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Imperio Gupta. 400 d. C

"Cuando piensas decírselo" le pregunta Makkari a Druig.

—Cuando muera...

"Eso nunca va a pasar" responde haciendo una mueca.

—Lo sé—Responde. —No entiendo... Ellos lo hacen ver tan fácil— Druig se refería a Sersi y a Ikaris.

"¿Porqué no les pides un consejo?" propone.

—¿Yo pidiendo consejos?—estaba de broma. Era tan orgulloso que no se atrevería a pedir ninguno. —Solo tengo que... Averiguarlo.

Makkari lo golpea en el hombro desaprobado su idea. No alcanza a decirle nada cuando ella desaparece despidiéndose de él con una ráfaga de aire.

No tenía planeado decirle nada a Saphime sobre cosas sentimentales. Ella todavia tenía su falla, ignoraba muchas cosas y una de ellas era la empatia.
Era amable y sincera, pero cualquier cosa que fuera para expresar sentimientos a ella no le funcionaba.

Estudiaba día y noche cosas como la tristeza, enojo y amor.
Después de que el romance de Ikaris con Sersi se revelará ante los del grupo, se le zafó un tornillo. No entendía el porque estaban "enamorados" Druig le explico muchas veces pero, sus intentos eran inútiles.

No se lo había dicho a ninguno más que a Ajak. Ella también trató de ayudarla, revisaba su cabeza constantemente buscando alguna falla, pero él diagnóstico era el mismo. Saphime era incapaz de entender los sentimientos mundanos.

Esa era la razón por la que Makkari insistía en qué Druig se confesara a Sephime... Ella no sabía el problema.

Ajak le dijo que Saphime necesitaba tiempo y eso le a dado, pero ya a pasado mucho tiempo y hasta la misma eterna dejó su estudio de las emociones humanas.

—¡Druig!— la voz de Saphime creó un escalofrío en Druig como si la chica pudiera escuchar sus pensamientos.

Conservando la compostura voltea a verla.

— Dime— dijo él. No pudo reaccionar cuando la chica lo rodea con un collar de flores igual al de ella. —¿Y esto?— pregunto sonriendolo viendo el collar alrededor de su cuello.

—Es un collar de flores.

— Estoy consciente de ello, pero...

—Me enseñaron a hacerlo hace como 5 minutos y soy muy rápida— dijo emocionada mostrándole una sonrisa euphorica. — Tengo varios— mostrándome su brazo colgando 6 collares de flores.

—No cabe duda... Han pasado miles de años, y te siguen emocionado estas cosas— comento tocando el collar de Saphime entre sus manos.

— Son flores, ¿A quien no le gustan las flores?

—A Thena...

—Ella no cuenta— respondió riéndose. — Es Thena. Prefiere una daga a una semilla de una hermosa margarita.

—¿Como va tu estudio? El que estabas haciendo de las emociones humanas, ¿como va?— pregunto Druig. En ese momento Saphime

—Lo dejé hace tiempo— compartió. —Ajak dijo que si mi mente no acepta este tipo de emociones significaba que no las necesito... Yo creo que solo nací sin corazón.

—No digas eso— Druig la tomo de las manos viendo las flores de Saphime. —No creo que haya nada malo en ti.

—Por eso, consulte a Ikaris sobre mi asunto... Se lo confesé esta mañana— le compartió Saphime. Este la ve serio.

Al parecer su secreto ya no era más un secreto.

—¿Se lo dirás a los demás?— pregunto.

—Ay no, claro que no. Es inesesario—le dijo.

—Entiendo... ¿Que te dijo entonces?— alejando sus manos de los de ella.

— No sentir puede que sea una bendición. No sufrire nunca y sólo me quedará la felicidad— le explica con una sonrisa.

Druig sonrió igual. Ella no entendía que lo estaba golpeando en lo más profundo de sus ser, pero no la iba a forzar a sentir algo que ella no podía sentir.

—Me alegro por ti— Era sincero, ella noe estaba sufriendo como el.

Saphime estaba recostada en la cama con la vista de Druig encima. Este estaba por irse cuando ella toma la palabra.

—Extraño Gupta— menciona con los ojos cerrados. Druig se acerca a ella y se sienta en los pies de la cama.

—¿Que extrañas de Gupta?— le pregunta tratando de escucharse lo más comprensible posible.

—Las flores...— dijo abriendo los ojos. —En ese tiempo me conocía más...

—Sigues siendo la misma de siempre.

—Dime... ¿Así se siente sentir?

Druig se acerca más a ella. Toma su mano y ella la aprieta.

—Te acostumbras— dedicándole una sonrisa.

—Lo siento... Se que no es lo que esperabas cuando vine aquí.

—Date un poco de crédito, desde que llegarte las flores siempre están floreciendo y todo el año es primavera, las personas que viven aquí les agradas— dijo viéndola sonreír.

—No me alages tanto... Se me subirá a la cabeza—dijo sonriendo. Se notaba que no estaba tan estresada como al principio.

—Lo sé— respondió. —Pero ahora quiero que trates de dormir. Llevas mucho tiempo sin dormir decentemente.

—Es que esta muy oscuro.

—Antes decías que la oscuridad era tu amiga— se burló viendo el resto de la habitación, si que estaba muy oscuro. —Hagamos una cosa, me quedaré hasta que te duermas.

—Me haces sentir como una niña indefensa— le dijo tapándose la cara con la mano que tenía libre.

—Justo ahora lo eres. Pero si quieres me puedo ir-

—¿Te quedarías?—propuso Saphime descubriendose la cara. —Solo está noche...

—Dejame entenderte, no quieres que me quede hasta que te duermas, pero quieres que me quede a dormir contigo. Gran plan, ¡es lo mismo Saphime!

—¡No lo es!— reclamó, estaba riéndose con el. Su primera risa en la semana. —Es diferente que te quedes ahí como un sentinela y otra es que duermas conmigo al mismo tiempo.

D

ruig veía a todas partes como si lo que estuviera apunto de hacer fuera un delito.

—Muévete entonces— le dijo y ella se hizo a un lado.

La cama era pequeña, fue diseñada para que durmiera una persona. Druig estaba frente a frente con Saphime.

—Descansa, Druig— dijo Saphime. Ella cerró los ojos y se acurrucó a su lado.

—Duerme, Saphine.

𝑺𝒂𝒑𝒉𝒊𝒎𝒆 | Druig	 '𝘌𝘛𝘌𝘙𝘕𝘈𝘓𝘚¹Donde viven las historias. Descúbrelo ahora