—Pero...

—Pero nada, por cierto, de la tienda de vestidos nos vamos directo a la peluquería para que nos arreglen, nos encontraremos con Charlotte también, así que tendrás que ir sola a la plaza, porque no nos dará tiempo de regresar a buscarte.

Sin más, se dirigen a la puerta y se pierden.

Decido no hacerme problema y mientras escucho música me dispongo a buscar la escalera vieja que tenemos para poder alcanzar la puerta del ático y buscar el famoso vestido. Trato de colocar bien la escalera, pero es demasiado inestable, sin embargo, no puedo esperar más y decido subirme.

Logro subir sin problema hasta el quinto escalón, y siento que me tambaleo demasiado, pero decido continuar, y cuando trato de poner mi pie en el 6to escalón, siento que todo mi cuerpo se tambalea a la derecha y la escalera se cae. Solo alcanzo a cerrar los ojos y esperar mi final.

«¿Ahora si me morí?»

Al instante siento una mano en mi cintura y otra por detrás de mis rodillas. Empiezo a abrir los ojos y veo a Kiral que me está sosteniendo algo preocupado. Nos quedamos viendo por un buen rato, pues del susto que tuve, ni siquiera me puedo mover.

Sin embargo, mi mirada deja de centrarse en Kiral cuando enfoca a Ahmed que se encuentra al fondo del pasillo, el cual parece que está buscando a alguien. Supongo que me estaba buscando a mí, pues cuando me mira, viene de inmediato y lo noto algo enojado.

—¡¿Qué carajos haces idiota?! — me arrebata de los brazos de Kiral y me sostiene.

—N-nada, solo intentaba ayudarla, casi se cae y ...

—Si, claro, lárgate — dice y de inmediato Kiral obedece.

No me gusta su actitud pues Kiral no hizo nada malo, solo me ayudó.

—Antes de que te vayas—Kiral me regresa a ver —Gracias, si no fuera por ti, ya estaría muerta. —Le sonrío y me devuelve la sonrisa.

Cuando se va, regreso a ver a Ahmed y este no para de fruncir el ceño.

—Puedes bajarme, gracias. —Digo y lo hace despacio.

—¿Por qué siempre que te encuentro estás metida en un problema o a punto de morir?

Lo dice muy serio y por un momento estoy a punto de pedirle perdón, pero me detengo cuando esboza una pequeña sonrisa que trata de ocultarla, pero lo descubro.

—No te enojes, porque según mi madre, si frunces tanto el ceño, te arrugas y envejeces más rápido. — Pico con mi dedo en sus costillas y este termina por soltar una carcajada — ¿Vez que no es difícil sonreír un poco?

—Está bien, está bien, pero dime ¿Qué hacías aquí? y sobre todo ¿Cómo terminaste en brazos de ese ... de ese tipo? — mira la escalera tirada.

—Trataba de alcanzar la puerta del ático y me caí de las escaleras, por suerte Kiral me atrapó, si no, hubieras encontrado mi cuerpo tirado aquí...por cierto ¿Cómo entraste a la casa?

—Con las llaves que tienen bajo la maceta de la puerta. — asiento recordando habérselo dicho una vez— no respondías y me preocupé, pero bueno ¿Qué necesitas del ático? ¿Te ayudo?

—Si por favor.

Recoge la escalera y la posiciona mejor de lo que yo lo había hecho antes, sin embargo, la sigue sosteniendo, supongo que por si acaso.

—Sube, busca lo que tengas que buscar, yo sostengo la escalera.

Le hago caso y subo de inmediato, esta vez sin temor a caerme. Busco entre tantas cajas y cuando estoy a punto de darme por vencida lo encuentro, el famoso vestido rojo que mi hermana usó una sola vez en su vida y lo dejó tirado por ahí con unos descosidos que le había hecho en un ataque de rabia.

Se Paciente Conmigo |TERMINADA|حيث تعيش القصص. اكتشف الآن