Capítulo 19

1.1K 141 9
                                    

Rompo el contrato.

Dos meses después...

Becca es una idiota.

El motivo lo explicaré luego, pero ahora me siento indignada, engañada, traicionada y utilizada.

Puede que celosa también.

Sí, celosa, demasiado celosa.

La razón es sencilla: Finn Collins + Clarke Griffin = A mí con ganas de asesinar a alguien.

Les explicaré mejor, cuando Finn Collins llegó a New York, todos se volvieron locos, incluyendo mi "novia" quién sigue a ese engreído a todas partes y se olvida que tenemos un contrato que cumplir. No he cruzado palabras con ese tipo desde que llegó, pero los dos sabemos que tenemos una gran rivalidad entre nosotros y bendita sea Becca quién se encarga de mis venganzas.

— ¿Terminando tu rutina diaria? — preguntó Sam interrumpiendo mi asesinato visual con Finn Collins.

— Creo que ya terminé. — contesté sonriendo y caminando junto a ella.

— ¿Dónde están Luna y mamá? —

— Según por lo que escuché, están en una pelea sobre quién tiene los ojos más lindos. — me encogí de hombros mientras sonreía.

— Esas dos se mantienen en viva pelea. — Sam negó con su cabeza y me miró.

— ¿Es por eso que aún no le dices sobre tu relación con Luna? — pregunté rodeándola con mi brazo.

— Tengo miedo de que la aniquile, Lexa. — confesó escondiéndose en mi cuello.

— No lo hará, Sammy. Becca adora a Luna. —

— No lo sé, Lexa yo...—

Sam fue ininterrumpida gracias a dos chicos que pasaron corriendo y ella como reflejo se acercó más a mí para evitar ser atropellada. La consecuencia de esto fue que ambas nos quedamos muy cerca, casi tocándonos los labios y ese ese momento Becca apareció al lado de Luna quienes nos miraron sorprendidas.

— ¡LEXA! ¡¿QUE HACES CON MI HIJA?! — gritó y yo me alejé de Sam como si fuera carbón caliente.

— Becca, no es lo que tú crees. — intente explicar alejándome unos pasos.

— ¡MUEREEEE! —

— ¡BECCA NO! —

La agresiva mujer se lanzó encima de mí.

— ¡PARA, ME ESTÁS MORDIENDO! — grité en un intento de alejar al pitbull que tenía encima.

Luna y Sam intentaban con todas sus fuerzas alejar a la mujer vampiro de mi pierna y después de que me arrancó un pedazo de mi pantalón me soltó dejándome tirada en el suelo.

— Fue un accidente, mamá. Lexa no estaba haciendo nada malo conmigo. — explicó Sam después de que Becca se calmara.

— ¿Es cierto, Lexa? —

— Totalmente cierto, Becca. — contesté desde el piso.

¡Oh! Olvidé decir que todo el instituto nos miraba.

— De acuerdo, te debo una disculpa. — Becca extendió una mano sonriendo macabramente y yo dudé en dársela.

Cuando se la di, con un movimiento ninja volví a estar en el suelo.

— ¡Mamá! — regañó Sam a su madre quien empezaba a silbar con inocencia.

— ¿Qué? Ella se cayó solita porque es torpe. —se encogió de hombros.

— No soy torpe, solamente detecto cuando el suelo quiere un abrazo. — comenté desde el suelo, otra vez, siendo levantada por Luna. —Ahora debemos ir a clase porque ya es tarde. —

Las tres fuimos a nuestra clase del día y tuve que ignorar olímpicamente a Clarke gracias a que estábamos en las mismas clases y que estaba molesta con ella por estropear el plan. En la última clase que era con Titus, Luna y yo empezamos a hablar.

— Deberías decirle a Becca sobre tu relación con Sam. — susurré mirándola brevemente.

— ¿El golpe te afectó la cabeza? Becca me mataría. — contestó algo temerosa.

— Será peor si ella lo descubre por si sola. —

Luna se quedó callada por unos segundos y luego me miró.

— Tienes razón, le voy a decir después de clases. — aceptó y finalmente prestamos atención a clases.

Cuando finalmente el timbre que indicaba la salida del infierno sonó, me levanté de mi asiento y acompañé a Luna hacia la "Oficina" de Becca. Mientras arrastraba a Luna ya que le estaba entrando la cobardía, pude ver en uno de los pasillos menos transitados como dos personas se besaban.

Finn y Clarke.

El corazón se me rompió en pedazo cuando vi eso y dejé de arrastrar a Luna quién se me quedó viendo algo preocupada.

— Lexa... ¿Qué pasa? — preguntó, pero yo estaba demasiado aturdida.

Dije algo como: "Llaves" "Auto" "Lo siento" y me fui hasta el audi que esperaba en el estacionamiento, quitando unas lágrimas rebeldes que bajaban por mis mejillas. Aceleré a todo lo que daba y cuando menos pensé ya me encontraba en un lugar donde mi vida cambiaría para siempre, de nuevo.

— Necesito ver a Jake Griffin. Por favor. — pedí con la voz quebrada a la secretaria que se encontraba en el primer piso del edificio.

— ¿Tiene una cita? —

— Por favor, se lo pido, déjeme subir. — supliqué limpiando otra lágrima.

Al parecer la secretaria vio mi desesperación, porque me dio una ficha de visitante y me dejó subir. En el ascensor no podía dejar de repetir la escena de ellos dos comiéndose la boca sin importarles nada, como si yo no importara. No quiero pensar en que terminó eso.

— Pasa, Lexa. — dijo el hombre revisando unos papeles mientras yo entraba fingiendo que nada había sucedido.

— Hola Jake. —

— ¿A qué se debe tu visita? — preguntó dejando todo a un lado y dándome toda su atención.

— Quiero terminar con el contrato. —

— ¿Qué? —

— En estos 10 meses Clarke y yo le hemos dado toda la publicidad necesaria a su empresa, creo que no es muy sano que ella siga atada a mí, por eso le pido que por favor anule el contrato y así podremos seguir con nuestras vidas, como antes. —

— ¿Estás enamorada de mi hija? — preguntó haciendo caso omiso a lo demás.

Los ojos se me cristalizaron y tomé una bocanada de aire antes de asentir.

— Pero ella está enamorada de alguien más... Es por eso que la dejo ir. — contesté agachando la mirada y levantándome. — Póngame cargos por incumplimiento del contrato, le devuelvo su casa y autos... Pero por favor, anule el contrato. — supliqué pasándole las llaves del departamento y del auto.

— Respetaste y cuidaste de mi hija, Lexa. Lo menos que puedo darte como agradecimiento es ese apartamento, el auto y la anulación del contrato. — me devolvió las llaves y yo dudando las tomé.

— Te lo agradezco, Jake. — caminé hasta la salida y cuando iba a abrir la puerta el me llamó.

— Volveremos a encontrarnos, Lexa. —

— Eso espero. —

En el pasillo recibí una llamada de Luna e intenté que mi voz sonara normal.

— ¿Qué sucede Luna? —

— Becca está en el hospital...—

Pizza || ClexaWhere stories live. Discover now