Howls - RE & The Promised Neverland

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Entonces, como tal, sus vidas eras muy diferentes. En todo lo eran, en pensamiento o en instintos, sus personalidades eran tan desiguales que por ninguna razón debían encontrarse y mucho menos unirse en un vínculo de pareja.

Pero más allá de las probabilidades del caos, es curioso cómo trabaja el destino, en como mueve las piezas de ajedrez y te une con la primera chica que conoces.

Bueno, exactamente no la primera, Ray conoció a muchas chicas a lo largo de su infancia: eran hijas de nobles, altos rangos o comerciantes muy influyentes. Pero honestamente, ninguna llamo su atención como lo hizo Emma.

Ray suspiro ensoñador, adentrándose al bosque sin importarle su desnudez. No es como si tuviera otra opción debido a su revoltosa pareja, siempre dispuesta a burlarse de él en cada oportunidad disponible. Ha, y como lo amaba. El Alpha olfateó el aire, buscando un poco nervioso esa dulzura para ubicar a la Omega pelirroja. La reciente vinculación junto a la entrante temporada de apareamiento tiene a sus instintos ansiosos por estar cerca de su pareja, pensamientos excitados se entrecruzan y el deseo fogoso burbujea bajamente en su ingle.

El pelinegro camina serenamente, estirando un brazo hacia arriba para coger una hoja de la rama baja de un árbol, llevándola a sus labios: su dedo índice y medio separados ligeramente y ejerciendo la presión necesaria para mantenerla en su lugar. Inhala profundamente, unos segundos pasan mientras elige la melodía antes de soltar el aire y permitir que pase a través de la hoja, creando una cámara de aire y que las vibraciones creen un sonido muy agudo.

Es un método de comunicación, aprendido de sus años en el Internado para cuando los aullidos no pueden ser utilizados en el área.

Es similar al canto de las aves, pero la agudeza y la constancia de los tonos demuestran lo contrario. Al mismo tiempo, agudiza el oído, atento de una respuesta mientras que sus labios se mueven, cambiando los tonos y haciendo el sonido de una melodía curiosa. El mensaje es claro: ¿Dónde estás? Solo los oídos expertos pueden encontrar esa diferencia y descifrar las palabras ocultas en la canción, creando una ventaja.

El viento sopla, moviendo al bosque y haciendo que Ray se detenga en todo, expectante. Es muy inquietante el silencio, cada minuto parece más largo, pero finalmente lo escucha. Un mismo sonido agudo: su respuesta. Ray sonríe inconscientemente y motivado sigue la melodía sin dudar en su origen ni perderse en el camino indicado.

Los arbustos y la hierba alta causan comezón en ciertas áreas de su cuerpo como brazos, espalda y piernas mientras camina, es sumamente incómodo. ¡Les recuerdan a las pulgas! Detestables insectos del infierno. No entiende su existencia ni el cómo no pueden afectar a Emma. ¡Es insólito...! Ray refunfuña irritado por la picazón, rascando su brazo con insistencia hasta que un cambio lo detiene en seco.

No escucha la melodía silbante. Nervioso comienza a buscar otro sonido singular reconocible, no muy seguro de cómo interpretar el abrupto silencio como una señal positiva o negativa sobre continuar en la misma dirección. Por mucho que estás tierras pertenezcan a su tribu, no son necesariamente pacíficas, los pícaros pueden ignorar las señalizaciones de advertencia y que decir sobre las numerosas bestias de gran tamaño que merodean por estos lares. Además, la obvia presencia de Cazadores de Licántropos. Los instintos insisten en aullar sonoramente para calmar la inquietud que se establece pesadamente en su estómago. No obstante, el sonido de una rama rota lo sobresalta y antes de que Ray pudiera girar para investigar es asaltado por una sombra gigantes y pesada. Jadea ridículamente, rodando por la tierra. La emoción lo hace transformarse.

Ambos lobos se revuelcan bruscamente, el peso de la Omega sobre su espalda lo inmoviliza y el Alpha aúlla adolorido cuando una oreja es tirada duramente por colmillos filosos, gruñe sacudiendo la cabeza y gira el torso para escapar de la hembra y devolver el mordisco en la oreja. Emma chilla en respuesta, estirándose y usando una pata para alejar sus dientes del sensible apéndice mientras refunfuña molesta por la reprimenda. Ray gruñe juguetonamente deseoso de persistir en su mordico, pero él sabe que si forcejean ella terminara por lastimarse. No le gusta la idea, por lo que solo la deja ir. Aunque, estira el cuello para morder otra zona débilmente, pero Emma rápidamente salta por encima de su espalda. Lista.