Un/a Omega debe de ser bonito, bien arreglado, un buen físico y un olor agradable.
Marcy era todo los contrario a eso o eso le hacían creer.
El bullicio hacia ella aumentaba más y más al darse cuenta que esta jamás conseguiría ni un Alfa, beta o en...
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—¡Ahora no está Boonchuy para protegerte!— Sintió su cuerpo caer la piso frío, todos en la escuela veían como se burlaban de ella y nadie hacia nada para ayudarla.
Si ¿quién se metería por ella? Anne lo hacía por que era su mejor amiga y la conocía de toda la vida pero, Marcy no era buena socializando. No, no era Antisocial, solo que las personas no sabían que responder a lo que salía de su boca.
El olor a basura se hizo presente, sentía las ganas de vomitar sin embargo nada podía salir de su cuerpo, ni siquiera lagrimas, ya estaba agotada de todo eso, parecía que todo iba en cámara lenta, algunos riendo a carcajadas, grabandola y otro solo desviando la mirada con pena. Su sangre empezó a hervir, se levanto del suelo con intenciones de atacar, pero sus lagrimas fueron más rápidas que ella y sin notarlo había empezado a llorar.
Las risas aumentaron y ella quería huir de ahí, sin embargo una figura tacleao sin suavidad alguna a Johan, causando que el Omega se quejar de dolor.
—¡Te dije que dejaras a Marcy en paz!— Anne parecía mucho más molesta que otras veces, parecía que hacia corrido un maratón completo solo para defenderla de sus agresores.
—¡S-Solo estábamos j-jugando!— Se defendió Johan tratando de esquivar los golpes de la Tailandesa.— ¡Ayuda!
Aún que no lo merecía, Marcy querida ayudar al Omega, es feo que alguien más alto que tu y más fuerte abuse de ti. Pero su acción fue detenida al ver como un maestro llegaba, su cara roja, una vena sobresaliendo de su frente y su peluquín mal puesto era lo que se veía.
—¡¿QUE ESTA PASANDO AQUÍ?!— Algunos empezaron a correr, ella fue testigo de como el profesor agarró a Anne para parar los golpes y como otro profesor agarraba a Johan para llevarlos a la dirección.
—Señorita Wu, usted viene con nosotros.— Si, era lo que menos quería.
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—¡Perdón por llegar tarde! Cuando llegue a la escuela tuve un accidente y tuve que correr al baño y cuando vi ¡Me di cuenta de que la puerta tenía llave!— Con eso ya era la quinta vez que Anne se disculpaba por lo que paso.
