A Fireproof Story | Jamie Dornan ©

Prólogo

Ashley Greene es una chica de 17 años que espera cursar la Universidad. Mandó solicitud a todas las que tuvieran programas de arte o estuvieran específicamente especializadas en artes. Y que estuvieran lejos de casa. A pesar de haber aplicado en varias, se decidió por una Universidad de Francia. En École nationale supérieure des Beaux-Arts.

La mas reconocida universidad de arte en París.

Aunque nunca obtuvo las mejores notas en el instituto donde se encontraba, logró pasar el examen, y como era de las pocas personas que lograron contestar un 98% de las preguntas pudo darse el lujo de escoger. Solo que hay un pequeño y minúsculo problema... Al llegar a Francia, fue a instalarse en un cuarto de la academia, pero la única habitación que podía ocupar debía ser compartida con una personal.

Con un chico. A ella no le molestaba en absoluto, porque en su casa compartía habitación con sus hermanos. Lo único que a lo mucho le llegaría a preocupar sería el desorden y desastre que éste pudiese ocasionar. Se aproxima a la recepción donde se encuentra una señora canosa, con pesadez se acerca gracias a sus maletas. Se dirige a la señora dando sus datos para que la busque en el sistema. Con una media sonrisa le responde.

--- Tu habitación está en el piso 9, en este mismo edificio. Aquí están las llaves cariño. ---Extiende el juego de llaves.

--- Gracias. ---Sonríe hacia la señora canosa.

Dio la media vuelta cargando sus maletas con pesadez, dirigiéndose derecho a un pasillo más. Donde empezaban unas escaleras de caracol oscuras. Solo pensar que tiene que cargar hasta el piso nueve. Arruga el gesto y comienza su caminata. Ashley sube las escaleras a paso lento. Y después de un mediano periodo de tiempo llega al piso que le mencionó la señora. A lo largo del pasillo va chocando con uno que otro chico que ronda por allí.

Logra llegar a la puerta de la habitación, baja sus maletas, y con la respiración agitada se apresura a abrir para entrar. Hasta que una chica más alta que ella y morena se le acerca mirándola insistentemente--- ¿Se te ofrece algo o...?

--- Oh, no, nada, sólo quería preguntarte si tú vas a dormir aquí. ---Señala la puerta. Ashley la entre abre asintiendo.

--- ¿Por?

--- No, nada, curiosidad. Se llama Jamie.

--- ¿Jamie?

--- Si, Dornan. ---Hace una mueca tratando de armar una sonrisa la chica.

--- Bueno, te dejo para que sigas acomodando y te instales. Y cuidado. ---Señala la habitación.

--- ¿Porque?

--- Bueno, cuando lo veas, sabrás de lo que hablo. ---Ashley entre cierra los ojos y observa a la chica darse la vuelta y caminar lejos. No presta atención y empuja la puerta para poder entrar, esta obscuro y por la tenue luz de la tarde que emana desde la ventana se da cuenta que no hay nadie. Pero el cuarto es un tiradero de cosas, hay muchos papeles tirados, y la cama del que se supone su compañero esta desecha. Hay incluso bóxers tirados, y muchos pantalones y camisas regadas por toda la habitación. Cree que a esto se refería cuando imagino volver a compartir habitación con otro chico. Solo que a éste no le va a gritar como a sus hermanos ni obligarlos. Pero de ser necesario, lo hará,

Las paredes son de un color marrón claro, hay un estante de libros vacío, y hay dos roperos. También en la esquina del cuarto hay un escritorio con una laptop color gris. Las cortinas son blancas, y el piso esta hecho de madera de un café claro. En la cama que esta ocupada por un par de mochilas y camisas, es la que esta tendida, así que deduce que esa es la de ella. Se apresura a quitar todo de la cama para poder acomodar sus cosas. Las mochilas las acomoda en los pies de la cama del chico. Y como si estuviera programada, comienza a limpiar la habitación, toma los papeles del suelo y los deshecha en el cesto de basura. Y para después de una media hora, el cuarto ya estaba mas presentable y decente.

Un sonido sobresalta a Ash, el viento que viene de la ventana hizo que un papel doblado volara de la mesa de noche que separa las dos camas. Se agacha para levantar el papel. Lo desdobla para admirar el pequeño dibujo que ahí se encuentra.

--- ¿Qué tu madre no te enseño a no hurgar en las pertenencias de los demás? ---La voz gruesa y grave resuena en la habitación, la puerta se ha abierto, y recargado en el marco de la misma se encuentra él. Ash se sobresalta y luce aturdida, sus mejillas están más que rojas y sus manos sudan y su estomago comienza a doler.

Con una sonrisa burlona pregunta él---: ¿Te comió la lengua el ratón hermosa?

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Hola!!!!

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Sofia González