verdad, no. Todo pasa porque va a suceder así, pero tus decisiones y pensamientos, tienen mucho que ver.

---- El murió por mi culpa, y yo estoy así por mi culpa, todo esto es un castigo, sino lo hubiese convencido de subir en aquel auto, todo hubiese sido diferente.---- digo llorando a todo pulmón, mientras la madre de mi mejor amigo pasa la mano por mi espalda y niega.


---- No es tu culpa, no te puedes culpar por algo que no fue hecho por ti, sabes que el conductor venía ebrio---- la interrumpo negando.


---- No Sofía, si yo, no se...----- ella me da una mirada severa y callo.


---- Ya vasta Sasha, deja de culparte, y ve a las fisoterapias, te crees que si Lucas estubiese vivo, le gustaría verte asi. Es mi hijo, me duele que ya no esté, pero como crees que te puedo culpar por su muerte, ha pasado un mes entero que ni siquiera intentas levantarte, no puedes seguir así, eres joven, no seguiré hablando del mismo tema. Crees que tus padres están bien, claro que no, ellos también la están pasando mal, porque tu la pasas mal.---- seguí llorando con sus palabras, ya estaba cansada de hacerme la fuerte.

---- Pero ¿de que me sirve?.---- quitó lágrimas de mis mejillas y miro hacia la ventana.---- cree que pueda volver a ser la misma, que pueda volver a bailar,  nadar, o siquiera conducir, claro que no.


---- ¿Sabes que Sasha?. Si tu no pones de tu parte, pues nadie te podrá ayudar cielo.---- se levanta de mi cama y fijo mi vista en ella.---- se que no es fácil, peor mirame a mi, perdí a mi hijo en un accidente, y te perdí a ti también, porque a pesar de que estas viva, no estas aquí.---- una lágrima corre por su mejilla y sale de mi habitación.


Se que me quieren ayudar, pero no es fácil. De donde rayos saco la fuerza de voluntad para ir al fisioterapeuta, como hago para que las personas no me miren con lástima, o para ser igual que antes.

Pues sencillo, soy una cobarde, que no tengo idea de que hacer con mi vida.

Avanzo en la silla hasta una cómoda de mi habitación en donde hay un frasco de pastillas que mi madre usa para dormir últimamente, no se deben consumir varias el mismo día, ya que pueden ocasionar una reacción malévola.

Abro el frasco, y depósito las pastillas, sobre la palma de mi mano, las miro un momento y analizó todos los peros que me impedirán hacerlo, peor no encuentro muchos. Antes de que pierda el valor trago varias pastillas juntas con ayuda del agua, y voy hacia la ventana.


Lo único que queda en mi mente, es que podré estar con Lucas nuevamente.

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Al abrir los ojos me doy cuenta que no estoy en casa, estoy en un lugar con luces, ¿será el cielo?, a medida que sigo despertando y me fijo en el alrededor me doy cuenta que es solo una habitación de hospital.

Polvo de lo que fuiOù les histoires vivent. Découvrez maintenant