Capítulo 34:

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#Aiden

Al final, Bella cede y vuelve con nosotros a casa. Nadie se mueve hasta que mi madre y Nathan abren la puerta de casa de par en par. Detrás de ellos también sale Jason. Todos bajamos del coche en silencio.

—Bella, ¿dónde estabas? ¿Qué ha pasado cariño? ¿Estás bien? —le pregunta Cassandra abrazándola, pero Bella sigue muda y se queda quieta cuando la rodea con los brazos.

—Estaba borracha en una fiesta —se limita a responder Audrey. Nathan y mi madre miran a Bella quién a pesar de habérsele pasado gran parte de los efectos del alcohol con la discusión, se sigue tambaleando un poco.

—Todos adentro, es tarde —ordena Nathan. Louis entra y yo empiezo a andar, pero Audrey me coge del brazo parándome—. ¿Audrey?

—¿Me puedo quedar en tu piso, por favor? —me pide con la voz rota y los ojos vidriosos, pero no suelta ni una lágrima. Parpadeo sorprendido y presiono la mandíbula asintiendo. No pienso decirle que no.

—Audrey, Aiden, entrad —repite Nathan.

—Creo que quizás, hoy sería mejor que los dos nos quedáramos en mi piso —lo informo poniendo una mano en la espalda de Audrey para calmarla, ella baja la mirada—. Han pasado muchas cosas y le vendrá bien un poco de espacio y tiempo para asimilarlo todo —añado. Nathan se pasa la mano por la frente como ha hecho Audrey antes y acaba aceptando.

—Vale, quédate con ella, no la dejes sola, por favor —me pide triste.

Hostia puta. ¿Cómo una situación puede ser tan tensa? Es demasiado irritante, me pone la carne de gallina. Nathan es el padre biológico de Audrey. Audrey es hija de Nathan. Audrey tuvo una hija. Audrey sufrió un accidente donde casi muere y su madre..., su vida..., todo lo que le ha dicho a Bella... Me angustia incluso recordarlo. Ha pasado por un infierno.

—Te cogeré un par de cosas para mañana, ahora vuelvo —le digo y ella asiente.

Cuando salgo de su habitación, me dirijo un momento a la de Darcy para ver si está durmiendo. Después de asegurarme, me encamino a las escalas, pero un ruido a vómito me hace parar. Bella está vomitando en el baño y mi madre le está cogiendo el cabello. Joder, hace un momento Kase la estaba tocando, me da asco pensarlo. Pienso acabar con él.

Vuelvo al coche enseguida. Tengo muchas dudas y todavía estoy asimilando lo que ha pasado. Me gustaría quedarme con Nathan y estar con él, pero soy consciente de que ella me necesita más, me lo ha pedido y yo quiero estar con ella.

Abro la puerta del piso en silencio. Dejo que Audrey entre primero y se tome unos segundos para volver a mirar el loft mientras yo coloco la bolsa sobre uno de los sofás y me siento en el respaldo viendo como sus ojos se clavan en los ventanales. El cielo es oscuro, demasiado oscuro y no hay casi estrellas. Ella se da cuenta y se gira hacia mí con una expresión que no sabría definir del todo. Me esperaría que llorara, que se abatiera o que se rompiera en este mismo instante, pero no lo hace.

Sus ojos encuentran los míos llenos de dolor. La miro de arriba abajo mientras anda hacia mí. Y de golpe, una de sus manos va a parar en mi nuca y la otra en mi mejilla. Sin esperármelo, se inclina adelante y engancha sus labios con los míos en un suave y dulce beso. Coloco las manos en los laterales de su cintura y abro las piernas para dejar que se acerque más a mí. Lo hace, frota mi cuello con una mano y después resigue mi mandíbula hasta acariciarme los labios. Me vuelve a besar y esta vez no me pilla desprevenido. Le devuelvo el beso con la misma suavidad y dulzura, pero ella lo profundiza. Y lo intensifica tanto que mi cuerpo empieza a responder de inmediato de forma equívoca. Me separo de ella y en sus ojos veo confusión.

Todo lo que quisimos ser [Tocando las estrellas]Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt