adicción (Five)

capitulo 30

-Valentina te presento a Dagmar, mi mujer, Dagmar, te presento a Valentina, mi hermana.- dije tranquilo aún abrazando a Vale por la cintura de costado, Dami me miró sorprendida pero luego sonrió y se acercó a nosotros para abrazar a la rubia que tenía a mi lado.

-Un placer conocerte…

-digo lo mismo Dagmar, eres muy bonita.-La castaña le regaló una dulce sonrisa, esa sonrisa que me enamora cada día más.

-dime Dami, Valentina.

-y tu dime Vale.- ambas se sonrieron y aclaré mi garganta para recordarles que sigo allí, Dagmar río y se acercó para dejar un beso en mis labios, se quiso alejar pero la tomó de la cintura y la jale hacia mi haciendo que choque contra mi entrepierna.

-no vas a ningún lado.- susurre contra sus labios y la bese apasionadamente.

-Sigo aquí hermanito…

Me aleje de Dami y sus mejillas estaban rojas, mi brazo serpenteo por su cintura, deposité un beso en su frente y luego entramos a la casa.

Dejé a Valentina con mi madre luego de cenar y contarles todo lo que pasó, luego de unos minutos subí al cuarto para cambiarme.

-Debes estar agotado.-suspiro mientras acariciaba mi espalda.

-un poco pero de igual manera esta noche quiero hacerte el amor…

-¿Enserio?.- sonrió coqueta y retrocedió hasta la cama, avancé hacia ella y ambos caímos al colchón.- hazlo entonces..

-serás mi muerte…

Reí y comencé a besar su cuello, justo en su punto dulce haciéndola gemir, mis manos quitaron hábilmente su ropa y la mía igual.
Me alineó en su entrada y comencé a rozar contra ella.

-por favor..

-solo porque te ves jodidamente preciosa así..- gimió cuando la embesti de golpe haciéndola retorcerse, permiti que se adaptara para luego comenzar a empujarme dentro y fuera de ella mientras nos besamos lentamente, mis manos recorrieron su cuerpo y las suyas profundizaron el beso mientras gemía en mis labios.- te amo hasta con mis huesos.

-yo a ti.- me sonrió y seguí moviéndome contra ella.- ¿Puedo montarte?

-¡Carajo! Claro que puedes petit.- cambiamos de posición rápidamente y sus caderas bajaron contra mí longitud hasta tomarlo todo, gemimos y mis manos apretaban sus tetas para evitar que se movieran, sus movimientos me volvian loco y me hacían sentir en el puto cielo.- Mierda…

-Me voy a correr…- gimió mientras sus manos se deslizaban contra mi pecho, sus labios atacaron mi cuello y empezó a brincar rápidamente contra mi, sabía que sus labios estaban dejando marcas en mi piel y la toma de las nalgas para luego golpearlas hasta dejarlas rojas carmesí.

-una puta diosa..- gemía y gemía, su cabeza cayó hacia atrás y me sentí satisfecho cuando nuestros jugos se juntaron.- serás mi muerte Dagmar…

-Tu eres mi vida y mi muerte.

Sonrió y tomó sus mejillas con mis manos, mis labios besaron los suyos, nuestros cuerpos sudorosos permanecían cerca, sintiendo el calor del otro, así, nos quedamos observándonos sin decir nada y fue tan maravilloso.

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Dagmar
Estoy desayunando junto a la familia Vega, han pasado dos días desde que Valentina, mi cuñada, está con nosotros, me tomé el tiempo de conocerla y sin dudas me ha impresionado, se parece un poco a Ámbar.

Ambar, te extraño tanto...

-¿Cómo es que conociste a mi hermano Dami?.

-Pues… digamos que yo trabajaba para él.- Suspiré con una sonrisa pícara en mis labios, Five me miró pero no dijo nada sino que bebió un sorbo de su café.

Valentina se rio y ambas continuamos desayunando. Hoy es un día tranquilo aunque volaremos a México para pasar unos días en las playas de allí. Marina está feliz de tener a sus hijos unidos nuevamente y por tenerme junto a Five, sin dudas es la mujer más dulce y buena que conozco, siempre tiene algo para decir y tiene el espíritu joven, le gusta viajar, conocer el mundo, bailar, cantar y por sobre todo pasar tiempo en familia. Sin duda estas personas son mi nuevo hogar.

-Iré a ver si todo está en orden…-mencionó la mujer mientras se levantaba de la mesa, su vestido con un estampado floral se balanceaba con la brisa que ingresaba por las puertas corredizas del balcón, sus sandalias de playa color amarillas hacen juego con su collar y aretes.

Valentina y yo decidimos ponernos unos shorts y blusas un poco transparentes, tenemos que estar cómodas ya que el vuelo es largo. Five viste su habitual traje, aunque ayer se había puesto pantalones cortos. Todo un mafioso.

-Creo que iré a ver a mamá.- asentí y se levantó para irse por el ascensor.

Estábamos solos y aproveche para levantarme y sentarme en su regazo, seguía ignorándome por culpa de su celular, parecía cansado pero luego una de sus manos se posó en mi espalda baja y sonrió.

-¿Cómo puedes ser tan hermosa?

-no lo sé ¿Tu por que lo eres?.- dije sonriendo y mirando sus ojos tan hermosos.

-¿Soy hermoso?

-un dios griego amor.

Iba a besarme pero en ese momento justo en ese momento salí corriendo hacia el baño donde caí de rodillas frente al excusado, vomité y tiré la cadena para que toda esa mierda se fuera. Five estaba preocupado en la puerta hasta que finalmente la abrí, me abrazó y yo a él.

-Comí demasiado, aparte viajar no es lo mio y son los nervios..

-si quieres te llevo a un doctor.. no quiero que te suceda nada amor.- me tomo por las mejillas y negué con mi cabeza

-Estoy bien.- asintió un poco desconfiado y me besó.

-Sabes a frutas y zumo de naranja.- río y voltee los ojos 

-acabo de vomitar es obvio...

-Me alegro que estén aqui, hay que irnosss…

Dijo Valentina desde el final del pasillo mientras nos miraba. Asentimos y dejo un corto beso en sus labios para correr junto a Vale.

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Lxsss amo