Capítulo 2 Al fin: Probando cosas nuevas...

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Bueno, una vez pasado todo lo anterior, el curso termino y yo me prepare para entrar al 2º año.


Entramos, primer día, uff fue muy genial volver a ver a mis amigos de nuevo, fue algo muy emotivo, ya los extrañaba y si como era de esperarse, Rigoberto estaba parado en la puerta principal de la escuela, esperándome con un enorme abrazo y entusiasmo por verme, parecía que no hubiera visto en mucho tiempo, yo sabía que el mentía, que no se cambiaría de escuela, que seguiría aquí.


Yo veía a Gozan todos los días, pasaba frente a mi salón y no me volteaba a ver, como ya había dicho, era como si no existiera, eso no era lo malo, lo peor era cuando lo veía pasar frente a mí con la que ahora sería su novia y la que era mi peor enemiga. ¿Por qué?, porque a mí me tenía que pasar eso, había rechazado a alguien por quién creí sentir algo, a alguien que en cierto modo, me gustaba y que terminaría saliendo con una persona que odiaba, porque.

Trate de disimular, la obvia atracción que sentía por él, y decidí enfocarme en ser una mujer "normal", a la que le gustaba solo la ropa y platicar, que se portaba bien, hablara con educación, en fin, una mujer que se portara como mujer. Yo sabía que a la larga esto de ser "de muchos novios" me traería muchísimos problemas, físicos, psicológicos y sociales, y mi mayor temor eran los psicológicos, sabía que si me enamoraba de alguien, con quien simplemente, no se daría una relación, me volvería loca.


Quise pedir ayuda, pero mi estúpido problema, es que me importa mucho lo que los demás piensen de mí, no me preocupaba por mí, sino por los demás, el que dirían, o el que pensarían, me atemorizaba más que aquellas películas de zombis que estaban de moda en aquellos tiempos. Ese era mi maldito defecto.


A Rigoberto, todavía lo veía como un amigo, la verdad ese cariño que le sentía, no me alcanzaba para sentir algo más por él, yo no quería que nuestra amistad terminara, pero así, de repente de un día para otro, nos distanciamos, el en lo suyo y yo en lo mío, solo le hablaba por que iba en mi especialidad técnica de la escuela, pero ya no actuaba conmigo como antes, yo pensé que eso era definitivo, "pensé".


Ninguno de mis amigos sabía que yo había tenido una "aventura" con Gozan, ni tampoco sabían lo de Beto, pero claro no se los ocultaría toda la vida, cuando supieran que me moría de rabia al ver a Gozan con esa tipa con la que andaba, y no quería que se enteraran, por mi estúpido defecto. Ahora me pregunto, ¿A quién mierdas le importa lo que yo haga con mi vida?, si es mía no de ellos, quisiera haber pensado así cuando iba en la secundaria.

En fin, para esto comenzó a gustarme mucho el tercero en mi lista, obvio no era planeado, pero me enamore de Giovanni Javier, era perfecto, sonrisa perfecta, cara perfecta, cuerpo perfecto, cabello, ojos, mirada, hasta en su forma de vestir, y cada vez que me hablaba sentía cosas hermosas en el estómago, pero no todo era tan hermoso, tenía una mente, que sinceramente no entendía, además él era un poco extraño, si es que me entiendes.


Él no me molestaba, no me insulto nunca, jamás, pero tampoco me defendía, a veces se reía de lo que me decían, pero siempre trataba de remediarlo. Ya lo conocía de hace tiempo, pero nunca sentí nada por él, de echo fue hasta finales del 2º año que me comenzó a gustar. Es decir, yo solo lo veía como un amigo, no me interesaba en lo absoluto una relación con él, por qué bueno, él era mi amigo, y nunca lo vi de otra manera, no sé si yo le guste o no, tal vez nunca lo sepa, nunca me lo dijo, pero siempre actuaba como si yo le gustara o quisiera algo con migo, nunca olvidare las miles de veces que me pidió que lo besara en la boca, las escusas que ponía para eso, casi me apostaba cualquier cosa y a cambio quería un beso, yo siempre se lo negué, no sé si para bien o para mal, pero a veces si quería hacerlo, pero como, si me lo pedía prácticamente frente a todos mis compañeros, no olvido tampoco las veces que jugábamos en el salón, a la botellita, y el hacia lo imposible por que le tocara conmigo. Un día me pusieron de castigo que lo besara, o que besara a un niño, obviamente preferiría besar al niño, pero el no quiso, así que tuve que besarlo a él, pero no soy mensa, lo bese en la mejilla y el intento voltear para que se lo diera en la boca, pero afortunadamente no fue así.

"La Cualquiera"Where stories live. Discover now