-Anda tu también a descansar- me dice Cristian. No es un ofrecimiento no, Es una maldita orden.

-No.

-No te pregunte si querías, Te di una orden.

-Y yo te estoy diciendo que no.

El se levanta de su asiento y viene hacia mi, Y como ya se que es lo que va hacer quito mi cara para que no me agarre. Pero es en vano por que termina agarrandome del mentón.

-Te estoy diciendo que vas a ir a descansar, Y no me interesa si quieres o no. Vas y obedeces mi maldita orden nathaly, Y si me vuelves a replicar lo que te dije en la oficina se va a ser realidad y me va a importar una mierda que Giovanni vea como me la mamas.

Siento la sangre acumularse en mis mejillas. Estoy muda giovanni nos está viendo y su mirada es de diversión. Yo solo me levanto y cuando voy a empezar a caminar Cristián me abraza por detrás, Haciendome sentir lo duro que está.

-Asi me pones cada vez que me llevas la contraria. Ahora ve y te acuestas a dormir si no quieres que agarre y te coja aquí en el sofá- dice en mi oído, y deja un beso mojado en mi cuello que le manda electricidad a mi cuerpo y se concentra en una sola parte- Ve que aún me debes el viaje de tu mami y el haberte cortado el cabello.

Me da una nalgada y yo empiezo a caminar sintiendo la humedad en mi centro.

¡Dios mío!. Yo quiero que me coja en el sofá y que haga lo que dijo en la oficina. ¿Que me pasa? ¿Acaso tengo el síndrome de Estocolmo?.

🔶️.

Cuando aterrizamos en italia ya es de noche. Bajamos las cortas escaleras y ahí esta un hombre esperándonos con una camioneta, Y un hermoso Lamborghini veneno negro. ¡Virgen Santísima de mis autos!.

Mi jefe saluda el chófer que está a un lado de la camioneta, Y por primera vez lo veo siendo amable. Ni cuando vio a su padre se le veía tan tranquilo. Veo como mi jefe se sube en el auto deportivo y se va con Giovanni.

-Vamos Lindas Damas- Nos dice el chófer. Subimos a la camioneta y el señor arranca.

-Maria, ¿Te puedo hacer una pregunta?.

-Si mi niña dime.

-¿Es idea mía o Cristián se ve más relajado desde que respiro el aire italiano?.

-No, No es idea tuya. Cristián en italia es otra persona bueno.. no deja de ser el pedante y prepotente que es pero si anda más relajado, como se crió aquí el lugar le da como paz. Cristián ama italia.

Asiento.

-¿Ahora te puedo preguntar algo yo a ti?.

-Si dime.

-¿A ti te gusta Cristián?.

-No, Bueno.. no sé es que es un malparido pero su físico me llama la atención y lo bueno que es para los negocios eso me encanta, Pero el me a tachado de puta y eso hace que lo odie.

-Tu le gustas, No te puedo decir en que plan pero si lo haces nunca lo había visto tan inquieto por una mujer. Cristián sufrió la pérdida de una mujer muy importante para el y desde entonces a sido un mujeriego y créeme cuando te digo que tu le interesas. No hemos tenido esta conversación.

Dice cuando la camioneta frena enfrente de una enorme mansión. ¡Dios santo es hermosa!. ¿Será de mi jefe?.

Entramos y si por fuera es hermosa por dentro es el doble, ¡Dios mío todo grita lujos!.

La nana me lleva a lo que supongo es la sala, Y veo a un señor de cabello negro con canas, Ojos negros intensos y sus facciones son marcadas y fuertes. Esta sentado junto a mi jefe, Giovanni y otro hombre. Están fumando.

-Ciao Bella.

Dice el señor mayor dándome un beso en el dorso de mi mano.

-Si que eres hermosa, Giovanni no exagero.

-Sueltala-Gruñe mi jefe.

-¿Estas celoso de tu padre?- Le dice el señor aún viéndome.

¿Su padre?.. Este señor debe ser el que lo crió  su padrino.

-Jodete Adriano.

-Hola, Soy Angelo Sorrento- Se presenta el hombre que los acompañaba, Es igual a su padre son muy bien parecidos.

-Hola, Soy Nathaly Petrova.

-¿Apeteces?- Me ofrece un habano el señor Sorrento desde su puesto. Voy a responder pero Cristián lo hace or mi.

-No. Ella no quiere, Nana llévala a donde va a dormir.

No lo contradigo y me voy con la nana, Conozco a Fiorella es una niña encantadora. Ahora estoy en una de la tumbonas acostada con Fiorella que me invitó a la piscina me prestó unos de sus trajes de baño que me quedan apretados y tapan apenas mis partes.

-Vamos- me dice Fiorella tirándose al agua.

Me viera mi madre bañandome a esta hora en la piscina, Me mataría.

Me tiró al agua, Dios está delicosa.

-Eres un muy linda, Y tienes un cuerpo se infarto. ¿Eres la novia de mi hermano?.

Yo la miro por que no se a quien se refiere.

-De Cris...

-No-La corto- soy su secretaria.

Ella asiente dudosa y empieza a nadar. Hago lo mismo y un rato después me salgo. Me quedo de pies viendo nadar a fiore que lo hace como experta. Me agarran por la cintura y siento como un pecho se pega a mi espalda. Cristián.

-¿Donde esta tu pareja lésbica?, ¿Dejaste a Fifirina con tu hijo?. Maldita mentirosa. Ahora me vas a pagar todo lo que me debes- dice en mi oído.

El Magnate NeoyorquinoDove le storie prendono vita. Scoprilo ora