Culpa a la copa y no a Wei Ying

Radiantemente imposible

~~~~~

Estupefacta, exacto, esas eran las palabras exactas de cómo se encontraba Wen Qing en ese momento.

Sus cejas perfiladas se arrugaban bellamente ante el descubrimiento, uno brillante, "¿Qué demonios...?" Se le escapó a Wen Qing de los labios en media voz después de haber examinado a Wei Wuxian por segunda vez.

Allí, dentro del cuerpo de Wei Ying un joven núcleo giraba de manera vigorosa, brillante, conectando cada parte del cuerpo del hombre con esa fuerza imparable justo como lo era él, eso era impresionante, el hecho en sí era tan sorprendente, así que soltándose por completo de aquella energía la joven sanadora dudó de todos los conocimientos que estuvo adquiriendo durante toda su vida, algo imposible ocurrió en Wei Wuxian, tan impresionante como "... Imposible..."

"Wei Wuxian realmente eres más que digno de elogio..." Declaró con un tono sorprendido, sin rendirse, sus ojos se cerraron volviendo a empezar el proceso de revisión del núcleo ~Un núcleo joven, pero nuevo~ Suspiró, empujando su propia energía hasta alcanzar el joven núcleo "Sin duda eres un hijo muy digno de Yunmeng Jiang" Susurró con su cara contraída por este gran dilema, su energía barría cada palmo siguiendo la energía del loto rojo, vibrante, exquisita, fuerte, que, jugueteando con ella, la llevó alrededor de todo el cuerpo, volviendo a ella para burlarse casi diciendo ~¿Lo ves? ¿Me sientes? Soy algo increíble ¿No? Juega conmigo porque estoy tan vivo como tu~ Wen Qing concluyó entonces, que aquella energía representaba demasiado bien a este hombre, tanto que incluso quiso golpear al cultivador sentado frente a ella por las burlas que su energía estaba cometiendo en su contra, aunque el dueño de la misma no sepa lo que su energía estaba haciendo allí adentro.

Mientras tanto Wei Wuxian el genio, se ha parado en el mismo escalón de incredulidad que la joven médica lleno con millones de dudas "Qingjie... Yo... No tengo explicación para esto, simplemente yo..." Sus palabras se cortaron ¿Cómo podía explicar este asunto? ¿Cómo?

A Wen Qing simplemente se le arrugaban las cejas levemente al escuchar el nuevo nombre que este chico irrespetuoso le estaba dando, aun así, no se siente con deseos de objetar, ella se siente agradecida porque esta persona es quien les brindó una oportunidad de sobrevivir en este momento tan crucial en el que las demás sectas caminan a la paz, esta paz que ella también deseaba que su familia alcance, mientras luchaban contra los cultivadores que estaban tratando de inculpar a los últimos de la sangre Wen de crímenes que no cometieron, aunque en este momento su mejor aliado está allí, delante suyo, frunciendo las cejas asombrado como ella por la sorpresa de su actual situación.

"Sinceramente Wei Wuxian, ni siquiera estoy segura de lo que acabo de sentir, sé que es real, lo sé, pero es..." Ambos sólo se miran momentáneamente sin poder concluir en algo, porque no se les ocurría nada que pudiese causar la generación de un núcleo nuevo en alguien que lo cedió, por lo que Wen Qing sólo atina a tomar notas mentales para agregarlas a su próxima investigación. "Tampoco sé qué debería decir..." Los dos sabían bien que era imposible que Wei Wuxian tuviese un núcleo, ella fue quien lo arrancó de su cuerpo a petición de él y ese tesoro se encontraba fuertemente aferrado al cuerpo de Jiang Cheng en ese momento.

Entonces ¿Cómo podía ser posible que ahora que una nueva gema preciada existiera en él?

La confusión en ambos es evidente, aunque ninguno tiene palabras para romper el shock por lo que el silencio sólo es interrumpido porque cerca de ellos Wen Ning jugaba con su pequeño sobrino Wen Yuan de dos años canturreando para contener al pequeño, a los ojos de Wen Qing y Wei Wuxian ambos no eran más que un par de niños conviviendo alegremente.

El pequeño inocente es feliz rodeado de los amorosos brazos de su familia que no duda en correr a los pies de Wei Wuxian mirando directo a los ojos plata del mayor deslumbrándolo con una sonrisa que sale pura de su alma alegrándolo al punto que le responden su sonrisa sintiendo una oleada cálida en su pecho que le hace inevitable levantar al pequeño para acunarlo dentro de sus brazos.