Tartali versión Conalep

Un perro llamado Federico

Childe estaba estresado y la parte de abajo de su pluma sufría las consecuencias, delante suyo, su compañero se había resignado a pedirle que parara de golpear su asiento y solo esperaba a que el peli naranja dejara de hacerlo pronto. Por una parte no entendía una mierda de lo que hablaba su profesor de química y mucho menos los ejercicios escritos en la pizarra que se supone que debería estar resolviendo, todo lo que ha hecho desde que inicio la clase es anotar lo que dicta el maestro y a rezar mentalmente para que a este no se le ocurra pasarlo al frente a resolver las ecuaciones  -ahora se da cuenta de que tal vez y solo tal vez saltarse las clases para irse a jugar retas que nunca ganaba con Scaramouche no es la mejor idea-

Voltea a ver a Aether con celos porque a pesar de que se haya saltado varias clases con él aún podía resolver los ejercicios con facilidad, entonces el rubio le devuelve la mirada y le sonríe con malicia, burlándose porque sabe que él no podía entender nada de lo que salía de la boca del profesor, claro que como Xiao -su ''casi algo'', como el rubio le decía - le explicaba todo y hasta le hacía la tarea no tenía que preocuparse por nada

Tal vez también debería conseguirse un novio, necesitaba a alguien inteligente que le ayudara con las clases que estaba fallando y le hacía falta afecto urgente de alguien que no sea su mamá.

Lo que lo llevaba a su otra causa de estrés, San Valentín era apenas la próxima semana y el aún no se le había podido confesar a su crush.

No es como si no lo hubiera intentado antes, porque sí lo había hecho, vaya que lo había hecho, no está seguro pero sabe que desde su segundo fallo de confesión Aether empezó a contarlos a forma de burla en las notas de su celular, en una sección especial y fijada que estaba catalogada como ''patito feo'' , estaba más o menos seguro de que ya lo había hecho unas 5 veces y en ninguna había dado resultado. 

Recuerda vergonzosamente la vez en la que le dedicó a Zhongli la canción de amor más obvia del mundo y este solo le respondió que sí, que la canción era muy linda y que se tenía que ir porque aún no había acabado la tarea de literatura. 

También recuerda al rubio mencionando lo que ocurrió en cada maldita conversación que tenían con alguien más, hasta ahora todos los que sabían que se había puesto en ridículo ese día eran Kaeya y como el moreno era un chismoso también sabía su novio Albedo, Aether se lo cuenta a su ese entonces novio y este se lo termina contando Kazuha, pensó que el peli blanco era más respetuoso y la cosa quedaría ahí pero recuerda que una vez que lo hizo enojar tanto que este se lo contó a todo su grupo de amigos, así también terminó sabiendo Gorou, al final este mismo se lo había dicho a Itto una vez que habían salido todos por esquites.

Tal vez sus fallas tenía que ver con que aún siendo alguien de preparatoria y 18 años de edad  Zhongli parecía ser tan ajeno a todo lo demás que simplemente no podía captar cuando alguien le tiraba la onda, aka Childe, que había estado enamorado de él desde que tenían 15 años. 

Pero esta vez no iba a fracasar, estaba seguro. 

En vez de poner atención a la clase se puso a pensar en que podía hacer para que esta vez no hubiera errores, como el adolescente responsable que se interesa por su futuro que era.

Pensaba en serpentinas por todos lados, globos y quien sabe, podía pagarle a sus amigos para que hicieran una coreografía de alguna canción de Chayanne de fondo, de mientras el iría bailando salsa -que no sabía bailar salsa, pero en su mente él puede hacer lo que se proponga- hacía Zhongli y entonces lo agarraría por la cintura, se quitaría la rosa que no sabe en qué momento llego a su boca y le pediría ser su novio.

En su mente Zhongli le decía que si y se besaban mientras fuegos artificiales en forma de corazón salían de fondo, sin embargo en la vida real el maestro golpea con una regla su escritorio para que pusiera atención a la clase

───Joven Ajax, si no va a poner atención a la clase le voy a pedir que se retire, ¡realmente ni siquiera se que hace aquí!───  Ahora el maestro limpio (como lo había apodado el salón solo porque era calvo) apuntaba con su regla de madera a la puerta, en situaciones diferentes intentaría convencerlo sobre que lo dejara quedarse pero en ese momento no le importo mucho perder la clase, de todos modos no estaba entendiendo y luego podía pedirle los apuntes que dejó de tomar hace tiempo a alguien.

Antes de salir por la puerta voltea una última vez para ver a Aether intentar aguantarse la risa, tirado en su pupitre mientras se sostenía la panza. Esto no pasa desapercibido por el profesor, que se dirigió también al lugar del rubio.

───¿Hay algo que encuentre gracioso, joven Aether? ─── ahora podía irse con la cabeza en alto, riéndose internamente al ver que ahora su amigo estaba en problemas.

Camina tranquilamente por los pasillos de la prepa hasta que recuerda que las clases no han acabado y que su mamá sigue en su casa.

Si llega como si nada ella le iba a preguntar porque no estaba en clases, entonces él se pondría nervioso y se pondría a tartamudear haciendo que le descubrieran la mentira, entonces le terminaría contando que lo sacaron de la clase por no poner atención y ella se enojaría y después lo castigaría haciéndolo cuidar de sus hermanitos por las siguientes dos semanas, lo sabe porque no es la primera vez que le pasa.

Estaba seguro de que un Teucer babeando en sus ropas no estaba en su plan brillante para confesarse, tampoco una Tonia reventando globos por todo el lugar mientras saltaba encima de estos o un Anthon llorando porque de alguna manera imposible se había logrado lastimar. 

O bueno, quien sabe, tal vez podría ponerlos como un factor de ternura para que Zhongli viera el ser tan lindo y gentil que era y cayera directo a sus brazos.

Pero al mismo tiempo ¿qué tal si Zhongli quedaba tan fascinado por la ternura de sus hermanos que terminaba olvidándose de su presencia? 

No, ni de loco se quedaría cuidando de sus hermanos como castigo por no estar en clases.

Entonces decidió sentarse en una de las bancas que estaban en el parque al frente del lugar, entonces ve a el perro más pequeño y tierno a lo lejos y le hace señal para que se acerque, cuando lo hace lo acaricia por la cabeza mientras lo llena de mimos y piensa en cuanto quiere un perro el también, después llega una señora con un muy mal corte de cabello y lo mira como si hubiera hecho la cosa más despreciable del mundo, después se lleva al perro con una correa mientras lo llama ''Federico'' 

Solo puede pensar en que momento a alguien se lo ocurre llamar a un perro Federico antes de revisar la hora en su celular.

8:23 

Sus clases acababan 10:40

Procede a tirarse en el pasto y pensar en miles de otros nombres geniales que él le pondría a un perro si le dejaran tener uno y porque Federico nunca podría ser uno de ellos.

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¿sus maestros también le pegaban a sus escritorios o a la pizarra cuando alguien no ponía atención o mi profe de música si tenía problemas de ira? 

No sé, si alguien del conalep llega a ver esto no me hagan nada porfa, solo es humor.