No puedo decirles que me dolía el corazón debido a la actitud de Brandon.

Quería huir de esta casa, si a él le molesta mi presencia es mejor irme lejos de todo. Si tuviera algo de dinero para poder cruzar a otro país, cambiar mi nombre y empezar una vida lejos de todo, lo haría, pero no tengo esa suerte.

***

Rachel se va acostar luego del almuerzo, las señoras que se encargan de cuidar la limpieza y el orden de la casa se niegan rotundamente a que pueda ayudarlas en algo. Dicen que soy una invitada de sus jefes no es justo que me ponga a fregar platos, si ellas lo permitían tal vez les ocasionaba problemas y lo menos que quiero en este momento de mi vida es traer más inconvenientes, por eso es que decido salir al gran patio para apreciar como estaban unos señores arreglando los jardines.

Uno de ellos me observa y guiña uno de sus ojos, provocando un escalofríos en todo mi  cuerpo. Me siento asqueada conmigo mismo lo que provoca que decída entrar de nuevo a la casa para resguardarme de todas esas miradas lujuriosas.

¿Así será siempre?

Solo nos ven como un pedazo de carne y ¿los sentimientos no existen?

Es horrible la vida, siempre pensé que el mundo seria diferente, que podria conocer buenos hombres, pero la verdad que al pasar los años siento que cada vez se ponen peor, me siento insegura hasta estando en mi propia casa con esos hombres trabajando ahí afuera.

— ¿Por qué tienes esa cara? — la voz de Brandon me sobresalta.

Mis ojos se encuentran con los suyos ...

— Nada — me limito a contestar bajando la mirada y no observar sus labios como lo había hecho recién.

¿Por qué quería un beso suyo?

¡Tonta!

— Supongo que Giovanni no tuvo las pelotas para informarte las buenas buenas, sino no estarías tan tranquila como lo estás — me habla haciendo que frunza mi ceño.

— ¿Qué debe decirme? — pregunto preocupada.

— Él te lo dirá — responde subiendo por las escaleras.

— ¡Brandon! — lo llamo, pero él solo me ignora por completo.

¿Qué deben decirme?

Decidí terminar con mis dudas, e ir directo a la persona que me sacaría de ellas. Camine por ese largo pasillo, toque su puerta y nerviosa, pero a la vez decidida entre a su despacho donde un sorprendido Giovanni me recibió.

— ¿A qué debo tu presencia? — consulta dejando de lados sus papeles para mirarme con atención.

— Brandon dijo que debias decirme algo — declaro.

— Ese idiota — masculla. — Pero tiene razón, esperaba que te acomodes unos días más para informarte que cuando cumplas dieciocho años, tú y Brandon van a contraer matrimonio....

— ¡QUÉ! —  lo detengo confundida.

De todas las cosas que esperaba escuchar, lo menos que había imaginado era algo como esto.

— No hagas un drama, tiene dos opciones ....

— Estás condenando mi vida — lo interrumpo.

— Tú vida siempre estuvo condenada, Marena, por eso te digo las dos opciones — levanta su mano impidiendo que refute a sus palabras. — una es casarte con mi hermano por tiempo indeterminado o la segunda y mucho menos más linda te entrego a Busnelli en bandeja de plata para que haga contigo lo que quiera — agrega como si nada.

Mafia italiana. (3.5 SAP)Where stories live. Discover now