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Capítulo 184: Puntos extra

Cuando llegaron al coche, la lluvia exterior se hizo más intensa.

Las gotas de lluvia seguían cayendo sobre los cristales del coche y el cielo estaba nublado.

El coche estaba estacionado a lo lejos y aún no había arrancado.

Xu Chengyan se apoyó en la ventana del coche y miró en dirección al cementerio.

Habían pasado cinco años desde aquel accidente de coche.

No había forma de que pudiera retroceder en el tiempo y cambiar todo.

Lo único que podía hacer era vivir bien.

Después de un largo rato, Xu Chengyan se volvió hacia el conductor y le dijo: "Vuelve".

El coche arrancó y se dirigió hacia el hotel.

Los dos descansaron en el hotel durante la noche y regresaron al día siguiente.

He Yang regresó a la ciudad del sur, mientras que Xu Chengyan volvió al estudio y tuvo que seguir rodando.

Todavía había muchos paparazzi en el estudio, pero como el jefe de la familia He ya no estaba, los paparazzi llevaban mucho tiempo en cuclillas y ya no podían conseguir una foto de ellos juntos.

Xu Chengyan también estaba ocupado y pasaba la mayor parte de su tiempo en el estudio, con menos tiempo para descansar.

En un abrir y cerrar de ojos, el nuevo drama estaba finalmente terminado.

Xu Chengyan volvió a Ciudad del Sur y se tomó un pequeño descanso.

Cuando el avión aterrizó, Xu Chengyan volvió directamente a la vieja mansión.

El mayordomo se sorprendió ligeramente al ver regresar a Xu Chengyan y preguntó: "¿No regresará el señor Xu mañana?".

"Es un día antes". Xu Chengyan entró al salón.

Qiqi seguía durmiendo en el sofá, pero cuando oyó la voz de su maestro, se levantó de un salto y se abalanzó hacia él.

Xu Chengyan se puso en cuclillas y abrazó al gran perro, frotándole la cabeza.

El pequeño Wen oyó la conmoción y también corrió hacia allí.

Sin embargo, Xiao Wen no era tan activo como Qiqi, así que cuando vio que los brazos de su maestro ya estaban ocupados por Qiqi, se sentó tranquilamente a un lado, moviendo la cola.

Cuando Xu Chengyan terminó de abrazar a Qiqi, y volvió a abrazar a Xiao Wen.

Después de no verlo durante unos meses, el pequeño Wen parecía haber engordado un poco, y su pelaje era muy suave y brillante, por lo que estaba claro a simple vista que había comido y dormido bien en casa todos los días.

Xu Chengyan abrazó a Xiao Wen, miró a su alrededor y preguntó: "¿Dónde está He Yang?"

"Todavía en la empresa, supongo que no volverá hasta la noche".

Xu Chengyan asintió y dijo: "Tío Wen, no le cuentes mi regreso de antemano".

Xu Chengyan volvió a subir a su habitación para descansar.

El mayordoml se quedó entonces en el salón y siguió ocupándose de las tareas.

A las siete de la tarde, He Yang finalmente regresó.

He Yang no sabía que Xu Chengyan había regresado antes, y en cuanto entró en el salón, olió la fragancia que emanaba del comedor.

He Yang caminó hacia el comedor y de un vistazo, vio una mesa llena de grandes comidas y casualmente preguntó: "¿Por qué hiciste tanto?"