Eclipse de la Luna Blanca

Capitulo 18: Purificación

"¡Kagome!", Gritó Inuyasha con sorpresa. Tantas preguntas pasaron por su cabeza, la principal era por qué ella estaba aquí y cómo llegó aquí. Usando sonido apareció junto a Kagome momentáneamente sobresaltándola, ella sabía de sus habilidades, pero nunca pudo ver lo que él podía ver hasta ahora.

"¿Qué diablos estás haciendo aquí?", Le gritó agarrándola del brazo.

"¡Yo queria ayudar!" , argumentó ella liberando su miembro en un enojado bufido.

"¡Te juro que si Kisuke Urarara está detrás de esto, le meteré el sombrero en su maldita garganta!" Inuyasha dijo lívido, se puso a perorar sobre cómo iba a matar al dueño de la tienda lenta y extremadamente dolorosamente.

"No era él, fui a Karakura y le pedí a Yoruichi que me enseñara algunas cosas y me trajera aquí", le explicó Kagome, aunque todavía no calmó a su esposo arrancar, solo redirigió su enojo.

"¡Muy bien, entonces meteré el sombrero de Urarara en la garganta de Yoruichi!" , antes de que Kagome pudiera replicar, hubo un cambio repentino en la otra presión espiritual cercana. Ella no tenía que decírselo a Inuyasha, porque él había levantado su espada con una mano, para bloquear un golpe para el sternritter que habían ignorado hasta ese momento. Kagome se tambaleó un poco hacia atrás por la onda de choque.

"Buen intento, imbécil", dijo Inuyasha manteniéndolo alejado como si nada. El Quincy miró a la chica al lado del arrancar con la extraña energía espiritual proveniente de ella, determinó que ella era una posible amenaza y fue a atacar.

"Entonces esa chica es importante para ti", comentó Cang Du sin emoción.

"Atácala de nuevo y te arrancaré la columna vertebral", eso no era una amenaza, era una promesa. Puso más fuerza en su espada y arrojó el Quincy revestido de hierro hacia atrás. Inuyasha se paró frente a la mujer que amaba protectoramente, "Retrocede Kagome". El arrancar de orejas de perro disparó un cero a su enemigo tratando de mantenerlo alejado. Sintió que Kagome se alejaba más detrás de él y suspiró aliviado de que decidiera escucharlo por una vez. Su enemigo había esquivado el Cero y trató de rodearlo para atacarla.

"¡Oh, no, no lo harás!", Gritó cortando al Quincy, que trató de correr tras Kagome. Los dos se enzarzaron en una pelea de espadas en un solo lado, en su mayoría solo Inuyasha tratando de golpear y cortar el sternritter aparentemente impenetrable.

"Tus ataques son inútiles", dijo Cang sin ninguna expresión.

"Suena como algo que diría Ulquiorra", comentó Inuyasha para sí mismo, de repente el Quincy desapareció e Inuyasha ya sabía lo que estaba haciendo, lo siguió con su sonido. Cang Du trató de alcanzar a esa chica misteriosa con el poder desconocido, pero fue sorprendido cuando Inuyasha apareció ante él. Casi no sintió nada cuando el arrancar balanceó su enorme espada en un corte horizontal con toda su fuerza, pero en lugar de cortarlo por la mitad, se hundió en su piel de hierro y se atascó en su costado para disgusto de Inuyasha.

"Pies impresionantes, pero aún así no puedes cortarme", el severo trató de apuñalar a Inuyasha, pero el arrancar agarró la muñeca de su enemigo con su mano libre mientras aún mantenía su espada clavada en la carne blindada del enemigo.

"Compañero rancio, cierto", dijo Cang viendo como ambos estaban atascados; el Quincy no pudo apuñalarlo, mientras que el arrancar tenía su espada atascada por tratar de bifurcarlo

"No del todo", respondió Inuyasha con una sonrisa.

"¡No te muevas!" el sternritter volvió la cabeza para ver a la chica a la que intentó atacar apuntándole con un arco y una flecha anticuados, lista para disparar. No parecía haber ningún peligro para un arma tan primitiva, era casi ridículo.