Mi esposo que me odiaba perdió la memoria.

17

─...Sí, dámelo.

No tengo apetito y no creo que la comida se acabe, pero sentía que tenía que tomar algunas cucharadas por la sinceridad de Charlotte. Sonreí y tomé la bandeja.

Cuando se abrió la tapa del cuenco colocado en la bandeja, el vapor blanco se levantó en un bulto y surgió un olor fragante.

Todavía cogí la cuchara con mi mano menos poderosa. La punta de la cuchara tembló ansiosamente. La sopa, que comí lentamente de un bocado, era ligera y de condimento suave.

─...¿Le gusta?

─Uhm, está bien.

Al final, no pude comer la mitad y terminé dejando el resto, pero resultó ser un bocadillo.

Con la ayuda de Charlotte, me lavé rápidamente y me recosté en la cama. Cuando estaba a punto de cerrar los ojos, de repente recordé las palabras que Theodore había dejado atrás.

'De aquí en adelante… Quiero que me llames por mi nombre o mi apodo.'

No sabe lo absurdo que fue. Lo irrazonables que son sus acciones.

Pero… No importa. Lo descubrirás pronto de todos modos.

¿Cómo debo tratar a mi esposa, que es solo una farsante?

Entonces su amabilidad es solo un capricho. Es una ilusión temporal creada por un accidente que perdió la memoria. En un día en que llueve todo el día, como la luz del sol que brilla y desaparece.

* * *

No es difícil darse cuenta de que los demás te preocupan.

Theodore podía reconocer fácilmente que Lilian se sentía incómoda con él.

─...

No fue una muy buena sensación. Hizo girar una moneda en su mano y la arrojó sobre la mesa. Salió el frente. Mientras miraba la imagen en el anverso de la moneda, de repente recordó el momento en que Lilian se desmayó.

Un cuerpo que había sido destrozado sin poder hacer nada, un corazón que parecía haberse detenido y un rostro pálido con los ojos cerrados y un aliento que no se podía sentir.

Theodore todavía era incapaz de explicar con palabras cómo se sentía en ese momento. Ni siquiera podía recordar lo que estaba pensando. Solo sosteniéndola en sus brazos temblorosos, la llamó por su nombre a toda prisa una y otra vez.

─¿Lilian? ¡Lilian!

Después de un tiempo, comenzó a sentir que su corazón volvía a latir y que volvía a respirar. Pero la conciencia aún no había regresado. Theodore rápidamente la agarró y trató de montarla en el caballo. Luego, Hessen Everett murmuró con una risa sorprendida.

"Vaya, esta loca otra vez…"

Hizo una pausa por un momento y lo miró, pero coincidentemente, sus miradas se encontraron. 

Hessen Everett parecía a la vez sorprendido y absurdo.

Revolvió bruscamente su cabello plateado azulado y habló con la rapidez de un hombre perdido.

"Señor, duque de Valentin, tenga cuidado también, porque ese es un monstruo ¡Por eso se desmayó a propósito!"

"¿A propósito?"

Theodore vio cómo la mano de Hessen Everett temblaba. Mirando hacia atrás, parecía estar más agitado de lo esperado.

"Antes… Oh, se acabó, sólo sé  que esa chica tiene un don para agarrar y sacudir a la gente así. Bueno, supongo que ahora no te importa. Te vas a divorciar pronto."