Capítulo - 2

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Entre a revisar y vi que todo estaba normal o al menos eso parecía, revisé muy bien pero no había nadie, luego revisé el generador y no tenía gasolina; había, había la posibilidad de que simplemente no hubiera cerrado bien y el aire hubiera abierto la puerta y las luces simplemente se habían apagado por que él generador no tenía gasolina, empecé a convencerme de que la ansiedad, de que todo lo que había creído ver era solo mi predisposición a tener siempre las ideas más pesimistas, los pensamientos más descabellados a sugestionarme, estaba en una cabaña en el bosque, pero eso era todo, eso era todo me repetía...

Estaba en la parte de atrás buscando el tanque de gasolina para el generador cuando escuche otra cosa...

Pasos, los pasos de alguien recorriendo por dentro la cabaña, cerré mis ojos y me concentré, hasta me pellizqué como dicen las señoras, para ver si no estaba dormido, era real, alguien estaba caminando dentro de la cabaña, me agaché y caminé despacio para la parte lateral, si alguien estaba dentro no quería que me viera por las ventanas, a lo lejos en la parte de enfrente pude ver mi carro tal cual lo había dejado con la puerta, camine agachado para poder acércame, pero escuche los pasos por dentro que también se dirigían hacía la puerta, los escuche llegar a ella, los escuche salir y caminar por el porche, por mi posición no podía alcanzar a ver a quien estuviera ahí, pero estábamos a tres metros uno del otro, los pasos bajaron del porche, hacia el piso de graba y no sabiendo si iban a caminar hacia el lado donde yo estaba, me tiré a la tierra y rodé para meterme hacia el piso de la cabaña, el espacio debajo del piso era suficiente para esconderme, no alcanzaba a ver pero si escuchar los pasos rodearla, rodearla por todo el camino de graba, después de un rato deje de escucharlos, me concentré en no hacer el más mínimo ruido posible, estaba muy cansado, debí haber durado más de media hora ahí; hasta que estuve seguro que no había nadie cerca me decidí a salir, me acerqué a cerrar mi carro a cerrar la puerta, todo estaba en orden, entre a la casa, aseguré las puertas y las ventanas también, si, todo parecía estar tranquilo, intenté estar despierto ese sería el plan, estar despierto hasta que llegaran los trabajadores a la mañana siguiente, iban a llegar muy temprano; sin embargo cerca de las 3 o 3:30 de la madrugada ya me estaba muriendo de sueño, se me cerraban los ojos, pensé que quizás podría dormir, me encerraría en el estudio no pasaría nada, hacía horas que no escuchaba ni veía nada raro, busqué un poco de agua, una cobija y una almohada...

Solté el vaso de agua, la alarma del carro se había encendido, corrí rápidamente hacia la ventana para asomarme, iluminada por la luz del carro parpadeando pude ver una figura que corría hacia los árboles, era una mujer, una mujer como con una túnica pero fue muy extraño por qué las piernas eran muy raras y se notaba que las rodillas se doblaban hacia atrás como las de un perro, dejé que la alarma sonara hasta que se silencio sola y luego me acosté a un costado de la puerta, no podía dejar de pensar, no dejaba de temblar, con los primeros rayos del sol llegó un sonido a lo lejos, un motor, era el sonido de un carro, un carro viejo que hacía mucho ruido, y lo pude escuchar a lo lejos por que aquellas montañas trasladaban el eco a kilómetros, llegó uno de los chicos que habían trabajado un día anterior, pero este iba acompañado de personas locales del pueblo vecino que él había conseguido para terminar el trabajo en un solo día, uno de ellos notó mis ojeras y me dijo que mientras me quedara solo ahí iba a seguir sin dormir, en ese momento no pude preguntar más por qué él se puso a trabajar, pero a la hora de la comida me le acerqué, las tres personas que iban del pueblo estaban sorprendidos de que me hubiera quedado solo, no se por que, pero con toda la confianza les conté lo que me había sucedido; los tres me miraron con total seriedad, uno de ellos incluso estaba sintiendo como si me entendiera...
Cuando les describí lo que vi cerca del carro, me confirmaron que me había topado de frente con una leyenda de la zona, pero no era lo único con lo que me iba a topar, mientras hablábamos caí en cuenta de que esto, lo que fuera, se había acercado al carro para hacer sonar la alarma y este carro como todos los de las empresas tenía una cámara frontal y una hacía atrás grabando con detector de movimiento, no podía esperar para volver a la ciudad ese mismo día por la tarde y revisar la grabación, poder ver a esa cosa con suerte, lo que sea que haya sido verla de frente, darme cuenta de fuera real, algo como lo que me dijeron los trabajadores del lugar, me moría por ver ese ser de leyenda.

EL MALEFICIO Onde histórias criam vida. Descubra agora