Capítulo 32: Jardinero

Start from the beginning
                                    

Jungkook solo lo miró sin poder explicar.

Seguro le diría que es un loco.

—Me refugio en esta forma —continuó Jimin —.Como un pétalo de cristal en el aire

Regresó la mirada a Jungkook con un ojo más cerrado que el otro. Como si hubiese bebido jugo de limón —. ¿Qué significa... todo eso? —su voz salió bajita, demasiado bajita pero Jungkook pudo escuchar.

—Es un sueño —le respondió, cruzando sus brazos en la cintura para después caminar hacia él —. Te faltó leer este —le señaló una de las notas azules, que estaba más arriba de lo que Jimin podía alcanzar. El rubio lo miró de mala gana —. No alcanzo, idiota.

Jungkook soltó una risa alta.

¿Puedes hacerlo mejor con las luces encendidas?, yo estaba allí, me refugio en esta forma, oculto entre el campo, como un pétalo de cristal en el aire, por favor, enséñame a respirar, me recordarás cuando los vientos del oeste lleguen moviendo las espigas —Jungkook lo leyó en voz alta, todavía dudando del sentido que le había dado a aquellas oraciones.

—¿Qué sueño? —Jimin se acercó a tocarle el hombro con delicadeza.

—Uno en el que Taehyung moría —musitó Jungkook —. Alguien... había una voz que decía todo lo que está escrito... y... yo lo anoté en mi libreta de sueños, pero no logro descubrir que dice.

—Entonces fue una pesadilla... y supongo que estos días no has dormido porque no quieres tener una pesadilla que no puedas descifrar... de nuevo —. Jimin lo miró con atención y su voz se volvió profunda —. ¿No es así, Jungkook?

—Sé que significa algo... siempre significa algo —susurró el pálido —. Mis sueños siempre... tienen un significado —dijo con voz bajita. Porque de todos los que tenía, ninguno terminaba como algo bueno cuando salían a la vida real. Y temía. Jungkook siempre tuvo miedo.

—Dame la nota —pidió Jimin —. Yoongi es bueno con los crucigramas, los refranes, tal vez él pueda darle un sentido nuevo —Jungkook lo miró, dudoso. Pero si él había intentado darle un significado más allá del que había escrito y no le coincidía otro más. No le costaba mucho dejar que alguien más intentará.

—Yo se la daré —dijo Jungkook, juntando la nota al pecho.

—Está bien, está bien... será como tú quieras —Jimin quiso alentar al pálido y sacó la voz más dulce que tuvo en compañía de sus ojos tibios mirándolo con paciencia —. Vamos a recoger a Yoongi o no llegaremos a tiempo —susurró el rubio, dando un apretón suave en su hombro. Jungkook tomó la nota y después Jimin le sonrió.

—Vámonos —el pelinegro tuvo esperanza, tan solo poco. En verdad quería descubrir algo nuevo en esas oraciones desordenadas.

Jungkook no sabía si algo le había caído mal, o Jimin era tan mal conductor que el estómago se le revolvía en cada vuelta a las esquinas. Fueron siete y contando. Y llegaron a un lugar que ya conocía. El salón donde Taehyung se había presentado.

—Espera aquí... necesito entrar. No tardó ni dos segundos —Jimin salió con prisa del automóvil y sacudió la mano cuando pasó al costado de Jungkook.

Jungkook releyó lo que había escrito en la hoja. Lo leyó una y otra y otra vez. Pero de nuevo, no pudo hallar algo más que el significado que le había dado. La leyó tantas veces que la mano contraria empezaba a irritarse por las uñas incrustadas en sus palmas. Sí, estaba demasiado ansioso. En verdad lo estaba desde días antes.

—¿Nervioso por conocer al padre de tu novio? —la voz ronca de Yoongi interrumpió sus pensamientos cuando entró al auto para sentarse al costado —. Todo saldrá bien... te ves apuesto —él guiñó un ojo y chasqueó los dedos —. Taehyung se derretirá al verte.

The flight of butterflies [KTH-JJK]Where stories live. Discover now