Capítulo 29

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Tres meses después.

Narra Yoongi.

Hemos estado viendo juntos por tres meses, pero T/N y yo decidimos que ya era tiempo de casarnos y de hablar con sus padres.

Ella se fue el día de ayer a su casa porque su mamá iba a llegar por la mañana.
La idea era hacerles creer a sus padres que aún vivía sola para que ellos no se molestaran cuando yo llegara a pedir su mano.

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Me puse un traje negro, compré un ramo de rosas y me dirigí a su casa.

Llegué, revisé mi teléfono y vi que eran las 8 de la noche.
Solté un suspiro y toqué la puerta.

—¡Oh! —dijo un niño de unos 7 u 8 años al abrir.
Y por su gran similitud con T/N, imaginé que era Damien, su hermano.

—Hola, ¿está T/N?

El chico se giró hacia adentro y gritó:

—¡Mamá, Yoongi está aquí! —Desde adentro escuché como T/N y su madre le decían que me dejara entrar—. Dicen que pases —me dijo el chico, se hizo a un lado y entré.

Al llegar adentro vi que un hombre de traje estaba sentado en una silla frente a la mesa.
La mesa tenía un mantel rojo con unas flores en el centro.
El hombre me vió y le hice una reverencia.

—Buenas noches —Saludé.

Él se puso de pie y me correspondió el saludo.

—Buenas noches.

—¡Amor! —escuché la voz de mi novia y giré la vista.
Ella vestía un vestido negro no muy pegado al cuerpo, con un poco de vuelo en la parte de abajo.
Llegó hasta mí y me tomó del brazo—. Él es mi papá —me dijo.

—Gusto en conocerlo, señor.

—Papá —habló T/N hacia su padre—, él es mi novio Yoongi.

—El gusto es mio, Yoongi.

Le di las flores a T/N y luego apareció su mamá.
Después de saludarla me invitó a tomar un lugar en la mesa.

Ellas habían preparado una cena especialmente para ese momento.
El papá de T/N se sentó en un extremo y su mamá en otro.
Nosotros en un lado y Damien en el otro.
Sirvieron la comida y empezamos a comer.

—¿Me pasas agua? —dijo T/N mientras se tapaba la nariz.

—¿Estas bien? —le pregunté mientras le ponía agua en su vaso.

—Si.

—¿Te sientes mal? —preguntó su mamá.

—No, es que creo que me hizo daño la comida de anoche.

—¿Y te estás alimentando bien? Yo te noto muy pálida.

—Estoy bien —se defendió y se puso de pie—. Y sí estoy comiendo bien.
Con permiso, en seguida regreso.

T/N se fue y nosotros seguimos comiendo.

—Y cuéntame Yoongi —me dijo el señor—. ¿Hace cuanto que conoces a mi hija?

—Bueno... —traté ser hacer memoria— la conocí hace casi unos 4 o 5 años.

—¿Y llevan mucho tiempo de novios?

—¿Qué tipo de preguntas haces? —interfirió su madre —. Yo conozco a Yoongi desde hace muchos años y sé que es un gran chico.

—Gracias —respondí.

—Ya volví —dijo T/N mientras volvía a tomar su lugar.

Las horas pasaron y por fin pude pedir la mano de mi novia formalmente.
Su padre quería que nos casaramo en 4 o cinco meses pero nosotros digimos que queríamos hacerlo en un mes.
El papá de T/N se fue primero, pero y yo me quedé con ella un rato más para platicar.

Estábamos en el sillón de la sala cuando la mamá de T/N llegó y se sentó frente a nosotros.

—Hay algo de lo que quiero hablar con ustedes.

—¿Si? —respondió T/N.

—Damien, ve a tu habitación —le dijo al chico, que estaba jugando con su celular a un lado de nosotros.
Damien subió a su habitación y T/N y yo nos quedamos preocupados.
En especial yo, porque ya me imaginaba lo que iba a decirnos—. ¿Me van a decir la verdad?

—¿Cuál verdad?  —preguntó T/N un poco nerviosa.

—Desde que llegué te noté muy rara, y has estado yendo al baño constantemente.
¿Me vas a decir qué es lo que pasa? ¿O quieres que te diga qué es lo que pienso?

T/N y yo nos vimos.
Tomé su mano y aclaré mi garganta porque estaba dispuesto a asumir toda la responsabilidad.

—Mamá —habló T/N antes de que yo lo hiciera—. Estoy embarazada... y tengo tres meses.

Su mamá se sorprendió al escuchar la noticia.

—Perdón, señora —le dije mientras agachaba la cabeza.

Ella soltó un suspiro.

—Estoy un poco desepcionada de ustedes... pero sé que ambos son adultos y saben muy bien lo que hacen.
Yoongi, solo quiero saber si te vas a casar con mi hija porque te enteraste que estaba embarazada, ¿o porque realmente la amas?

—No, señora, yo realmente amo a T/N.

—Entonces espero que sean muy felices.

—Gracias, mamá —dijo T/N.

De un momento a otro las dos empezaron a soltar algunas lágrimas; se pusieron de pie y se abrazaron.

—Me cuesta creer que mi hija se ha hecho grande —le dijo a T/N—. Pero en mi corazón sigues siendo mi niña, y siempre te apoyaré pase lo que pase.

—Gracias mamá, tú siempre fuiste y siempre serás la mejor mamá del mundo.
Te amo tanto.

—Y yo a tí, mi pequeña.

Quién iba a decir que ver esa escena casi provoca que se me salgan las lágrimas.
Me hacía tan feliz ver el gran lazo de amor de madre e hija que existía entre ambas.

T/N tuvo que contarle a su mamá que llevábamos viviendo juntos esos tres meses, y después de eso volvimos a casa.

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Muchas gracias por leer.

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