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Al día siguiente Tweek y Craig regresaron a Colorado, Tweek con una gran sonrisa de enamorado y Craig con una ligera expresión de preocupación.

Después de su "momento lujurioso" Craig no dejo de pensar en el echo de que le haya quitado la virginidad a un muchacho que apenas conoce.

No quería que Tweek se ilusionara. El sabia muy en el fondo que no era bueno, que su pasado estaba lleno de errores sin embargo le gustaba Tweek. Le gustaba demasiado.

El taxi paro justo en la calle Stars 126, frente a un gran edificio , el lugar tenia un buen aspecto, era lujoso.

- Tu padre si que te amaba - expreso observando el departamento.

- Fue un regalo de cumpleaños - río el rubio - Por mis buenas notas , ya sabes.

- Si pero wow, tienes un propio mini fútbol - se asomó al juego para después agarrar las manijas - Esto será divertido.

Tweek se acercó a Craig para luego abrazarlo  por la cintura mientras que escondía su rostro en el hueco del cuello del mayor.  Craig sonrió para si mismo al sentir el tacto. Adoraba cuando Tweek era meloso.

- ¿En que piensas? - susurro el moreno.

- En ti.

Craig se giró para así quedar en frente de Tweek, lo tomo de las mejillas y se acercó a los labios del menor, con total suavidad beso los labios ajenos.

Se separaron lentamente. Tweek llevaba una ligera sonrisa en el rostro y eso le gustaba a Craig. Le encantaba.

- Creo que ya es hora de irme - susurro mirando su reloj - Mamá me matara cuando llegue a casa, ni siquiera eh pensado en mi argumento de defensa.

- No creo que te mate.

- Uno nunca sabe - tomo su maleta - Bueno vendre a verte mas tarde.

- Define mas tarde.

- No tengo idea.

- Yo iré si tu no vienes - amenazo Craig.

- En la noche.

Craig frunció el ceño con picardia- En la noche.

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- ¡Tu hijo escapo con otro hombre! - grito la mujer desesperada.

- Cálmate.

- ¡¿Que me calme?! - golpeo el pecho de su esposo - Todo esto es tu culpa ¡Todo!

- ¿Mi culpa? - El hombre tomo las muñecas de la mujer - Tu fuiste quien me hecho de la casa.

- ¿Y por qué te habré echado ? - escupió con rabia - No será por que andabas de soltero ¡Ha!  Menudo mujeriego saliste.

Golpe bajo.

El sujeto soltó las muñecas de la mujer y miro a otro lado, apartandola.

- ¿Que haremos?

Se limpio las lágrimas y saco un sobre de su bolsillo - Me dejo una carta antes de irse - le dio el sobre al hombre - Esta enamorado.

El hombre tomo la carta y la desdoblo con cuidado, antes de leerla le hecho una mirada a la dama. Comenzó a leerla en silencio.

- ¿Que tiene de malo? - cuestiono el hombre una vez que termino de leer la carta- Le gusta un chico ¿y que?

- ¿Y que? - la mujer río irónica - Recuerdas cuando el psicólogo dijo que Tweek no podía amar.

El sujeto quedo mudo.

- Tweek no ama el se obsesiona y lo sabes.

- Tienes razón... ¿Qué haremos?

- Pensé en mandarlo con su abuela a Italia, ya lo tenía todo preparado ¿Por que crees que lo mande a esas clases de italiano?

- Por que si es que se enamoraba el... Se iría.

- Exacto.

Los psicólogos vieron en Tweek algo muy grave, cuando su madre le contó que Tweek había golpeado a su exnovia por que ella quería terminar la relación decidieron hacerle un examen a Tweek. Tuvieron que darle pastillas para el olvido, hoy en día Tweek no recuerda haber tenido una novia.

A Tweek le gustaba tanto la chica, que el simple hecho de que ella se valla lo ponía loco, histérico, un maniático. Le gustaba tener el control sobre ella, era muy dominante. Tweek estaba enfermo. Los psicólogos dijeron que era mejor que el muchacho no se encariñara con alguien.

Tweek sabia de esto sin embargo el creía que ya estaba curado. Creía.

ClarosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora