—¿Hijos? ¿Qué?— Preguntaba la castaña con tos, Lucía soltó una carcajada.

— Estoy bromeando... Aunque si quieres no es broma.— Respondía la pelirrosada con diversión.

— Para tener hijos hay que casarse y... Hace calorcito, ¿No?— Decía una Daniela soplandose con la palma de su mano, Lucía apretó los labios intentando no reír.

— Calle, tranquila, solo fue una broma.— Comentaba la pelirrosada con una sonrisa, celebrando que había encontrado una botella de vodka.— Tampoco es cómo que Poché te pida matrimonio mañana.— Lucía soltaba otra carcajada.

Mientras Daniela sentía un ataque de calor pensando en un futuro con la morena, María José quitaba a su hermana de sus piernas por fin, tirandola a su amiga Laura.

—¿Si se lo propongo mañana es muy apresurado?— Indagaba la morena con duda a si misma.

Valentina y Laura reían y alzaban sus cejas pícaramente al ver en la posición que estaban, Valentina quedaba encima de Laura sentada a horcajadas y Laura con sus manos en sus caderas.

—¿Besito pa' reforzar la amistad?— Ofrecía Valentina moviendo sus hombros jocosamente.

— Ustedes se besan y juro que las tiro a la pileta.— Hablaba María José con voz autoritaria.

— Las amigas que se besan son la mejor compañía.— Molestó Laura abrazando a Valentina, la menor de las Garzón rió.

— Ya quita esa cara, estamos bromeando.— Comentaba Valentina divertida, alejándose de Laura aún quedando sentada en su regazo.

— Ignorare eso y preguntaré otra vez... ¿Es muy descabellado pedirle matrimonio a Dani mañana?— Laura y Valentina se observaban entre sí.

— Intensa.— Soltaron las dos al mismo tiempo soltando una carcajada, María José rodó los ojos.

— Gracias por la ayuda.— Bufó la morena, poniéndose sus gafas de sol otra vez.

— Ay relaja la raja.— Canturreaba Valentina.— Marica, literalmente ayer se hicieron novias y mañana le pediras matrimonio. ¿Quién hace eso?— Preguntaba Valentina con obviedad.

María José sonrió por inercia, ayer le había pedido a Daniela ser su novia y había sido un momento lindo y tierno, lo suficiente cómo para ser feliz todos los días de su vida. El asunto era que María José quería más, quería mucho más que un título de novia.

Lo que detenía todo sentimiento era la misma Daniela, María José no sabía si Daniela quería casarse y tampoco podía proponerle matrimonio así de la nada, podía asustarla o causarle un trauma. Era difícil porque María José la amaba y quería convertirla en su esposa.

— A ver, vamos a salir de dudas.— Comentaba Laura dando golpecitos a las piernas de Valentina.

—¿Qué vas a hac-

—¡Calle!— Gritaba Laura a la castaña, María José negó con su cabeza.—¡Mueve tu trasero y ven acá!— Añadía Laura, María José se hundía en la reposadera y Valentina reía.

Los tres pares de ojos se posaron en la castaña, Daniela empezó a caminar moviendo sus caderas con sensualidad en el traje de baño de una sola pieza, cubriéndose con una camisa ancha manga larga que estaba abierta por el frente, para María José era una obra de arte la que veía.

María José perdía su vista en cada parte del cuerpo de Daniela, observando cómo su novia sonreía lentamente al descubrir que la veía, la morena lamió sus labios y unas ganas incontrolables de poseer a la castaña la invadieron.

Eviterno || TerminadaWhere stories live. Discover now