Capítulo 17

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El tiempo pasó volando, Sans aprendió a vivir con el dolor de no tener a Honey cerca; nunca más pudo sacarlo de su corazón. Su hermano había encontrado a una joven con la cual formar una familia; hace unos meses se enteró de que finalmente tenía un pequeño de nombre Impact, un nombre tan imponente como su propio hermano; quien ahora era Teniente Coronel de la policía local.

Undyne formalizó su relación con una chica regordeta, todos en el cuartel se sorprendieron cuando la Comandante declaró abiertamente que era homosexual; sin embargo, no fue discriminada ni mucho menos, Undyne se merecía todo el respeto del mundo.

Black salió de prisión bajo libertad condicional después de una condena de seis años por tráfico de drogas; su hermano Money permaneció encerrado en una instalación para adictos, no tendría permitido salir hasta que se recuperara por completo, por lo que la custodia de Black pasó a manos del estado donde permaneció en un orfanato hasta que cumplió la mayoría de edad.

Sans y Black en ocasiones se reunían para conversar, pues Black aún tenía sentimientos hacia su persona, no obstante, nunca fue correspondido. Esperaba que con el tiempo Sans pudiera ver que él era la persona que más lo amaba y le permitiera otra oportunidad, sin trampas, ni trucos, solo ellos dos siendo nuevamente uno.

Había conseguido un empleo en una oficina, donde fungía de contador, trabajo que decidió para poder mantener la mente ocupada y no pensar en Honey; cosa que rara vez le funcionaba, ya que incluso con los números en su cabeza podía oler el aroma de sus cigarrillos o el aroma casual del dulce de miel que siempre impregnaba la ropa del mayor.

Miraba su celular de vez en cuando, cuando el trabajo se agotaba y debía de regresar temprano a casa, paseaba por todos los lugares en los que Honey le acompañó; desde el parque hasta el hotel que inicio con su separación; sin darse cuenta se encontraba a escasos cinco minutos de distancia de llegar al aeropuerto.

Nuevamente, la mirada en su reloj y otro suspiro escapando de sus labios; era realmente un idiota. Honey había dejado muy en claro que no volvería; qué esperaba. Por más que quisiera escuchar su voz, era imposible que le llamara.

Un avión llega a la pista y Sans corre desesperado a pesar de que su cabeza le gritaba que parara en ese instante, era su corazón que le hacía seguir a delante y correr a más no poder para observar quienes eran los que descendían de la aeronave. Ningún rostro conocido y nadie que estuviera esperando ser recibido por él. Apretó la reja mientras se reprocha en silencio.

— De verdad que soy estúpido. — dio media vuelta y se marchó.

— Hermano, ya todos se fueron, somos los últimos otra vez... — gritaron desde el andén, una figura alta sale del avión, rascando despreocupadamente su cabeza, con el palillo de una paleta de miel asomando por sus labios.

— Tranquilo, amiguito, aún estamos a tiempo. — dijo la suave voz acariciando la cabeza del primero.

Honey había regresado con la esperanza de volver a encontrar a Sans, lo extrañaba tanto. Sabía que era poco probable encontrarlo y volver a retomar su relación como en el pasado; lo lastimó tanto. Esperaba que mínimo Sans pudiera perdonarlo.

Pero, era necesario regresar a casa con su hermano, estaba preparado para el rechazo; tenía en la mente que los años que pasaron no fueron en vano; que muy probablemente Sans ya se encontrara con otra persona, una que rellenara el hueco que él mismo dejó.

Blue caminaba deprisa, como era costumbre; ansioso y desesperado por conocer todo lo que su hermano había visto, en el tiempo en el que estuvo lejos; quería conocer a toda la gente con la que convivió, pero, sobre todas las cosas, deseaba conocer a la persona que había hecho de su hermano la persona que era ahora.

Honey regresó a su lado siendo diferente, ahora se preocupaba por lo que sucedía alrededor, por lo que pudo tener la custodia de Blue, poco tiempo después de presentar un examen.  De vez en cuando, una trabajadora social llegaba a su casa a hacer preguntas, principalmente al menor, quien con una alegre sonrisa respondía que su hermano era el mejor del mundo; cosa que anteriormente no pasaba, ya que, Blue había dejado de sonreír tiempo atrás.

Lo sientoUnde poveștirile trăiesc. Descoperă acum