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Mi teléfono sonó aquella mañana antes de lo común. Por suerte ya me encontraba lista para ir a trabajar. Tenía el uniforme puesto y sobre la parte superior una sudadera para el frío.

Con un café en la mano llegue hasta el parque el cual estaba bastante tranquilo a aquellas horas.

El día anterior lo había pasado finalmente con Buck, después de aquel beso la situación fue subiendo poco a poco y lo que empezó como un simple beso acabo en caricias en el sofá.

Me daba algo de cosa verle aquella mañana. ¿Pasaría de mi? ¿La cosa seria rara? Apenas pensé en lo atraído que Buck se sentía por esa mujer... Abby. Y de repente yo me había metido entre medio de ambos. Pero bueno, no eran nada... Solo amigos o algo así.

Unos brazos me sacaron de mis pensamientos y de repente ya no tenía el café entre mis manos. Sentí un beso en la mejilla entonces me giré hacia Buck el cual bebía tranquilamente de mi vaso.

– Sin duda los cafés de la máquina están mejor.

– ¿Sabéis algo del capi? –Hen entró algo preocupada mirándonos a ambos.

Después de hablar y saber que ninguno habíamos sabido nada de Bobby desde que nos separamos después de la llamada del avión. Decidimos ir a su casa pues era bastante extraño que a aquellas horas no estuviese allí y menos aún que no hubiese contestado a las llamadas de ninguno de sus compañeros.

Con el Jeep de Buck, llegamos hasta el edificio donde se suponía que vivía el capitán. Subimos hasta su planta y paramos frente a la puerta.

Hen llamaba a la puerta mientras gritaba su nombre y mientras Buck le dejaba alguna que otra llamada.

– ¿Había desaparecido así alguna vez? –Pregunté mirando a mis compañeros.

– No. No sé mucho de esta historia, antes de que tomase los mandos del parque. Solo que se está rehabilitando.

Buck volvió a llamar y dentro de la vivienda se escuchó el teléfono sonar lo que indicaba que seguía dentro.

– Voy a tirarla abajo. –Buck se echó hacia atrás para coger impulso.

– Para Hulk. No queremos romper puertas. –Coloqué mi mano sobre su pecho frenándole.

– Bobby y yo nos dimos llaves. –Comentó Hen abriendo.

Lentamente y con cautela nos adentramos en la casa. Era extraño pues estaba desierta pero aún así la mesa estaba preparada para cuatro personas. En el dormitorio Bobby se encontraba tumbado boca abajo junto a botellas de alcohol.
Le llamamos un par de veces pero no hacia caso por lo que siguiendo las instrucciones de Hen, lo metimos bajo la alcachofa de la ducha y abrimos esta.
Lentamente volvió en si y lo primero que pudo observar fue nuestras tres cabezas asomadas a través de la mampara.

Después de que se cambiase y secase, nos sentamos en el comedor.
Aunque yo me quede preparándole una sopa. Sentía que era lo que mejor podía caerle en aquel momento y era algo que siempre había en todas las casas.

–¿Cuánto tiempo llevabas? –Preguntó Buck.

– 546 días. –Deje el plato frente a él.– Gracias Allison.

Negué sonriéndole y me senté junto a él.

– Ese accidente fue durísimo. –Siguió Buck.

– Todos tenemos un límite. –Añadió Hen.– ¿A quién le hacías la cena? Hay cuatro platos.

Hen realizó aquella pregunta sabiendo que tanto Buck como yo teníamos la misma duda en la cabeza.

– No lo sé, estaba borracho. –Se quedó en silencio antes de mirarnos a todos.– Me pondré bien. Ha sido puntual, lo prometo. ¿Vale? Estoy bien. Siento que hayáis pasado por esto.

What's Your Emergency? || Evan Buckley //ACTUALIZACIONES LENTASWhere stories live. Discover now