Segundo libro trilogía: Dioses Terrenales.
"Y en la noche en la que cayeron los dioses un gran estruendo se escucho en los cielos, como si el Olimpo se revolcara en furia o mar Egeo sus aguas secara de desesperación, porque el día en que los dioses...
"Inocentes hasta que se demuestre lo contrario" Artículo 24.2 CE
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Dereck
Ha tardado demasiado
Tomó el impulso para agarrar el pomo de la puerta de mi habitación cuando Nath la abre de golpe. Niega con la cabeza y me arrastra a la planta baja desde la manga de la chaqueta. Doy un último vistazo a esa puerta. Quiero ir a ella.
Todos se han negado a retirarse, y a entrar en casa al mismo tiempo, así que de cierto modo aunque no están aquí nos siguen acompañando.
Las gemelas del mal, fueron las primeras en desaparecer diciendo que vendrían de ser requeridas. Ellys anunció que nos vigilará y esperaba vernos antes del juicio.
Toru por su parte nunca regresó.
Busca entre los cajones un poco frustrada. Cierro los que deja abiertos, cuando continúa abriendo más sin siquiera sacar algo de los anteriores. Respira un poco jadeante y tardo un poco más en notar que le tiemblan las manos.,
—Pequeña... —Sujeto sus palmas cuando abre el cajón de los cuchillos.
—Debe tener hambre —Se suelta de mi y vuelve a primer cajón— No recuerdo si prefiere blanco o centeno, —Saca todo el pan que hay en la alacena, especias e incluso el pan rallado— Café — Dice con obviedad—, el café siempre le ha gustado. ¿Instantáneo? o¿ de greca? Se que azúcar no llevaría— pregunta sacando un par de frascos más de la alacena y llenando el mesón de objetos: tabla para picar, cucharas y me encantaría saber para qué quiere un cortador de queso.
—Nathalia —Esta vez dejo mis manos en sus mejillas. suspira con inmensidad y sus ojos se inundan al instante —Respira, anda tu sabes como hacerlo.
—No recuerdo que le gusta —Lloriquea un poco y limpio las lágrimas de sus mejillas.
El golpeteo en la ventana llama mi atención. Blade señala mis manos y puedo escuchar su voz en mi cabeza "Esas manos". las apartó en son de paz y tras una mirada reprochante de Nath y un beso al aire de blade y un guiño vuelve a desaparecer.
—Calmate — La guió un par de pasos atrás y termina sentada sobre el mesón de la isla y estando así un poco más alta— Habla conmigo yo le haré la cena.
Asiente y le doy la espalda.
Tome el café molido y pongo una greca bastante cargada. devuelvo las cosas en su lugar y busco algo de ensalada fresca y un bistec para parrillar.
—Ha vivido un infierno, su cuerpo, las marcas — Balbucea y los recuerdos de su cuerpo al sacarla del agua me patean la retina.
—La he visto.
—Yo le dije cosas horribles aun así después la golpeé —Marco un poco la ternera, poca sal y después vuelvo mi mirada a Nathalia.
Mira sus manos: de derecho y de reverso de forma repetitiva.
