Capítulo 46, alternativo 39

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Inglaterra, 1755

Meses después, Thomas seguía trabajando para los Dunsany. Geneva se había casado e ido a vivir con su marido y pocas veces se había dejado ver por su antiguo hogar. Y Thomas lo agradecía, tras lo ocurrido esa única noche no quería volver a ver a la joven.

Pero esa tarde no tuvo más remedio que encontrarse con ella. Venía con su marido a visitar a la familia y tuvo que hacerse cargo de los caballos. Tras hacer una reverencia ante los recién llegados, esperó a que entraran en la casa para encargase de su faena.

Mientras, pudo observar como Geneva e Isobel se saludaban con un beso en la mejilla y un abrazo. Y cogidas del brazo echaron a andar hacia la casa, pero a mitad del camino Geneva se volvió con una amplia sonrisa en la cara al tiempo que se acariciaba su vientre de embarazada.

Thomas se quedo petrificado al verlo, no sabía si ese hijo que esperaba era suyo o de su marido.

Con el tiempo lo supo, 2 meses después Isobel fue en su búsqueda en mitad de la noche. Llamó a la puerta de su habitación desesperada.

— ¡Señor Fraser! Prepare los caballos—pidió Isobel jadeando por la carrera.

— ¿Ha ocurrido algo, milady?—preguntó Thomas con cortesía.

—Mi hermana se ha puesto de parto y algo no va bien—explicó Isobel por encima—Por favor, dese prisa.

Thomas corrió a obedecer sus órdenes. En unos minutos el carruaje ya estaba listo y en el montaron los padres y hermana de Geneva. Thomas tomó asiento al lado del conductor y tras un viaje de casi una hora llegaron a la mansión donde vivía Geneva con su marido.

Thomas se quedó rezagado y en cuanto vio a una de las criadas de Geneva fue a por ella para que le diera alguna noticia.

— *¿Cómo está lady Geneva?*—preguntó realmente preocupado.

—*Aún sigue la hemorragia, que Dios la bendiga*—susurró la criada.

— ¿Y...el bebé?—preguntó Thomas, a punto de haber pronunciado la palabra hijo.

—*Es un niño sano y hermoso*—contestó la criada sonriendo.

Thomas se quedó en el sitio, acababa de tener un hijo. Estaba seguro de que era suyo, Geneva era reacia a acostarse con su marido por la diferencia de edad. Y no sabía como había podido aceptarla sabiendo que esperaba un bastardo.




Horas después, la familia Dunsany continuaba en la mansión. Thomas paseaba por sus largos y oscuros pasillos, quería ver a su hijo pero no sabía como hacerlo.

Entonces unos sollozos atrajeron su atención y fue hacia ellos, descubriendo a Isobel llorando sentada sobre una silla.

— *¿Se encuentra bien, milady?*—preguntó corriendo a su lado.

—*Mi hermana ha muerto*—susurró Isobel—*Pensábamos que estaba bien, estaba sentada con el bebé en brazos riéndose...pero empezó a sangrar de nuevo y el médico hizo todo lo que pudo...*

Dejó de hablar y rompió a llorar de nuevo. Thomas se le acercó y antes de que pudiera darle consolar Isobel se levantó y le abofeteó con todas sus fuerzas.

—*El sabía que el bebé no era suyo*—gritó Isobel con rabia—*Yo también lo sabía, Geneva me dijo que nunca compartieron cama. No finja que no lo sabe, estaba enamorada de usted...me dijo que se acostó con ella y me hizo jurar que no se lo diría a nadie...*

Once in a lifetime (Je suis prest)Where stories live. Discover now