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Capítulo 87: ¿He Yang?

Había llegado hoy a Holanda y todavía tenía jet-lag* debido a que había venido directamente de la sesión de grabación.

(*problema temporal del sueño que puede afectar a cualquier persona que viaja).

Jiang Lin también se dio cuenta y molestó a Qin Zhou, y rápidamente dijo: "Hermano Zhou, entonces descansa bien".

Qin Zhou contestó, colgó el teléfono y se echó una siesta en el sofá.

No fue hasta después de las siete de la tarde cuando el agente llamó a la puerta.

Qin Zhou se despertó aturdido y se acercó a abrir la puerta.

El agente se acercó con la cena y dijo: "Come algo antes, no te acuestes demasiado pronto".

"Sí ". Qin Zhou asintió y se sentó en una silla para comer lentamente.

"El invitado misterioso esta vez es en realidad Pei Yuan, y también se ha unido a ti". El agente suspiró: "Es demasiada suerte para ti".

El agente también amonestó: "Pero cuando llegue el momento, seguro que tu grupo recibirá mucha atención, así que debes prestar atención y no robar el protagonismo".

Qin Zhou respondió a ambos.

"Intenta quedar bien con Pei Yuan, y si realmente no puedes hablar, no le ofendas".

"Bien".

A la mañana siguiente, Qin Zhou se levantó y se preparó para ir a maquillarse.

La grabación comenzó a las 8 y ya había miembros del equipo en el patio ajustando la iluminación y los ángulos de la cámara.

Qin Zhou se maquilló y volvió a la habitación a esperar.

En cuanto llegaron las ocho, el presentador llamó a la puerta con el cámara.

"¡Es el segundo día, todos tienen que trabajar duro para ganar dinero!"

Qin Zhou salió al pasillo y se reunió con Pei Yuan.

Pei Yuan dijo: "Primero hagamos pasteles de huevo".

Qin Zhou respondió y fue a la cocina con Pei Yuan.

Los invitados del primer grupo también estaban en la cocina, pero los del segundo grupo no estaban allí y parecían haber salido a comprar ingredientes.

Qin Zhou hizo pasteles de huevo, sin saber si se venderían hoy, así que preparó diez en un plato y los sacó.

Pei Yuan ya había preparado una mesa fuera del restaurante, así que Qin Zhou puso los platos en la mesa y luego los dos esperaron detrás de ella.

Pero no pasó mucha gente por el camino, hacía un poco de frío.

Pero la niña que vivía en el patio de al lado del restaurante asomó la cabeza.

Como había muchos fotógrafos y demás en este lado del restaurante, la niña rubia sintió un poco de curiosidad, y entonces se acercó lentamente a Pei Yuan y Qin Zhou.

"¿Vas a vender el desayuno?" La voz de la niña era lechosa y su inglés aún tenía un poco de acento.

"Sí". Pei Yuan sonrió y asintió: "¿Quieres probarlo?"

La voz de Pei Yuan era baja y su inglés sonaba bien cuando hablaba.

La niña rubia olfateó el aroma y dijo: "Entonces compraré uno".

La niña compró una tarta de huevo y volvió.

Y Pei Yuan y Qin Zhou siguieron vendiendo tortitas delante del restaurante, pero por la mañana sólo vendieron cuatro.