__Diana, ya, por favor, no quiero seguir hablando de esto, ¿Sí?. Es bastante difícil para mí y me gustaría mucho que respetaras eso. __me pidió con las cejas arrugadas y una mirada húmeda. Sus ojos brillaban y se habían puesto ligeramente rojos.

__De acuerdo. Pero no quiero que me trates diferente ahora, porque pase lo que pase yo siempre seré tu mejor amiga. Te lo prometo. __ me lancé a sus brazos y volví a abrazarlo. Él sollozó en mi hombro y yo, me sentía la persona más triste del mundo porque me dolía en el alma ver en ese estado a mi mejor amigo.

Kim apreció un poco después y nos tiró algunas fotos.

Unos minutos después nos unimos a toda la aglomeración de gente y bailamos y nos sonreímos igual que siempre. Nos hicimos algunas selfies, pero solo subí a mis historias de Instagram las fotos que Kim nos hizo.  Mi móvil tenía 5 % de batería y apenas terminé de hacer la publicación se apagó. Luego apareció Kimberly de la nada nuevamente y tiró de mi brazo.

__Venga, guapa, ¡Mueve ese culazo!__ gritó por encima de la música a la misma vez que se terminaba de beber un trago de Brandi.

Me dejé llevar y me moví al ritmo de la música entre toda esa gente. Me di un chot de tequila, y luego otro y otro hasta que mi vista se volvió borrosa. Entré al baño de la cabaña y vomité la vida. Sentía mis manos temblar, me ardía la garganta y las lágrimas se escapaban solas de mis ojos. El baño daba vueltas a mi alrededor, o tal vez el efecto del alcohol así me hacía verlo.

La puerta del baño se abrió de golpe y sentí una carcajada masculina. Me tensé e intenté fijarme en su cara, tal vez le conocía, pero me resultaba imposible enfocar. 

Gael....

Ojalá fuera él. Gael era como el efecto del alcohol sobre mí, me hacía temblar y nublaba  mis sentidos. Me pareció escuchar el sonido de un vaso roto, tal vez se le cayó al chico que entró al baño. No podía moverme, sentía mi cuerpo demasiado débil. Esto es un poco extraño. No bebí tanto como para terminar en este patético estado de embriaguez. Recosté la cabeza a la pared del baño, y cerré un poco los ojos porque la luz del techo me molestaba y empeoraba mi visión.

__Tú y yo nos vamos a divertir mucho, princesa. __susurró sobre mis labios.

Mi vista estaba normalizándose, pues noté que iba con una capucha puesta y un nasobuco, por lo que su cara iba demasiado cubierta. Estaba segura de que tenía que correr lo más lejos posible de allí pero mi cuerpo estaba totalmente inmóvil.

Las lágrimas se desbordaban de mis ojos y el miedo recorría cada célula de mi cuerpo. No conozco a este tipo. Él tuvo que haber puesto algo en mi bebida con el objetivo de acorralarme aquí.

__ ¿Quién eres? __ le pregunté con la voz temblorosa

__Oh, mi princesa, algún día prometo responder esa pregunta. __ habló delante de mí cara. Estaba en posición de cuclilla mirándome fijamente con la cabeza ladeada como si estuviera analizándome.

Mi vista seguía sin nitidez alguna. Podía sentir la mirada de ese psicópata sobre mis labios.

__Joder, ¿Sabes que tienes unos labios que harían pecar a cualquiera?__ me preguntó. Su voz era muy ronca y varonil. __A la verga, llevo mucho tiempo soñando con este momento. __dijo, antes de bajar su cubrebocas y besarme.

Intenté apartarlo, y enseguida lo hizo. Cosa que me sorprendió bastante pero lo que me dejó verdaderamente confundida fue que se fuera de repente como un maldito fantasma.

Miré de nuevo la luz amarilla del bombillo que había en el techo del baño y luego recosté la cabeza en la pared hasta que sentí mis manos y mi cuerpo temblar y sudar. Estaba realmente débil y lo próximo que ví fue oscuridad absoluta.

Tentación [En Edición]Waar verhalen tot leven komen. Ontdek het nu