Yef:¿Seguro que tu celular es la mierda? ¿No lo habrás puesto porque tengo la 🏳️🌈 en mi perfil, no?
Respondió él, seco y tan frío como si fuese un bloque de hielo filoso. Tan filoso que posiblemente me hubiera cortado al garganta si le hacía caso a sus insinuaciones de que yo, era un homofóbico.
Yo:
Mi celular. Pero cree lo que quieras.
Ni siquiera me interesaba hablar contigo desde un principio.
Yef:Es que, es tan curioso que justo hayas enviado, sin querer, el emoji vomitando. Es una gran coincidencia.
Yo:Di lo que quieras, solo quería
eliminar esta app de mierda. Adiós.
En ese entonces ya me estaba enojando, pero rápidamente contestó.Yef:
JAJAJAJA esto es genial, me encanta. No te vayas, es la primera conversación divertida que tengo en esta aplicación
Yo:¿No tienes amigos?
Pregunté, ahora sin ánimos de que se venga un próximo insulto, pero fue todo lo contrario.
Yef:
Tengo, de hecho. Pero aquí no busco amigos. Busco a alguien especial
En ese momento no le contesté, pero no supe por qué miré a la pantalla que plasmaba esos mensajes con una sonrisa.
Aquello había sucedido hacia un mes, en ese entonces le conté a Mali sobre el misterioso chico de la aplicación, el que no decía su verdadero nombre y su foto de perfil era su espalda trabajada. La cual fácilmente podría haber sacado de internet. Pero confié.
Confiar en las redes sociales, sobre alguien que no muestra su cara, es ponerse en riesgo, puede ser un traficante de órganos o algo así, pero yo tampoco lo hacía, y tampoco tenía mi verdadero nombre, así que no podía exigirle nada. Y eso era lo que me gustaba.
El misterio en la relación. El misterio en nuestras charlas, y como me hablaba.
Hace 15 días me había mandado un mensaje, donde mi perspectiva hacia él cambió, porque comenzó a hablarme distinto.
Yef:
Estaba en tu chat, sabes?
Yo:
¿Contexto?
Yef:
JajajaEs que, no me di cuenta que estaba observando tu foto de perfil como idiota hasta que un amigo me preguntó qué miraba.
Mi primera reacción fue de confusión, él estaba diciendo de una forma indirecta que le gustaba mi foto de perfil, o que yo le gustaba y por eso no podía dejar de verla. No pude contestarle en un par de horas porque no supe qué responder, porque cada vez que leía el mensaje mi mente se nublaba y no generaba respuesta aparente, como si de niño me hubiera caído de cabeza al suelo y dijeron "na, va a estar bien, no lo lleven al médico". Entonces pensé en una posible causa a ello, él... Posiblemente estaba generando cosas en mí que me confundían demasiado, que me recordaban a un sentimiento que había tenido, ¿él me atraía? No, solo me agradaba...
Yo:
Necesitas saber dónde
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Amistad, descubrimiento y romance
Romance¿Podría ser posible que el destino y una aplicación de citas se pusieran de acuerdo para que así Nani descubra sus más profundos sentimientos? [Para leer la sinopsis completa ingresa a la historia] Géneros: Novela juvenil, romance. Con representació...
Capítulo 3: El chico en línea
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