Amor a primera vista 💓 [HOUKI TAKETORI X TÚ]

Un pasado oscuro...

Rápidamente te dirigiste a la señora que te abrió la puerta y te colocaste atrás de ella, solo recordabas el nombre de Kawaki, pero te transmitía un sentimiento de lástima y miedo.

— Kawaki, deberías ser más amable, la encontramos en las afueras de la aldea y no recuerda su nombre –hablo Naruto.

El nombrado solo soltó un bufido y se fue, mientras tanto la pequeña niña solo te miro y te aseguro que no era un mal chico, tú asentiste con la cabeza y le regalaste una sonrisa.

— Creo que deberíamos presentarnos –propuso la señora que vivía en aquella casa.

— ¡Mi nombre es Himawari Uzumaki! –exclamo la niña entusiasmada.

— Mi nombre es Hinata Hyuga y el que se acaba de ir se llama Kawaki, pero mi otro hijo se llama Boruto, tal vez ya lo hallas visto  –menciono la esposa del Hokague.

Tú solo volviste a a asentir y te pusiste algo triste, ya que no recordabas tú nombre y no te podías presentar.

— ¡Oh! Cierto, aún no recuerdas tú nombre, tal vez de vamos ponerte uno –dijo Naruto con una sonrisa.

Todos empezaron a proponer nombres, pero ninguno te gustaba, hasta que a ti se te ocurrió uno.

— Me gustaría llamarme _________ –dijiste un poco tímida.

Tú nombre era algo rara, pero a Naruto le había gustado, al igual que Hinata y Himawari, parecía de Latinoamérica, pero a estos no les importo.

Hinata había preparado una rica cena y olía muy rico, tenías mucha hambre y tu estómago empezó a sonando, aunque a los segundos un pequeño rubio apareció atrás tuyo, lo cual le lanzaste un puñetazo por el susto.

— ¡Pe-perdón! –te disculpaste por haberlo golpeado.

— N-no te preocupes, fue mi culpa por aparecer así –dijo mientras se agarraba la cara por el dolor.

Lo ayudaste a levantar y Hinata los llamo para cenar, todo se veía delicioso, pero sentías como Kawaki te estaba viendo en toda la cena y eso te puso muy incomoda. Al terminar, no pudiste disfrutar la cena por la incomodidad y lo peor es que te mandaron a dormir con Kawaki.

— No te preocupes, obviamente dormirán en camas diferentes –se burlo Boruto al ver un pequeño sonrojo en tu rostro.

Ya era hora de dormir y tu le diste la espalda a Kawaki para ignorarlo y poco a poco quedaste dormida, soñabas estar en una casa con un señor y una señora, probablemente eran tus padres, pero también estaban dos jóvenes que te empezaban a tocar, tu solo llorabas pero no emitías sonido, tenias miedo al sentir esas manos recorriendo por todo tu cuerpo, hasta que por fin pudiste gritar y despertaste.

— ¡Hey! ¡¿Estas bien?! 

Pregunto Kawaki mientras te agarraba de los hombros, lo miras y notaste que te miraba asustado, no entendías el por qué, pero sentiste como lagrimas caían por tus ojos, te limpiaste y soltaste otro grito al ver sangre. Naruto y Hinata bajaron y también se asustaron. Te levantaste y encontraste un espejo... Mayguienku Sharingan... de nuevo recordaste otra fracción de tu pasado y te desmayaste.

Pudiste recordar la cara de tus padres, te causaba molestia y a la vez tristeza, también recordaste que esos dos jóvenes eran tus hermanastros, esos hij0s de put@ que se aprovecharon de ti a los 5 años, preferirías olvidar eso, pero tu memoria estaba empezando a recordar mas cosas y también recordaste que tu eras de otro país ¿Cómo habías terminado aquí? 

— ¿Do-donde estoy...?

Al despertaste, te encontrabas en una habitación blanca, todo estaba cerrado y te asusto un poco, escuchaste una voz que te dijo que no intentaras nada, eran un par de parlantes que estaban en la habitación, probablemente ahora pienses que eres un enemigo peligroso y prefieren no arriesgarse.

— Escúchame _________, por el momento te vas a quedar aquí hasta recuperas la memoria, si necesitas algo, te lo traeremos, así que vuelve a la camilla y duerme.

— ¡Yo no hice nada malo! ¡Déjenme salir!

Molesta por como te estaban tratando, empezaste a patear las paredes como si estas se fueran a romper. Aunque al hacer eso, recordaste  a una señora de pechos grandes llamada Tsunade, te molestaba recordar a tanta gente y ni siquiera recordar alguna conversación con ellos, que hiciste lo mismo que hacia aquella señora en tu recuerdo y rompiste la pared.