El Arte Del Amor/ TERMINADA [+21]

CAPITULO 23

—Esto de aquí—señala el frasco de aceite—Nos hará disfrutar mucho.

Empieza a esparcirlo por mi cuello, pechos, vientre y muslos. Luego con su dedo empieza a masajear los lugares donde aplico el aceite para luego bajar y bajar, agacha un poco su cabeza y empieza a soplar provocando que todos mis vellos se ericen.

—!¡Oh Dios mío!!—gimo mientras Max continua soplando en los lugares que aplico el aceite, llega a mi cuello y lo empieza a morder y lamer sigue bajando hasta mis pechos los cuales sopla y aprieta con deseo.

Baja hasta mi vientre en el cual pasa sus dientes por él y noto su sonrisa al ver todos mis vellos erizados, suspiro mientras miro al techo sintiendo estas exquisitas sensaciones siento todo arder pero a la vez siento frio es una combinación extraña pero suma mente placentera. Baja hasta mi punto de placer noto como esparce más aceite ahí el cual me hace vibrar cuando sus dedos cuando empieza a masajear mi clítoris en círculo cada vez más rápido.

—Ah—gimo mientras me muevo intentando quitar la venda de mis manos necesito desesperadamente tocar a Max, inevitablemente arqueo mi espalda cuando muerde mis mulos.

Cuando logro desatar mis manos sin estar muy segura de como pero sin esperar un segundo pongo mis manos en el cabello de Max y envuelvo mis muslos al redor de sus hombros para tener una mejor posición.

—Chica mala—dice al notar que me solté.

—Ambos sabemos que te encanta—digo con una sonrisa de suficiencia.

—Lo amo—dice antes de meter sus tres dedos y empezar a jugar con su lengua en mi clítoris, tomo con fuerza su cabello mientras arqueo mi espalda.

Siento mi cuerpo vibrar, muerdo mi labio con fuerza hasta sentir el sabor metálico en el, tomo a Max con fuerza y lo guio a mi boca para poder saborear sus deliciosos labios los cuales saben a mi excitación. Envuelvo mis piernas en su cintura para luego bajar mis manos a sus pantalones he intento desabrocharlos, el me facilita el trabajo terminándose de quitar sus pantalones y luego sus bóxer.

Suspiro al sentir su polla en todo su esplendor, la empiezo a acariciar con deleite para luego bajar mi vista, abro mis ojos con sorpresa al ver su monstruosidad es...gigante, no estoy segura que quepa en mi interior, con mi respiración pesada recuerdo nuestro juego, veinticinco centímetros, en ese momento intente imaginármela pero la realidad no le hace justicia.

—¿Te gusta?—pregunta sugerentemente al ver que no he quitado mi vista de su aparato reproductor.

—Condón—es lo único que respondo. Toma mis manos y las pone sobre mi cabeza y hago un puchero otra vez no pienso.

—Y esa carita—dice divertido. Lo veo sacar un condón para luego ponérselo.

—¿Puedo ponértelo?–digo con los ojos bien abiertos, Max me aprieta la nariz, tomo el condón y con el ceño fruncido y una expresión de satisfacción lo paso por todo su miembro sintiendo su cuerpo tenso.

—Mmm—murmuro con fascinación cuando envuelvo todo su miembro con el condón.

Max sostiene con una mano mis muñecas para poder dejar mis manos inmovilizadas y su otra mano la pone al lado de mi rostro para poder tener mayor soporte, empiezo a sentir la presión de su miembro mientras se adentra a mí no hay necesidad de que lo guie ya que está lo suficientemente erecto.

Jadeo y jadeo mientras siento la respiración pesada de Max en mi cuello, muevo mi cabeza para hacer que nuestras bocas choquen, empezamos a jugar con nuestras lenguas e inevitablemente suspiro cuando siento que su miembro a entrado completamente.

Max empieza a mover sus caderas en movimientos lentos para poco a poco empezar a subir la intensidad, deja mis muñecas libres para poder tomar mis caderas y seguir el ritmo. Gimo mientras tomo su mano para guiarla a mi cuello el cual aprieta levemente y aumenta el ritmo llegando a ser casi salvaje, al parecer mi acción lo detono.

—Mierda—dice con la voz ahogada mientras apoya su rostro en mi cabeza, pongo mis manos en su espalda y entierro mis uñas en ellas al sentir el clímax avecinándose, siento el sudor recorrer mi frente y mis pechos los cuales se mueven al ritmo de sus embestidas, bajo mis manos hasta llegar a sus nalgas las cuales aprieto para guiarlo con más fuerza y rapidez a mi interior.

—Si...si uhhh- así—digo sintiendo un delicioso orgasmo segundos después siento a Max llegar a su liberación.

Nos quedamos unos minutos intentando recuperar la respiración cuando ya empiezo a sentir mi respiración más estable veo a Max el cual también se encuentra lleno de sudor.

—Eso fue...muy intenso—rio suavemente para luego poner mis manos en su cuello y besarlo para invertir la posición y seguir disfrutando toda la noche.