Duele. ;; woosan !!

❀Cap 3❀

Intento abrir mis ojos lentamente, restregando mis puños contra ellos. Al conseguir abrirlos totalmente, enfoco a mi alrededor, estoy en mi habitación. Oh Dios mío. San, Choi San está en la silla de mi escritorio mirándome fijamente, y de la misma manera me quedo yo hacia él, solo que más asombrado.

–Yeosang está en la cocina preparándote una sopa caliente. –Me dice seriamente.

– ¿Y-y tú qué haces aquí?–le pregunto desorientado.

–Te has desmayado en mis narices, estaba claro que no me iba a quedar de brazos cruzados y mucho menos iba a dejar a Yeosang ocuparse de ti él solo. –está molesto, se le nota en el tono de voz. –Sabes por qué te has desmayado, ¿verdad?–ahora se cruza de brazos, ¿por qué parece mi padre?

–¿No?– escondo un poco mi rostro con las sábanas, ahora que lo pienso, esta situación es de lo más incómoda, seguro tengo el pelo desordenado y unas ojeras kilométricas.

–Wooyoung, en tu basura está la magdalena. No pensé que serías tan masoca de tirarla en tu casa recordándote a cada momento que tiraste un regalo. ¿A caso ayer comiste algo a parte de la ensalada? Tampoco has lavado el plato, por eso lo sé. – pienso por un momento, Yunho me dio la magdalena cuando ellos se fueron, ¿será que fue... él? Nah, no creo, seguro la pidieron mientras aún él estaba en el local y lo escuchó. Sí, seguro que es eso. –¿Podrías responder?

Sacudo mi cabeza y vuelvo a mirarlo. –San, ¿qué más te da lo que coma o no coma? Ayer no me encontraba bien y por eso...

–No te encontrabas bien pero decidiste que era una buena idea ir a una cafetería a hacer los deberes. Desde que estás en la universidad solo te he podido ver removiendo tu jodida comida del plato sin probar bocado. –me interrumpe elevando su tono de voz, tal cual dice lo último me levanto hacia él poniendo mi mano en su boca.

–Habla más bajo, ¿no ves que Yeosang está aquí al lado?– estoy muy cerca de él y puedo notar como respira muy fuerte contra mi mano, el carmesí se adueña de mis mejillas y enseguida me alejo de él por la vergüenza que ahora recorre mi cuerpo entero.

–¿Y qué si Yeosang está aquí al lado o no? Necesitas ayuda Wooyoung.

–¿Y quién te ha dicho a ti que quiera esa ayuda de la que hablas?

–Bien.– San se levanta del sitio en el que estaba y se va por la puerta de mi cuarto, además de que escucho un fuerte portazo proveniente de la puerta principal de mi piso y a un Yeosang gritar: ¿Qué cojones?

Mi mejor amigo abre la puerta de mi cuarto con una sopa de verduras puesta en una bandeja mientras sonríe.

–Ese San es rarito, no sé porqué la universidad entera quiere con ese personaje. Cuando te has desmayado ni me dejaba acercarme, me ha dicho super serio: "dónde está su casa, seguro que tienes llaves, Dios eres su jodido mejor amigo" y no sé qué más.–Me río ante la situación– Sí, sí pero no te lo pierdas, que cuando ha llegado se ha puesto a ver tu casa como si fuese suya, mirando en la basura y todo.

–¿Qué dices?– vuelvo a reír.

–Te digo que ese San no está bien. Primero lo de la cafetería del otro día y ahora esto. Señor.

–Ni idea, pero en cualquier caso, gracias Sangie. No sé cómo agradecértelo ya, soy un desastre. Me llevo encontrando mal unos días y esta mañana se me olvidó tomarme la medicina. Perdona por hacerte preocupar. –Hago un puchero buscando un abrazo suyo, el cual recibo sin rechistar.

–No te preocupes, Woo. Pero asegúrate mañana de tomártela, ¿bien?–asiento separándome del abrazo.

Comienzo a dar sorbos a la sopa, aunque no me guste admitirlo, tengo que comérmela si no me quiero morir mañana, pero sin más, lágrimas comienzan a salir de mis ojos y Yeosang enseguida se acerca a mí y a quitarme el agua que caía por mis mejillas.