Un Verdadero Monstruo | unOrdinary

Capítulo 4: Nueva vida

Pov. Yo.

Los pasillos eran amplios a simple vista de los ojos ámbar del pelinegro recién llegado a la secundaria, se sentía acosado por todas las miradas que le fueron puestas encima cuando entró, no había persona que no lo viera con curiosidad o burlándose de él por como podría pasarla una vez se incorpore correctamente.

John se sentía nervioso, detestaba ser el centro de atención de los chicos presentes allí, quería sacarle los ojos para que dejarán de verlo...

Se dio cuenta de esos pensamientos que los despejó cuando sacudió la cabeza de un lado al otro, en estos casos hablar con su instructora le haría bastante bien para no pensar, ni hacer nada malo, por ahora.

— Debe ser un estudiante nuevo— susurro un chico apartado de él que lo veía con una sonrisa socarrona.

— De seguro que si, recordaría esa cara de idiota de haberlo visto antes, jejeje— se rió su acompañante al ver a John como los miraba de reojo—, deberemos darle una bienvenida apropiada, después de que termine su clase.

— Si, jajajaja.

Todas esas amenazas que John oía perfectamente, le recordaban a como lo solían tratar antes, por más que quería asesinarlos en ese preciso momento, se iba a tener que contener para no levantar sospechas sobre él y su poder.

Se tuvo que morder el labio de la rabia.

— Algún día ellos también tendrán que pagar, todos lo harán— se oyó de sus adentros con un enojo mayor a la que él propio John tenía.

*¡Ring!* *¡Ring!*

Sonó la campana dando inicio a un ciclo escolar nuevo, ese era el timbre donde la vida del pelinegro empezaba finalmente, los estudiantes se comenzaron a agrupar para ir a clases al ya conocerse, mientras que John iba perdido al no saber si quiera donde se encontraba parado.

No encontraba su salón todavía, se maldecía al no preguntarle antes a nadie sobre su salón, realmente los pasillos eran un mareo y parecía que daba vueltas en círculo, pronto al fondo del pasillo en el que se hallaba, pudo visualizar a una pequeña chica peli rosa luciendo en la misma situación que él.

Nada perdía con preguntárselo, a lo mejor simplemente buscaba algo más, así que decidió acercarse para no perder más tiempo en los pasillos.

— ¡Disculpa, ¿Sabes dónde queda el salón 2B?!— preguntó algo alto para llamar la atención de la chica que estaba dándole la espalda.

Ella solo se notó como le daba un escalofrío que recorrió todo su cuerpo, rápidamente se dio vuelta y se cubrió instintivamente de la persona que estaba detrás suyo con los pocos cuadernos que tenía en mano.

— ¡Y-yo... lo siento!— se disculpó la chica sin alguna razón aparente, cosa que causó la risa en John al ver una actitud tan rara en su primer día.

— ¡Oh, no! ¡No te haré nada, solo busco que me ayudes diciéndome donde está el salón!— John trato de tranquilizar a la asustadiza chica que lo miraba por el borde de su cuaderno.

Esa chica solo miró como la persona delante de ella no buscaba hacerle daño como otras personas que lo hicieron apenas llegando a la secundaria, él había dicho la verdad y solo necesitaba un poco de ayuda, pero lastimosamente ella se encontraba en las mismas circunstancias.

— Lo siento, pero... t-también es mi primer día a-aquí— la peli rosa lentamente bajaba los cuadernos de su rostro para no ser grosera con él.

— Rayos, pensé que... ni modo, entonces, ¿Quieres venir conmigo?— preguntó con amabilidad John para no dejar sola a la chica— Podemos encontrar tu salón en el camino.