Él al notarla frunció el ceño con confusión, luego levantó las cejas con sorpresa. Yo también estaba sorprendida, de hecho, molesta. Muy molesta. O quizá demaciado.

__¿No me has extrañado, honey?__ preguntó la pelinegra con la voz melosa y sentí ganas de vomitar.

__¡¿Lorena!? ¿Qué haces aquí?__ preguntó él mientras se safaba de su agarre. 

__ Vine para entregarle mi regalo por la boda personalmente a mi querida suegrita…

« A SU QUERIDA SUEGRITA»

Esa frase se respetía consecutivamente en mi mente sin parar. Cómo si me hubiese bloqueado. Entonces sentí mi pecho arder, era una sensación horrible. Era como si un agujero negro se abriera en mi pecho y solo quedara eso, un espeluznante hueco vacío. Estaba perpleja. ¿Esta chica es su novia? ¿Eso quiere decir que Gael tenía una novia mientras ligaba conmigo sin descaro y sin remordimiento alguno aquí en Las Vegas?

__Lorena, ¿Te has vuelto loca?__ preguntó Gael entre dientes. Una vena marcándose en su cuello. Estaba realmente furioso.

La chica le ofreció una sonrisa torcida, casi iguales que las de él, y sin previo aviso enrolló sus manos en el cuello de Gael y asaltó sus labios frenéticamente. Mi quijada prácticamente rozaba el suelo. Esto tiene que ser una pesadilla. ¿Por qué mi mamá no me despierta ahora? La opresión en mi pecho era insoportable. La furia me salía por los poros y aparté la mirada asqueada.

Yo me invento un novio... Okay, soy cruel.
¡¿PERO ÉL HA TENIDO UNA NOVIA TODO ESTE TIEMPO?!

Gael la apartó de él con un empujón insignificante y la chica se tambaleó hacia atrás pero sonrió triunfal. Traía puesto un vestido negro corto ajustado, escotado en la espalda y en el pecho, además de unos tacones negros más altos que los míos, y su labial rosa pálido ahora estaba regado tanto en sus labios como en los de Gael que se estaba limpiando con el dorso de su mano. Ya no puedo más, esto ha sido mi detonante.

Las lágrimas que estaba intentando reprimir salieron por sí solas y no me esforcé en esconderlas. Enfrenté a Gael mirándolo fijamente a los ojos. Su expresión triste regresó otra vez a su rostro, esta vez mucho más profunda. Abrió la boca para decir algo, pero instantáneamente la cerró, y su silencio me bastó, fue la mejor respuesta que podía darme. Además, él no tiene por qué explicarme nada a mí. No sé cómo, pero sonreí. Mirándolo de frente sonreí y me limpié las lágrimas.

__ ¿Te ocurre algo?__ preguntó la tal Lorena

«Oh, querida, me estoy muriendo de celos, de impotencia y de furia porque tu novio ha ligado conmigo mientras tú no estabas y estoy llorando porque .... ese idiota se volvió importante para mí...»

__No

Respondí solo eso y caminé nuevamente dentro del hotel. Sentía una tormenta crecer en forma de remolino dentro de mí y arrasar con todas mis emociones, era como si me hubiese quedado vacía en un solo segundo. El remolino se volvió un tornado gigante y, con ráfagas de recuerdos pasando por mi mente en fracciones de segundos, dejé escapar una lágrima, que tan solo parecía una llovizna, aunque por dentro estaba luchando para no desbordarme y derramar tempestades.

Así se siente la desepción, como un remolino que crece dentro de tí hasta arrastrar con su paso cualquier rastro de sentimientos positivos. Ahora sólo sentía repulsión, ira, furia, rabia, impotencia, celos, asco, odio, dolor, y podría decir muchas emociones más.

Mi madre se acercó a mí evaluándome con la mirada, y sin decir nada, me abrió sus brazos para que corriera a ellos, así que lo hice y me sentí refugiada, protegida, vulnerable. Frente a mi mamá podía ser yo, podía demostrar sin miedo alguno lo débil que soy.

Tentación [En Edición]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora