𝐀 𝐋𝐎𝐒 𝐏𝐈𝐄𝐒 𝐃𝐄 𝐋𝐀 𝐍𝐄𝐑𝐃 | 𝐉𝐉𝐊

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—¡Feliz cumpleaños!.

Hoshi reía mientras que meneaba la cabeza al vernos a mi y Irene entrando a su habitación con globos, confeti, sombreritos y un pastel. El pobre sigue todo golpeado y como debe guardar reposo quisimos levantarle un poco el ánimo.

—Están locas— toma el pastel y lo pone sobre sus rodillas.

Irene saca un fósforo de la pequeña caja que había traído y enciende las velas del número diecisiete, porque si, Hoshi era el menor de los tres;— Bien casi legal, pide un deseo.

Su madre aparece con una camara y comienza a sacarnos fotos para nuestro álbum de recuerdos de todos los cumpleaños de Hoshi, uno más significativo que el otro. Él piensa su deseo y cuando lo tiene apaga las velas con una sonrisa de oreja a oreja, nosotras junto a su madre comenzamos a aplaudir y cantarle la típica canción de los cumpleaños.

—Un año más que hacen feliz a mi niño— comenta con melancolía la señora Kim.

—Nosotras somos las más felices por compartir momentos como este con su hijo— Irene y yo atrapamos a Hoshi en un abrazo, su madre obviamente no quiso perderse de tener esa imagen.

—Mamá basta de fotos, vas a dejar ciegas a mis amigas con ese flash— le reprocha Hoshi. Irene y yo apretabamos nuestros labios para no reír.

—Solo dime que quieres que me vaya pero no estés gritándome enfrente de tus amigas— se cruza de brazos totalmente indignada.

—¿En qué momento te grite?— inquirió Hoshi.

—Ahora lo estás haciendo. ¿Sabes que? Me voy, te dejo solo con tus amigas porque se nota que las quieres más a ellas que a mí— luego de hacer su show dramático la madre de Hoshi se va dejándonos solos.

—¿No deberías ir a hablar con ella?— le pregunta Irene.

—¿Hace cuántos años nos conocemos Irene? Básicamente viven en mi casa y me sorprende que no sepas que a mi madre le encanta ser dramática.

—Debería ser actriz— sugiero y ambos coinciden conmigo —Pero ya dejando de lado el show de tu madre. ¿Qué planes hay para hoy?.

—A menos que seas una hechicera y que con tu barita mágica hagas que yo pueda mover un solo músculo, no podré ni llegar a la puerta de mi casa.

—Entonces nos quedamos a ver películas— opina Irene.

—Tú descarga la que quieras y nosotras vamos por los bocadillos.

Irene y yo salimos de su habitación. La casa estaba vacía, al parecer la señora Kim se había ido, iba en serio cuando le dijo a Hoshi que lo dejaría solo con nosotras. Al llegar a la cocina mi amiga y yo nos tomamos la libertad de agarrar lo que queramos, está es ya como nuestra casa.

—Oye, no quise preguntar nada allá arriba por Hoshi, pero quiero saber cómo te fue con Jungkook anoche— pregunta Irene mientras tomaba bolsas de papas fritas.

Y yo que tan feliz estaba por pasar un lindo día con Hoshi y viene Irene a arruinarlo recordándome lo horrible que fue mi salida con el orangután, ahora las ganas de estampar su cabeza contra el suelo han vuelto.

Soltando un gran resoplo, contesto;—Ni me hagas acordar de lo fallida que fue esa salida.

—¿Tan mal estuvo?.

—Demasiado. Todo comenzó muy irreal, hasta que el orangután no pudo esconder más su verdadera naturaleza.

—¿No me digas que no pudo mantener su pito abajo?— con mi mirada ya le respondía todo. Irene bufa indignada —¿Por qué los hombres son tan inútiles?.

—Tampoco tienes porqué meterlos a todos en la misma bolsa solo porque Jungkook no pueda pensar con la cabeza de arriba.

—Es igual que su amigo— menea la cabeza repetidas veces.

—Y ya que lo mencionas. ¿Que paso con Yoongi? Cuando pasó lo de Hoshi él te defendió.

—Si y no creas que mis ilusiones no volvieron, pero ellos son especialistas en subirte al cielo y luego lanzarte una piedra para que caigas a la realidad— toma una papa y la lleva a su boca —Son muy frustrantes.

—Por suerte yo no siento nada por nadie y tengo la conciencia tranquila.

—¿Y no sientes nada por Jungkook?— niego —¿Verdad o fake?.

—Truth— respondo con total seguridad.

—A veces me da miedo tu seguridad— confiesa con una sonrisa —Siento que tu boca dice que si, pero es tu mente la que la hace decir que no.

—¿Qué si?— arqueo una ceja.

—Que si te gusta tu orangután.

—No es mío.

—Tú lo bautizaste así— me encojo de hombros y le resto importancia —Mi punto es que, Lena tú piensas demasiado las cosas, siempre todo lo tienes bien calculado, pero nunca has dejado que las cosas fluyan. Nunca te has dado la posibilidad de sentir y no entiendo porque.

—Sentir es para débiles y tú eres mi mejor ejemplo— limpio mis manos cuando termino de hacer lo mío —Tú aunque quieras mentirme has llorado en tu cama hasta altas horas de la madrugada por Min Yoongi y en tu cara puedo ver qué lo sigues sufriendo. Tú le diste la posibilidad a él de destruirte y él lo hizo.

—Explíqueme doctora Park— dice con burla.

—Digo que cuando te enamoras de alguien le das un poder sobre ti, sobre tu ser, tus sentimientos, tu mente, ¿y que produce todo eso?, esa persona te controla porque sabe que tiene ese poder, lo que esa persona quiera tu se le darás, harás millones de cosas solo por ese ser humano. ¿Pero que hace esa persona por ti?— baja su mirada sin responder —Tú cambiaste por Yoongi, ¿y de que sirvió?, él no está contigo, él ahora mismo debe de estar con alguna de las porristas follando en los vestidores y tú estás aquí sufriendo por él. ¿Entiendes mi punto?.

—Si, olvidaba que la sinceridad era lo tuyo— sonríe leve.

—No quiero sentir y menos por alguien como él, no quiero quedarme hasta las tres de la madrugada llorandole a su foto, a su recuerdo, soñando con lo que pudimos ser si el sentimiento era mutuo. No quiero autodestruirme, no quiero acabar con mi estabilidad emocional— le explico con palabras más simples.

—Eso se llama miedo— suspira —Si nunca sientes, si nunca te das la posibilidad de estar con alguien solo por todo eso que me has explicado, nunca conocerás de verdad lo que es el dolor. ¿Pretendes ser como un puto robot toda tu vida o un ser humano que comete errores como todos los demás?.

—Ese es el caso, Irene— tomo algunas de las cosas que debo llevar —Yo no soy como los demás mortales débiles.

Me doy la vuelta y comienzo a caminar fuera de la cocina hasta que me detengo por la voz de mi amiga detrás mía;—Algún día vas a sentir, Lena y cuando el dolor llegué a tu vida, vas a temer como jamás antes lo haz hecho y desearas haber conocido lo que es sentir mucho antes para estar preparada mentalmente y saber cómo controlarlo. Cuando los sentimientos lleguen a ti, no sabrás cómo controlar ninguno, sobre todo al miedo y al amor.

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Eternitely