Saturday31st: Famous au / Neighbors au

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A/N: Hace unos años tenía un one-shot ya medio empezado sobre esta misma temática tan poco original, pero no sé cómo hice que lo perdí 😭

Haced dobles y triples copias de seguridad de todo, niñes. Esa es la lección del día.

***

II

Resumen: Beca sabía que un piso tan grande, luminoso y bien situado como este por el precio que pedían debía tener alguna pega. Lo que no esperaba era que esa pega fuera una vecina exhibicionista.

Rating: T

***

[5 de agosto. Día 96]

Beca no sabe cómo lo sabe, pero es consciente del momento en el que Chloe entra en el recinto de la piscina.

Si le preguntasen, no sabría cómo explicarlo. Es una sensación que se extiende por su cuerpo como la piel de gallina, una sensación que ya le resulta familiar: la de estar siendo observado, la de tener la completa atención de alguien.

Es por eso por lo que, a pesar de llevar los AirPods puestos y estar con el móvil, nota el instante en que Chloe llega.

Un hormigueo recorre su cuerpo y alza la mirada de un brinco, oculta por cristal polarizado de sus gafas de sol, cuidadosa de mantenerla escondida tras la visera de su gorra para que no se note que está mirando.

Y, efectivamente, ahí está: Chloe.

Beca sigue su recorrido atentamente: desde el puesto del socorrista, por el lado largo de la piscina esquivando las salpicaduras y los niños intentando empujarse en el borde, hasta la esquina en la que está Beca acaparando el único resquicio de sombra.

Primero teme que se vaya a sentar a su lado, empeñada en darle conversación cuando eso es lo último que a Beca le apetece en este momento.

Pero Chloe pasa a su lado sin dar señales de haberla visto, sus mechones cobrizos recogidos en una floja trenza que cae por encima de uno de sus hombros, el flip flop de sus chanclas al caminar el único sonido que emite.

Luego, a Beca le sorprende —y divierte un poco, solo un poco— ser ignorada de esta forma.

Por último, y aunque lo negará hasta quedarse sin aliento, siente una punzada de decepción al ver a Chloe continuar por el borde corto de la piscina hasta instalarse en la esquina opuesta sin siquiera una mirada de reconocimiento.

Se coloca justo en frente de Beca, con demasiada precisión como para que pueda pasar por accidente, y Beca se encuentra a sí misma teniendo que reprimir una sonrisa torcida al darse cuenta.

Chloe desdobla su silla de playa, extiende su toalla, posiciona su botella de agua a la sombra y deja su libro preparado, todavía fingiendo que no se ha dado cuenta de que a quien tiene delante es Beca.

No es hasta que Chloe cruza los brazos en el bajo de la camiseta ancha que lleva puesta, amagando el quitársela, que mira a Beca directamente.

Lleva unas Ray-Ban de estilo aviador puestas pero, una vez más, Beca sabe que la está mirando.

Una sonrisa cómplice, como si estuvieran compartiendo un secreto, una broma interna que solo ellas pueden entender, curva los labios de Chloe antes de que su rostro desaparezca tras la tela desteñida.

Beca pone los ojos en blanco tras sus gafas de sol. Aprieta las comisuras de su boca para no reírse, agachando la cabeza hacia su móvil con la intención de esconderse tras la visera de su gorra.

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