122. No Es Tan Fácil

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— Papá, por favor. Era una emergencia, y necesitaba ir donde ella. Castígame otro día, pero no hoy, por favor.

— No lo voy a repetir — me dijo con dureza cuando se sentó en el comedor.

Vale se me quedó viendo con una expresión confusa en el rostro cuando llegué detrás de mi papá con un puchero en el rostro.

Más que enojada, estaba triste porque le había prometido a Dani estar ahí, pero no quería meterme en más problemas para evitar no verla mañana. Ella me necesita, y yo quiero estar con ella todo el tiempo que sea posible.

Yo quiero ir hoy.

Necesito ir hoy.

No sé en qué momento empecé a derramar lágrimas al quedarme ahí parada, pero Vale se levantó a abrazarme. Lloré en su hombro la frustración que sentía ya que justamente hoy a mi papá se le ocurriera un castigo.

— ¿Qué te pasa? ¿Qué tienes? —me preguntó papá preocupado.

— Es que ayer discutió con Dani y pues... terminaron. Quiere ir a arreglar las cosas tan pronto como pueda — le explicó Vale ante mi casi nula capacidad de hablar.

— Por eso andas con gafas oscuras, porque lloraste toda la noche ¿No? — me preguntó con calma y asentí con la cabeza.

Papá suspiró y sobó su frente mientras decidía qué hacer. Yo no quería manipularlo, no era la intención que tenía al llorar, pero si eso funciona para dejarme ir...

— Solo quiero arreglar las cosas con mi ahora ex novia. Soy una idiota. Fue toda mi culpa — sollocé.

— Está bien. Ve a ver a Daniela y has lo que tengas que hacer, pero no te vuelvas a escapar en la madrugada ¿De acuerdo? — me preguntó y asentí rápido —Vale, llévala que en ese estado no va a poder conducir.

— Claro... Nos vemos otro ratico — le dijo Vale y me jaló para irnos — Tranquila, Poché. Todo estará bien.

Mi hermana me ayudó con la caja, y nos fuimos a su auto en el cual seguí llorando otro ratito al no poder contenerme. Mi Pulga me aconsejó un par de cosas para convencer a Dani de regresar conmigo mientras yo trataba de escucharla atenta a pesar de que me sentía terrible al mentirle así, pero no le diría nada que Dani no quisiera. Le agradecí infinitamente cuando llegamos, y me pidió mantenerla al tanto de todo.

— Déjame ayudarte — me dijo Juliana tomando las tazas de café y una caja que compramos con Vale — Apenas te podía ver con tanta cosa encima.

— Gracias — dije riendo — ¿Qué tal todo por aquí?

— Mucho mejor. Seguimos con una que otra lloradita, pero ahí vamos. Dani está en la cocina con Mafe — me explicó en nuestro camino a la sala.

— Buenos días — saludé a Alex al quitarme las gafas.

— Buenos días, Poché... ¿Eso es café?

— Sí, a Dani le hace feliz — dije y sonrió comprensivo — también les traje a ustedes.

— Muchas gracias. Tomaré el mío, pero a Daniela no le puedes dar el de ella. No debe consumir cafeína — dijo apenado.

— Okay... No hay problema. Yo lo escondo porque si no, me va a hacer berrinche y se lo voy a terminar dando — dije y rieron.

— Mejor lo hago desaparecer — dijo Juliana y agarró la taza para tomárselo.

— ¿Y Germán? — pregunté.

— Salió. Vio a Dani un rato, y se fue — me dijo Juliana, y asentí.

— Cuando regrese, dile que necesito hablar con él, por favor.

Sin Querer - Fanfic CachéWhere stories live. Discover now