Aceptación

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Un nuevo sistema solar se alzaba a la vista del humano, un cúmulo de diferentes materias y colores, seres sintientes... Le parecía impresionante a la vez que terrorífico. Toda hipótesis científica se confirmaba al 100% frente a sus ojos. Incluso, realidades que se escapaban a la lógica humana.

Unos brazos fuertes y blanquecinos le rodeaban por detrás, proporcionándole seguridad, ya se le había olvidado que era capaz de leer su mente, que tonto se sentía.
Observó lo que supuso el hogar de Kilius, un planeta grande y verde, con tonos amarillentos y por supuesto el azul, el color de la vida: el agua.

-“Estoy nervioso Peter. Padre es un tanto especial. Te dije que yo era un príncipe, pero no te dije que ellos intentaban darme una pareja.” Se acercaba el momento decisivo, habían entrado a la atmósfera del planeta justo cuando Peter iba a hablar, provocando un leve terremoto en la nave que los cuatro integrantes tuvieron que agarrarse a lo que pudieron.

Todo se estabilizó por fin, surcando los cielos por encima del mar, mientras unos animalitos marinos saltaban y jugaban con el agua felices. Peter abrió los ojos con lentitud, temoroso por lo ocurrido; Kilius le abrazó en una seña de que ya había pasado todo e incitandole a que observara a su alrededor, Peter se quedó maravillado, le era sencillamente espectacular.

-“Bienvenido a mi planeta, me llena de felicidad compartir mi hogar contigo”.

-“Gracias... A mi también me alegra.”- El humano se notaba nervioso, demasiado, y como no estarlo, ningún humano tiene la oportunidad de tener un alienígena como pareja e irse a miles de años luz de casa, más bien era imposible.

Tras un rato y divisar su aldea, aterrizaron en un campo visible. Varios civiles curiosos se acercaban a la nave extraña, susurrando entre ellos y algunos llamando a los guerreros y altos cargos. Kilius decidió abrir la compuerta y hacer acto de presencia; muchos al reconocer de quien se trataba, se llevaron una grata sorpresa.

Ahora, Peter, Drake y el otro alienígena que les acompañaba, eran los extraterrestres para aquel planeta.

-Compañeros, compañeras, he regresado tras mi desaparición aquí, es una historia larga. Quisiera ver a padre y madre.- Dijo Kilius con calma en su idioma.

Los blanquianos se miraron entre ellos, queriendo más explicaciones de las que había dado. Uno de ellos, un anciano, decidió hablar.

-Nuestro príncipe ha regresado, joven, ha pasado muchísimo tiempo desde que se fue. Aproximadamente unos 80 años blanquianos.- Miró a los demás como confirmando tal número, llevándose un 'si' de respuesta. Kilius le miró con los ojos abiertos.

En ese momento varios guerreros llegaron a la zona con lanzas y comprobando que todo estuviera correcto, encontrándose con la situación del príncipe.

-¡Kilius! El rey no va a ponerse contento después de lo que hiciste. Aún lo recordamos, escapaste señor.- Dijo uno de los guerreros con claro enfado.

Kilius suspiró. Estiró la mano hacía la nave e invitó a Peter primero a que saliera. Con temor el humano lo hizo, encogiéndose con vergüenza y agarrando la mano de su compañero.

Varios aldeanos gritaron de horror al ver aquella "criatura" extraña. Los guerreros alzaron sus flechas hacía él.

-¡No! Él es mi compañero, hice el pacto de frentes, ya sabéis que eso es sagrado.- Gruñó el blanquiano.

Peter estaba asustado, no entendía ni un comino de aquel idioma, tan solo le quedaba confiar en que Kilius jamás le abandonaría, y que le protegería a toda costa. Miró con pena la herida de bala que tenía en su brazo vendado; asimilando el hecho de lucharían hasta el final, que nada sería en vano.

El amor de un alienígena (Yaoi)Where stories live. Discover now