— Mi clienta desapareció porque sufría de una enfermedad, puede comprobarlo aquí mismo.— El abogado tomaba una carpeta y se la entregaba al juez.

— Por lo cuál se puede decir que mi clienta no estaba en sus cabales.— Agregó el abogado, puse mis dedos en el puente de mi nariz para no perder la paciencia.

— Eso no justifica ni sustenta la versión de la acusadora.— Habló el juez tirando  los papeles que le había dado el abogado a un lado.

— Señor juez,— Habló Liam pasando una mano por su barbilla.— Mi clienta tiene las suficientes pruebas para sostener su versión de los hechos.— Liam caminaba hasta donde estaba el juez para mostrarle una carpeta que recordaba mi infierno con Emilia.

— Cómo podrá ver las imágenes, mi clienta era abusada y manipulada por su esposa para llevar a cabo actos sexuales entre diferentes personas.— Bajé la vista apretando los puños al haber sido tan tonta.

Agradecía que en mi mente no estaban las imágenes con claridad de cómo Emilia permitió que aquellos chicos y mujeres me tocaran sin mi consentimiento esa noche en casa, en la que era nuestra casa. Simplemente el imaginarlo me daba ganas de vomitar.

De esa noche solo tengo recuerdos borrosos, efímeros.

Solo recuerdo a personas tocandome y besándome, Emilia tomaba aquello cómo algo excitante, tanto que se atrevió a grabar y tomar fotos. Su error fue olvidar aquellas fotos y videos, andaba tan borracha que olvidó ese detalle. No quería sacar eso de mi pasado a la luz, pero tenía que divorciarme de Emilia a toda costa.

— Trayendo problemas traumáticos a mi clienta. Puede ver también que su cuerpo fue ultrajado y manipulado por sustancias para cometer dichos abusos físicos.— Añadió Liam señalandome con su mano para volver a su puesto.

—¿Sabía ésto de su clienta, abogado?— Preguntó el juez al abogado de Emilia, quién solo veía al juez con cara pálida.

— Señor juez, yo-

— Señora Calle Villavicencio,— El juez habló directamente con Emilia.—¿Sabía que puede ir a la cárcel solo por ésto?— Le preguntó el juez alzando la carpeta, Emilia me observó tragando grueso.

— Espero que su abogado tenga una estrategia para sacarla de éste problema.— Agregó el juez negando con su cabeza.

—¿Testigos?— Preguntó el juez a los presentes, Liam se puso de pie.

— Yo tengo un testigo, señor juez.— El juez asintió con su cabeza para dar una señal al policía que cuidaba la puerta.

Entonces fue cuando Wiliam hizo acto de presencia en la corte, observé a Emilia y los colores de su cara se fueron por unos segundos, tragó grueso mientras pasaba una mano por su pelo viendo al suelo, sus ojos demostraban el miedo. Y puedo decir que sentí satisfacción al verla así.

— Nombre y vínculos con la acusada.— Pidió el juez a Wiliam, el arregló su chaqueta sentandose en la silla de los testigos, al lado del juez.

— Wiliam Montecinos, fui ex pareja de Emilia casi hace 3 años atrás.— Respondió Wiliam observando a Emilia.

— Ponga su mano aquí.— El policía que estaba cuidando la puerta, llegaba con una biblia en mano, Wiliam puso su mano en ella.

—¿Jura solemnemente decir la verdad y nada más que la verdad?— Mencionó el policía viendo a Wiliam.

— Lo juro.— Respondió el castaño con seguridad.

— Señor Montecinos,— Habló Liam abotonando su saco mientras se acercaba a Wiliam.—¿Cómo conoció a la señora Calle Villavicencio?— Indagó mi abogado guardando una mano en su bolsillo.

Eviterno || TerminadaWhere stories live. Discover now