¿podrías hacerme recordar?

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Shuhua la mira con ojos preocupados y se abalanza a abrazarla—Solo dime si pasa algo y juro por Dios que…

A Tzuyu le causaba gracia, si en un caso dado no podría defenderse de cualquier cosa, Shuhua era la omega más delicada que conocía, no creía que hiciera mucho pero no la desanimó tampoco—Si, Shuhua te diré, lo prometo.—interrumpió antes de dejarla terminar.

—Me debes una cena por no avisarme que no estabas y hacerme pasar ese momento con la tonta de Lisa.—Shuhua le susurró, la morena no le prestó mucha atención, algo estaba molestándola ahora.

Una emoción o sensación (no sabía qué era así que no puede llamarlo correctamente) se extendió por su cuerpo, es desconocido, jamás le había pasado, sintió su piel erizarse por alguna razón, su lobo parecía también estar inquieto. Se quedó en su lugar tratando de intensificar sus sentidos para ver si lograba identificar la emoción que viajaba por su cuerpo.

Había muchos aromas, después de todo estaba en la universidad, la cafetería estaba llena. El aroma que más reconocía era el de su mejor amiga por la cercanía en la que estaban y porque (se había convencido a sí misma) es el único tipo de vainilla que no detesta, algunos olores insignificantes y otros muy fuertes, entre ellos su aroma favorito.

Apenas reconoció ese aroma ahora ya familiar su lobo pareció inquietarse más, no entendía que estaba pasando, no la veía por ningún lado y mucho menos cuando Shuhua ocupaba toda su vista.

Se separó un poco de Shuhua y por fin pudo observarla, la omega no la miraba ahora a ella, su mirada estaba puesta en alguien más, Tzuyu no pudo reconocer con quién parecía estar hablando, la persona le daba la espalda.

Tzuyu vio que aparentemente Nayeon no estaba metida en problemas así que no le prestó más atención a su inmaduro lobo.

—Podemos ir a comer algo hoy, si quieres.—volvió a prestar atención a la omega que tenía sobre ella.

Shuhua hizo un mohín—No sé si pueda hoy, mañana me toca entregar mi investigación de pediatría, debo estudiarla por si hacen algunas preguntas.

Tzuyu se quedó en silencio, a pesar que ya haya visto que Nayeon se encontraba completamente bien, sus instintos seguían de la misma manera.

—Me han dicho que la nueva maestra es muy bonita y que sus clases son mejores que las de la señora Kim.

Tzuyu asiente con su cabeza, cualquiera que le haya dicho eso tenía definitivamente razón, las clases con Nayeon se hacen rápidas y con la señora Kim parecían durar una eternidad.

—¿Qué piensas de ella?—Shuhua le pregunta y la observa.

La pregunta casual e inocente  le toma por sorpresa, no sabía de qué manera responder, si decía algo Shuhua podría sospechar y a pesar que confiaba con su vida en su mejor amiga lo mejor que podía hacer sobre esta situación es no hablarla con nadie, menos alguien relacionado con la universidad.

—Yo… yo creo que es—Tzuyu hace una pausa, no sabía que hacer, Shuhua se separa un poco y la mira confundida, su mirada volvió a caer sobre Nayeon, sus instintos ahora estaban más intensos, mataría dos pájaros de un tiro—Allá está, debo preguntarle algo sobre mi próxima clase, espérame aquí.

Así salió de esa situación, se acercaría a Nayeon para evitar cualquier pregunta inocente de su amiga y para ver si así su lobo dejaba de molestarla.

—Maestra Im, ¿tiene un segundo?—pregunta una vez está lo suficiente cerca, la mujer que había llamado voltea a verla, Tzuyu no descubre que había en su mirada.

—¿Yo? Sí, por supuesto.—responde, la morena capta que lo estaba haciendo solo para salvarse a sí misma.

Tzuyu iba a hablar de cualquier cosa pero alguien más se le adelanta.

Un refugio para dos | NATZU G!PWhere stories live. Discover now