Fake Bad Girl [𝓛𝓲𝓢𝓸𝓸] •COMPLETA

𝖢𝖺𝗉𝗂𝗍𝗎𝗅𝗈 𝟢𝟪. 🍡

La mirada de Lalisa se encontraba perdida entre las letras que trazaba sobre su cuaderno de literatura, y estaba tan concentrada que todo a su alrededor había pasado a segundo plano y había dejado de importar estando solo ella, el papel y el bolígrafo que utilizaba.

Al terminar de escribir parecía que había regresado a la realidad en la cual sus compañeros se encontraban hablando entre ellos y la profesora dando algunas indicaciones sobre la actividad que debían de estar realizando.

Dejó el bolígrafo de lado y se quitó sus anteojos restregandose los ojos mientras bostezaba, tenía algo de sueño luego de haber pasado casi toda la noche hablando con JiSoo.

Luego de haberla sacado del instituto habían dado vueltas por un parque cercano, y Lalisa se había animado a pedirle el número a la surcoreana, quien se lo dio sin preguntar mucho.

Regresó a su casa y comenzó a hablar con JiSoo de algunas cosas poco importantes, desde gustos musicales hasta las materias favoritas del instituto, nada del otro mundo, pero que de cierta forma hacía a la tailandesa sentir feliz, aún después de lo que la mayor había causado.

— Liz. — la voz de Rosé la hizo voltear a ver — ¿Ya acabaste?

— Sí. ¿Y tú?

— No entiendo. — hizo una mueca — O sea, si entiendo, pero no quiero hacerlo. — bufó mirando de mala gana su cuaderno.

— Es sencillo. Más de lo que crees. — sonrió divertida.

— Dilo por ti. Ayúdame. — pidió con un mohin.

— Bueno... — la tailandesa miró hacia la profesora quien revisaba el trabajo de dos de sus compañeros y luego dirigió su mirada hacia la salida del salón.

JiSoo iba pasando, con esta vez, el uniforme completo y Lalisa podía asegurar lo bien que se veía con falda. Su cabello azabache suelto, una chaqueta gris y un cigarrillo entre sus labios, no sabía que hacía con el en medio de los pasillos del instituto, pero de cierta forma, se veía bien. JiSoo sintió su mirada pesada y volteó a verla, indiferente, solo hizo un movimiento de cabeza y continuó su camino.

Lalisa se sentía en una especie de trance, y es que de alguna forma que ella no se podía explicar, la presencia de JiSoo causaba demasiadas emociones juntas en su interior y aquello siempre la dejaba en un extraño estado de mareo.

— Lalisa. — la voz de la neozelandesa la hizo regresar a la realidad y la volteó a ver — ¿Ella te acaba de saludar o yo estoy loca?

— Eh... no, ella... — ni siquiera sabía que decir, no tenía ninguna excusa. Sólo asintió.

— Ayer te hizo pasar vergüenza frente a todos en la cafetería y ahora te saluda, ¿quién se cree? — bufó tensando todo su cuerpo.

— No debes preocuparte, Rosie, ella y yo hablamos, todo está mejor. — aseguró con una sonrisa.

— Lalisa, tienes que entender que JiSoo no es una buena persona para ti, lo que hizo...

— Ya se disculpó, sus amigas o lo que sea la obligaron.

— Lalisa... — insistió, pero ella solo negó.

— JiSoo es agradable. Creo que todo estará bien, incluso podremos ser amigas. — dijo con notable emoción en su voz.

— Bien. — suspiró, rendida — Pero si ella te hace algo u ocasiona algún problema te juro que...

— Ya entendí. — le cortó — Ahora, terminemos esto, ¿si? — Roseanne asintió y se dispuso a terminar el trabajo.

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La hora de salida llegó y Lalisa se encaminó a la salida trasera del instituto, lugar en donde se vería con JiSoo para irse ambas a sus respectivas casas.

Al llegar la vio fumando e hizo una mueca, aquello no le terminaba de agradar. Cuando JiSoo la vio tiró el cigarro y lo pisó para luego ponerse la mochila al hombro.

— ¿Vamos? — hizo un ademán y la tailandesa se acercó entrelazando su brazo con el contrario.

— Hoy debo pasar a comprar algo que mamá pidió. — avisó comenzando a caminar.

— Bueno, entonces iremos a la tienda.

Lalisa soltó una risita y una pequeña sonrisa se dibujó en los labios de su contraria, quien solo negó e hizo su cabello hacia atrás con un movimiento de cabeza; Lalisa era demasiado inocente.

Roseanne las observaba desde lejos con BamBam y Jackson al lado, sabía como era  la tailandesa y lo fácil que era que se encariñara con alguien, y en serio quería evitar que saliera lastimada.

— Estará bien. — aseguró BamBam al ver la mueca de preocupación en la neozelandesa.

— JiSoo es mejor de lo que todos piensan, lo sabemos. — dijo Jackson.

— Lo sé. Pero ésa no es la chica que yo conocí hace dos años. — suspiró y apartó la mirada para comenzar a caminar.

— Lo sea o no, jamás le haría daño a Lalisa. — afirmó Jackson.

— Eso espero, porque no sé qué haré si lo hace.

BamBam y Jackson se dieron una mirada, no estaban tan seguros de aquello, pero solo esperaban no estar equivocados, no podían estarlo. Por el bien de la sanidad mental de la tailandesa.